Yuen Socarrás asintió con la cabeza hacia el dugout de los Gallos, dejando saber que estaba listo para enfrentar el momento clave ante los Vegueros de Pinar del Río, quienes buscaban este jueves su clasificación a Semifinales en el Juego 6 de la serie de Cuartos de Final.
Era el juego de “vida o muerte” para los Gallos y, después de admitir una carrera en siete dominantes entradas, se acercaba el reto más comprometedor que debió enfrentar el as del staff espirituano, Yuen Socarrás. La rebelión de los Vegueros comenzó por la tanda de “7-8-9”, con sencillos consecutivos de Luis Pablo Acosta, Pedro Luis Dueñas y Yasiel Agete. Socarrás había neutralizado totalmente a los bateadores pinareños colocados del primero al sexto turno, dejándolos con un hit en 18 veces al bate*.
*El inatrapable lo conectó Roidel Martínez en el inicio del sexto con un out.
Con la ventaja 3-1 en un desafío amenazado por la lluvia, donde no se anotaban carreras desde el final de la tercera entrada, Socarrás y los Gallos estaba a seis outs de forzar el Juego 7. En cuenta de 0-2, Juan Carlos Arencibia haló a gusto una bola rápida de 88 mph, pero la potente línea que conectó fue devorada por el antesalista, Rodolexis Moreno.
¡Gran atrapada! Y el quejido de Arencibia camino al dugout, fue suficiente para expresar cuánto sentía con un turno fallido en ese decisivo momento. Los Gallos habían obtenido un tremendo out, pero seguían las bases llenas, y el turno era para Roidel Martínez.
Durante todo el playoff, Roidel ha demostrado madurez en su nivel de juego, y capacidad en sus principales herramientas ofensivas: es un hábil tocador, cuenta con destreza para golpear la pelota hacia cualquier zona dentro del campo, y es un excepcional corredor de bases. Además, su sorprendente desplazamiento en el outfield, ha salvado a Pinar del Río de permitir múltiples carreras este año y, sin dudas, su brazo es bastante potente y certero.
Todo eso nos lleva a la idea de que Roidel Martínez es uno de los peloteros claves cuando el manager Alexander Urquiola intenta armar un lineup ganador. Sin embargo, qué caprichoso es el béisbol. ¿Habíamos hablado de la velocidad de Roidel, verdad? Y, mira, en 24 apariciones en home antes de este jueves, había bateado cuatro veces para double play, las mismas ocasiones que todo el equipo de Sancti Spíritus en 212 PAs durante esta postemporada.
Increíble, pero cierto. Cuando están las bases llenas, podemos pensar en muchas cosas dependiendo el duelo pitcher vs. bateador del momento, el marcador del juego y, obviamente, bajo cuánta presión se está jugando. Así que, no sé si te sucedió, pero cuando Roidel Martínez entró al plato este jueves con las bases cargadas, un out y el score 3-1 a favor de los Gallos en el Juego 6, otro rolling para doble matanza estuvo entre las jugadas que pasaron por mi mente.
Por supuesto, también pensé en la posibilidad de que Roidel resolviera la situación, rociando un imparable para empatar el juego. Sí, a medida que se desarrolla cada turno, nuestro pensamiento se mueve, anticipando múltiples probabilidades. Socarrás se adelantó en la cuenta rápidamente, y puso a Roidel en dos strikes sin bolas.
¿Qué estabas pensando? ¿Vendría otro slider? ¿De ser así, dónde lo colocaría Socarrás, rasgando la esquina interna o exterior de la zona de strike? ¿O se inspiraría para lanzar su disparo más veloz de la tarde? Finalmente, fue esta última opción, una bola rápida bien alta en la zona vertical sobre el home, pero Roidel pellizcó el dardo encendido de 88 mph, y se mantuvo con vida.
Socarrás estaba enfocado en su rival, pero se viró a segunda, intentando coger movido al corredor emergente, Mario Lázaro Sánchez, quien tuvo que regresar deslizándose, aunque Daviel Gómez no pudo retener el tiro a tiempo para tocarlo. Luego, el siguiente picheo de Socarrás, fue el principal lanzamiento que lo ha sacado a flote bajo presión: su slider.
Hizo lo posible por ubicarla en la esquina de afuera, quizás esperando que Roidel halara, pero el talentoso bateador pinareño simplemente quería poner la bola en juego. Dejó llegar la slider de 82 mph, que rotó hacia la esquina baja (exterior) fuera de la zona de strike, y conectó un rolling fuerte al short, con etiqueta de double play. El torpedero Moisés Esquerré capturó la conexión, encabezando una clásica doble matanza con el intermedista Daviel Gómez, y el primera base Yunier Mendoza. ¡6-4-4-3! ¡Y Yuen Socarrás colgó el cero en el octavo!
Cuando el tiro de Daviel Gómez entró al mascotín de Yunier Mendoza, Socarrás estaba arrodillado en el montículo del estadio José Antonio Huelga, celebrando al máximo su gran momento. Golpeo un par de veces la tierra alrededor del box, se tocó el pecho con su guante, dejando mostrar su número “38”, y luego se paró como gallo fino a saludar a sus compañeros.
Los fanáticos no podían contener la emoción: Socarrás estaba viviendo su esperado momento de postemporada. Sin importar el desgaste físico, estaba ofreciéndole a los Gallos una joya de picheo a la altura de las expectativas, como el as de rotación que se esperaba. Cuando llegó al dugout, sus compañeros lo estaba recibiendo entre abrazos, y luego Yuen se tomó su tiempo para relajar tensiones sin perder el enfoque en su actuación.
Así pues, quedaban tres outs para mandar a escribir una admirable historia de superación. En ocho entradas completas, las tres anotaciones de los Gallos ante el veterano de 41 años, el diestro Yosvany Torres, habían sido suficientes. El manager del team espirituano, Eriel Sánchez, mantuvo la confianza en su cuarto bate Yunier Mendoza, quien entró al juego de 22-1 (.045), con una solitaria remolcada en 23 apariciones al plato durante este playoff. Y en el primer inning, Mendoza abrió el marcador con un sencillo de línea al left-center, que empujó a Daviel Gómez desde la antesala*.
*Daviel Gómez se embasó por boleto, y Torres no estuvo conforme con la sentencia del último lanzamiento, porque el árbitro de la inicial, Jorge Nieblas, decretó que el swing de Daviel no había cruzado el home.
Torres no se veía con su mejor comando, y esa situación fue un punto de inflexión para que gastara 35 picheos en el primer inning. Durante las dos siguientes entradas, los Gallos le anotaron al menos una carrera:
-Doble de Rodolexis Moreno después de dos outs, y sencillo de Daviel Gómez al center.
-En el inicio del tercer capítulo, un jonrón de Luis Pablo Acosta cerró el marcador, 2-1, pero el doble de Yunior Ibarra en la parte baja del propio inning, le devolvió la ventaja de dos rayitas a los Gallos, 3-2.
Por cierto, el único error de los Vegueros que encontrarás en el Box Score, fue una “imprecisión” en tiro del cátcher Yasiel Agete. ¿Recuerdas la jugada? Daviel Gómez salió al robo de segunda. Frederich Cepeda tenía dos strikes y, cuando Agete disparó, Juan Carlos Arencibia y Pedro Luis Dueñas, torpedero e intermedista, ni siquiera estaban cerca de la almohadilla. La pelota se escapó y Daviel Gómez corrió hasta la antesala.
Está bien, ese pudo haber sido un error de Agete o, con toda justicia, si el Anotador Oficial consideraba que había tiempo para poner out a Daviel en segunda, una pifia al registro de Juan Carlos Arencibia o Pedro Luis Dueñas. Sin embargo, el otro gran desliz que cometieron los Vegueros, parecía intrascendente: Dueñas no realizó un tiro efectivo a la inicial, y pulverizó la posibilidad de fabricar una doble matanza que cerrara el tercer inning. Moisés Esquerré quedó con vida en la inicial y, acto seguido, con dos outs, Yunior Ibarra envió un cohete remolcador a lo profundo del right-center*.
*Sí, el béisbol es un juego tan increíble, que una jugada bien ejecutada puede registrarse como “error”, y una mala manipulación, a veces llega a pasar desapercibida por las reglas de anotación.
Finalmente, llegó el noveno episodio. Gallos 3, Pinar del Río 1, y la última oportunidad en juego para los Vegueros ante el crecido Yuen Socarrás, quien perseguía su redención. La tanda pinareña de “3-4-5”, le agregó más expectativa a la ocasión. Renier León abrió las acciones conectando sencillo de línea al center y, luego, en el cuarto duelo William Saavedra vs. Yuen Socarrás, el diestro espirituano volvió a llevarse la mejor parte.
Saavedra golpeó con furia la pelota, pero se sintió que no fue suficiente, y Alberto Rodríguez capturó la conexión sin contratiempos en lo profundo del rightfield. Aun así, seguía la tensión, porque otro slugger pinareño se acercaba al plato, el quinto bate Yasser Julio González.
En toda la tarde, el enfoque de Socarrás contra el dúo Saavedra-Yasser Julio fue clave para evitar la producción del lineup, y ambos habían sido limitados. Yuen nunca le entregó nada cómodo, y estuvo lejos de mostrarse predecible. La historia no cambió: Yasser Julio roleteó al short, pero la combinación de SS-2B, Esquerré-Gómez, no pudo completar el double play, y los Vegueros siguieron con vida tras revalidarse el “safe” en el video.
Cuando se reanudó el partido, Socarrás sumaba 117 picheos, y Eriel Sánchez optó por sustituirlo, dada la corta espera en la apelación. Otro abridor, José Eduardo Santos, fue llamado como relevista para resolver la situación. Santos (0-1, 12.60 PCL en este playoff), quien había sido bombardeado por los Vegueros, de 21-10 (.476), le concedió un boleto a Tony Guerra, que colocó el empate en circulación para Pinar del Río. Sin embargo, Santos rápidamente atacó a Luis Pablo Acosta, quien se desconcentró con el segundo strike decretado por el árbitro principal Luis Figueredo, y terminó ponchándose con una bola rápida de 87 mph.
¡Fin de la historia! ¡Los Gallos vencieron por 3-1, y forzaron el Juego 7!
Después de todo, Socarrás finalmente vivió su momento de gloria en playoffs. La joya de picheo en 8 ⅔ innings con una sola carrera permitida, cuatro ponches y ningún boleto, ha sido una actuación válida para premio de MVP si los Gallos logran vencer a Pinar del Río en el Juego 7. ¿Qué sorpresa, verdad?: luego de abrir esta postemporada con marcas de 1-5 en su carrera, Socarrás ha registrado los tres éxitos que tienen a los Gallos en la pelea por el pase a la Semifinal.
Sí, obtener tres victorias en una serie de Cuartos de Final, ha sido una hazaña que pocos lanzadores han alcanzado. En 21 ¹/₃ innings, Socarrás no sólo se apuntó los triunfos de Sancti Spíritus: también acumuló el 40% de las entradas del equipo, ponchó a 14 (el 44%) rivales, admitió apenas .218 BA/Oponente y fijó un eficiente PCL de 1.27. En los juegos que Yuen no ha estado lanzado, el resto de la rotación de los Gallos ha permitido .319 BA/O. y 8.91 PCL.
En seis juegos, los Gallos sólo pudieron obtener crédito victorioso con el dominio de Socarrás, quien se unió a Vladimir Hernández (2002), Freddy Asiel Álvarez (2009) y Jorge Alberto Martínez (2012) como los únicos lanzadores con al menos tres éxitos en una serie de Cuartos de Final.
Es cierto, en el béisbol, los protagonistas a veces provocan giros inesperados: Yuen Socarrás acumulaba marca de 1-5 antes de esta postemporada, y 0-2 contra los Vegueros. Sí, con apenas 64 outs más, la historia cambió. ¡Y ahora Socarrás tiene marca de 4-2 frente a los “pativerdes”!
El contexto parece increíble: Socarrás 3-0. ¿El resto del staff espirituano en estos Cuartos de Final?: 0-3. Para que Sancti Spíritus pueda ganarle el Juego 7 este viernes a Pinar del Río, esa historia tendrá que cambiar.
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