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Foto del escritorYirsandy Rodríguez

Yirsandy: Analizando las tendencias detrás del slump de Yordan Álvarez


No es habitual dar crédito incluso al mejor inicio de un bateador de Grandes Ligas en abril.


El concepto es razonable: Usualmente, los bateadores calificados suelen viajar por el plato más de 75 veces durante el primer mes de la campaña. O sea que, en términos de muestras, eso significa entre el 17 y el 21 por ciento de las apariciones necesarias (502) luego de 162 juegos. Sin embargo, cuando llega junio y los bateadores sobrepasan las 200 PA, esa visión sobre su estado de forma podría tomar más seriedad.


Por esa razón, este sábado, tras irse de 4-0 con dos ponches más (suma 52 en 45 juegos), es preocupante ver la extensión del slump que está pasando Yordan Álvarez en el plato. Luego de un primer mes donde mostró una interesante línea ofensiva de .315/.358/.521, con 2 HRs y 14 RBIs en 19 juegos, Yordan se ha ponchado al menos una vez en 11 de sus últimos 13 partidos. Durante dicho lapso, ha bateado para un desconcertante promedio de .163, con siete matchs sin hits, sólo dos de multi-hits y 19 ponches que casi triplican el éxito de su swing (8 hits).


La caída, que ahora aumentó a 62 apariciones en home sin jonrones desde el 12 de mayo pasado, ha sido marcada por varias tendencias de inconsistencia. Aun así, antes de analizar las razones que han influido en el slump del talentoso slugger de los Astros de Houston, se impone la pregunta más recurrente: ¿Deberíamos dar sentido a la inconsistencia de “Air” Yordan desde mediados de mayo a la fecha?


Aquí estamos para buscar respuestas.


Obviamente, acabamos de comenzar el tercer mes de la temporada regular. Y, aunque varios de los bateadores calificados ya han consumido casi el 50% de las 502 apariciones en home requeridas, todavía queda tiempo para realizar ajustes. De hecho, tratándose de Yordan, uno de los bateadores activos con mejores números de arranque en su carrera, para muchos no parezca preocupante esta inconsistencia temporal.


Sin embargo, nunca está de más analizar qué señales son ineludibles cuando revisamos las métricas de cada bateador. Y, en el caso de Yordan Álvarez, independientemente de su slump actual, hay un aspecto debatible: La disciplina en el plato.


Antes de iniciar la jornada de este sábado en las Grandes Ligas, al menos 49 bateadores calificados se habían tomado 50 o más ponches—Yordan entraba en la lista con 50 en 44 juegos—. Pero entre ese considerable listado, sólo cinco aún no habían registrado un partido de multi base por bolas: Javier Báez, Bo Bichette, Jackie Bradley Jr., Yordan Álvarez y Salvador Pérez.


Espera, porque ahora viene otra parte interesante. ¿Sabes quién lideraba entre esos cinco bateadores con mayor promedio de bateo (.302), OBP (.341), OPS (.854) y porcentaje de juegos con multi-hits (38.6%)? Sí, ¡Yordan Álvarez!


En la era del ángulo de lanzamiento y los flyballs frecuentes, no es raro ver a tantos sluggers poncharse constantemente mientras buscan tener éxito produciendo a altas velocidades de salida. Por eso los ponches cada vez se harán más frecuentes, aunque existan bateadores como Yordan, capaces de combinar promedio y resultados calificados en las métricas de StatCast.


Sin dudas, eso dice mucho sobre el talento del bateador designado cubano de los Astros, pero ciertamente aún no responde a una de nuestras mayores preocupaciones: ¿Cuáles son las razones de este slump extendido donde lleva de 31-3, con 13 strikeouts? ¿Será un problema que Yordan podría arrastrar durante toda la temporada?

Incluso aunque la actual racha haga notar los persistentes fallos de Yordan a la ofensiva, es importante resaltar que sus porcentajes de juegos con multi-hits fueron de élite entre abril (36.8%) y mayo (42.9%). Eso justifica su alto promedio a pesar de poncharse más de una vez por juego, pero he aquí la gran avería a considerar: No ha podido contra la mezcla de bolas rápidas y curveballs.





Desde el pasado 21 de mayo, cuando comenzó el slump de Yordan, que ya suma 28 de sus últimas 31 veces al bate sin hits, sus oponentes le habían lanzado 122 pitcheos antes de este sábado. El 44% de ellos, habían sido bolas rápidas, y Yordan promedió apenas .182, como puedes ver aquí:



A ese bajo promedio ante rectas, súmele que Yordan tampoco había producido hits tras ser atacado por nueve sinkers, igual número de sliders y 30 curveballs. En este resumen también puedes analizar las altas tasas de fallo de su swing contra la curveball, los sinkers y las bolas rápidas de cuatro costuras:



Y ahora viene la parte que confirma totalmente el slump actual de Yordan: Su impacto antes de comenzar la mayor parte de su cadena de fallos desde el pasado 21 de mayo.



Exacto, las diferencias son notables: Aunque el swing de Yordan últimamente parece inofensivo contra las bolas rápidas, había bateado para promedio de .325 (entre el primero de abril y el 20 de mayo), y también destrozaba la slider con 1.130 slugging. Sin embargo, la curveball sigue provocando uno de los efectos más dominantes contra Yordan Álvarez, y ya ha aparecido en el 28% de sus 52 strikeouts.

Entonces, si analizamos de manera objetiva, no deberíamos desestimar estas reveladoras tendencias aparentemente ocultas detrás de los ponches de Yordan.


Cuando tienes 45 juegos jugados, y registras una división similar de 52 ponches con 52 hits, pero sólo seis boletos—una de ellas intencional—, la preponderancia de los llamados “resultados verdaderos” (jonrones, strikeouts y bases por bolas) se convierte en una amenaza difícil de revertir.


Hasta ahora, el ritmo de ponches de Yordan Álvarez va siendo abrumador en su experiencia dentro de cualquier mes, limitando el potencial de un swing que se ha visto lejos de su más brillante impacto. Sin embargo, incluso aunque suenen las alarmas, aún estamos comenzando el mes de junio: Para romper el slump y ajustarse, Yordan tiene tiempo y suficiente talento.


(Foto: Yordan Álvarez/Jim McIsaac, GettyImages)

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