Ciego de Ávila resulta uno de los equipos creados por la nueva división política-administrativa de Cuba de 1976 y que dividió al antiguo territorio de Camagüey en dos provincias.
Reseña Histórica
En la campaña 1977-1978/17 SN, el conjunto realizó un debut aceptable, bajo la tutela de Mario Salas, quien con marca de 29-23 lo hizo anclar en el 9no lugar del torneo.
Ciego, sin muchas exigencias dentro de los 18 elencos que tomaban parte en la nueva estructura de expansión de las temporadas cubanas, traía la herencia de muchos peloteros de los conjuntos Granjeros y Ganaderos de la época, sin embargo, su camino inicial resultó bien azaroso.
Roster de Ciego de Ávila en su debut, temporada 1977-1978/17 Serie Nacional
Lanzadores: Omar Carrero, Juan de Dios Peña, Lázaro Santana, Roberto González, Elpidio Jiménez, Julio Mantilla, Manuel Álvarez, Tomás Creo, Juan Silva, Rolando Correa y Regino Robaina.
Receptores: Luis Fuentes, Luis Aguilera y Silverio Suárez.
Jugadores de cuadro: Andrés García, Miguel García Sotolongo, Ángel Castillo, Enelio Ávila, Jorge Montalvo, Ernesto Alfonso y Julio Hernández.
Jardineros: Félix Booth, Rodolfo Phillips, Juan Poll, Francisco Flores, Vicente Marín y Danilo Liranzo.
Director: Mario Salas
Ciego exhibiría lugares nada agradables en subsiguientes Series Nacionales, solo mejorando hasta la octava posición en las temporadas 1982-1983, 1985-1986 y 1986-1987. Durante este tiempo, ni el mismísimo mentor José Miguel Pineda, uno de los mejores en los torneos nacionales de la isla de 1962 a la fecha, pudo levantar a mejores posiciones a un elenco que tres veces bajo su mando exhibió balance de 72-103 (.411).
Ciego, sin duda, tuvo figuras de renombre en esos años iniciales y posteriormente durante las dos subsiguientes décadas, pero su ofensiva no resultaba cercana a la media del torneo, mientras el pitcheo siempre mostaba cierta calidad. Es bien recordado desde la década del setenta a su mejor lanzador en el derecho Omar Carrero, quien comandaba un cuerpo de lanzadores que también contaba con figuras como Lázaro Santana, Julio Mantilla, Manuel Álvarez, Regino Robaina y Tomás Creo, entre otros.
Pero, pese a la calidad de muchos miembros de su cuerpo monticular, Ciego siemnpre carecía de una ofensiva suficiente para comandar triunfos. A pesar que en la década del ochenta le llegó su mejor figura, cuando en 1985 el inicialista de Quemado de Güines en la provincia de Villa Clara, Alejo O’Reilly, apareció en su nómina, el equipo nunca pudo despegar ofensivamente aún cuando se vio respaldado en ocasiones por otras figuras como Oscar Sarduy, Ernesto Baró, Roberto Pérez, Raúl González, Juan V. Artiles y Mariano Marín, jugadores que tuvieron algún que otro destaque en ediciones nacionales y de los torneos selectivos de la época.
A decir verdad, en esos años Ciego de Ávila siempre estuvo a la sombra de la mayoría de los conjuntos de la Serie Nacional, y esto se refleja en sus resultados habitualmente entre los equipos más sotaneros del campeonato cubano.
Para la temporada 1995-1996/35 SN, llegaría una nueva dirección, en lo que sería la segunda versión del popular Darío Cid al mando de Ciego de Ávila, y después de decepcionantes 16to y 15to lugares en sus dos primeras temporadas de regreso como director, en 1997-1998/37 SN Cid llevaría a Ciego de Ávila a dar un paso histórico en Series Nacionales, ubicando al elenco en la primera postemporada de su historia y terminando en un honroso 5to lugar, tras caer en la serie de 4tos de Final ante su eterno rival, Camagüey, en el famoso Play Off de la “palmita camagüeyana”.
Aquella versión del equipo vio emerger jóvenes figuras de mucho talento como fueron Roger Poll, Isaac Martínez, Yorelvis Charles, Ariel Martínez, Mario Vega, Osmar Carrero, Evasio Negrín, Danny Miranda, Walberto Quesada, Michel Pino Feo, Franklin López y quien se convertiría en su posterior mentor, el receptor Roger Machado, entre otros. Por su juego alegre y la juventud de sus jugadores, resultaba uno de los conjuntos que más afición llegó a captar en el país en esos años.
A partir de la llegada de estas talentosas figuras, la presencia de Ciego de Ávila entre la élite de la pelota cubana se estabilizaría en el nuevo siglo, en donde el equipo ha participado en 12 postemporadas y en donde el arribo como timonel, en el 2007-2008/47 SN, del joven mentor y ex receptor del elenco, Roger Machado, condujo a Ciego de Ávila a cinco finales de Cuba y a tres históricos títulos nacionales: 2011-2012/51 SN, 2014-2015/54 SN y 2015-2016/55 SN.
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