Entonces, cuando todo parecía indicar que los Leñadores de Las Tunas estaban listos para celebrar su primer campeonato en casa, la historia del Juego 4 nos reveló un guion muy diferente: Los Vegueros de Pinar del Río vencieron por 6-0 y siguen con vida en la Gran Final de esta 63 Serie Nacional del Béisbol Cubano.
¡Habrá Juego 5!
La ofensiva de los Vegueros finalmente despertó: 18 bateadores llegaron a bases, pegaron 15 hits—la misma cantidad combinada entre los Juegos 2 y 3—, incluyendo un doble y dos jonrones. Esa producción resultó decisiva, pero la gran clave del Juego 4 fue la joya de pitcheo que lanzó el diestro de 24 años, Mario Valle.
Después de explotar en el Juego 1, donde Valle sacó apenas dos outs y los Leñadores le batearon de 6-5 —embasaron a seis de sus primeros siete bateadores—, las expectativas realmente no parecían muy esperanzadoras. Así que el reto era desafiante para Valle, y la presión comenzó a aflorar cuando los Leñadores llenaron las bases en la primera entrada del Juego 4. Sin embargo, Valle superó su primera prueba de fuego dominando a Yordanis Alarcón, quien pegó un rodado a tercera que sirvió para forzar a su hermano Yosvany Alarcón.
Varios fanáticos de los Leñadores se habían puesto de pie, y así vivieron la emoción durante casi toda la noche, esperando la victoria que les diera el campeonato. Pero esta vez, era la noche de Mario Valle. Y, a diferencia de los tres juegos anteriores, los Vegueros de Pinar del Río abrieron delante en el marcador con un sorpresivo jonrón de dos carreras del noveno bate Mario Sánchez.
Durante toda la temporada, el poder no fue una de los potenciales de Sánchez, quien había pegado solo tres jonrones en 71 apariciones al plato, incluyendo los playoffs. El 68% de sus hits fueron sencillos. Sus herramientas de gran valor para el equipo fue la habilidad defensiva jugando left y center field, y la velocidad corriendo las bases: no ha bateado para doble play en 75 apariciones al plato durante todo el año.
Tampoco creo que Sánchez ni siquiera haya pensado en conectar el jonrón que inspiró a los Vegueros en un juego de “vida o muerte”, pero hubo un punto clave aquí: el zurdo Eliander Bravo había abierto por debajo en el conteo contra los cuatro bateadores que vieron más de un pitcheo durante la primera entrada. El único bateador que atacó el primer pitcheo fue Yasser Julio González, quien pegó un sencillo al left.
En la parte alta del segundo inning, los primeros tres bateadores de Pinar del Río hicieron swing al primer pitcheo. Tailon Sánchez conectó un sencillo al right, Yoannis Moreno se sacrificó con un toque, y Rolando Martínez pegó un rodado out al short.
Así que Sánchez simplemente siguió el plan de ataque. Dejó pasar el primer lanzamiento, una bola rápida en el tercio alto afuera, y luego golpeó una curveball de Bravo que se quedó en el centro de la zona de strike.
Con ventaja de dos carreras, Valle retiró la segunda entrada en fila, y Wilian Saavedra conectó un jonrón solitario que puso el marcador por 3-0 en la parte alta del tercer inning.* Por primera vez en la Gran Final, los Vegueros salían delante con ventaja de al menos tres carreras.
*Sí, ¡el jonrón de Saavedra lo convirtió en el nuevo líder jonronero de todos los tiempos en playoffs del béisbol cubano! Saavedra, que juega con el número “28” en el uniforme, dejó atrás a otro bateador de Pinar del Río, el legendario Omar Linares, quien golpeó 27 jonrones en postemporada.
En apenas tres entradas a la ofensiva durante el Juego 4, la ventaja por 3-0 de Pinar del Río realmente no parecía determinante, sobre todo enfrentando a los Leñadores de Las Tunas. Pero, como escribí al inicio, ¿recuerdas?, era la noche de Mario Valle. Y, para desdicha de los fanáticos que abarrotaron el estadio Julio Antonio Mella, Valle neutralizó cada amenaza de los Leñadores.
Los momentos claves llegaron en la tercera y cuarta entradas. Un boleto a Roberto Súlivan Baldoquín y error de Tailon Sánchez complicó la parte baja del tercer capítulo, pero Valle ponchó a Rafael Viñales. Y, luego, con dos outs, Denis Peña pegó un elevado out el right, fallando por noveno turno consecutivo.
En tres innings, los Leñadores habían dejado a cinco corredores en bases, tres de ellos en posición anotadora. La ofensiva no lograba reaccionar, y la última oportunidad para derribar a Valle trascendió en la parte baja del cuarto. Yordanis Alarcón, Jeans Lucas Baldoquín y Héctor Castillo iniciaron la entrada con tres sencillos consecutivos que llenaron las bases.*
*El sencillo de Castillo fue un toque delante del montículo, pero Valle no logró llegar a tiempo para sacar el out en la inicial. Castillo sobrepasó la primera base y luego celebró el hit señalando con sus manos “que él estaba allí”.
La fanaticada de los Leñadores vibraba de emoción. Era el gran momento para desatar el implacable golpe de las hachas, pero Valle ni se inmutó. El diestro de los Vegueros superó la presión y se robó el show desde la colina. Ponchó a Yudier Rondón para el primer out. Luego dominó a Yuniesky Larduet en elevado al short —el short stop Tailon Sánchez se internó en territorio corto del left field—. Y, finalmente, puso fuera a Roberto Súlivan Baldoquín, quien conectó un rodado al short.
Terminó la amenaza. Valle silenció a la fanaticada de los Leñadores. Aunque aún persistían las esperanzas de ganar el campeonato en la noche del sábado, Valle dominó a sus siguientes nueve oponentes. Tiró una blanqueada de siete entradas mientras la ofensiva de los Vegueros continuó presionando a los lanzadores tuneros.
Tras la salida de calidad de Valle, quien puso out a sus últimos 12 oponentes, el diestro Jenier Álvarez también se presentó en noche de galas: dominó a los seis rivales que enfrentó, ponchando a tres de ellos. Sí, después de que los Leñadores dejaron las bases llenas en la parte baja de la cuarta entrada —han dejado las bases llenas cuatro veces en los últimos dos juegos—, los siguientes 18 bateadores fueron retirados por el pitcheo de los Vegueros.
Los primeros cinco bateadores en el lineup de los Leñadores se fueron de 17-1, y los últimos cuatro de 12-0 sin contar los tres hits del cuarto inning. Podría ser demasiado tarde, pero por primera vez en todo el playoff el pitcheo de Pinar del Río realmente estableció un plan estratégico que terminó teniendo éxito. Los Leñadores se poncharon ocho veces y entregaron 10 rodados outs. Del cuarto inning en adelante, pegaron un solo elevado al outfield.
Al mismo tiempo, veamos esta comparación, que podríamos llamar algunas “señales de vida” en los turnos de calidad registrados por la ofensiva de los Vegueros:
En los tres juegos anteriores: Habían bateado de 25-2 (.080) con corredores en posición anotadora.
En el Juego 4: Batearon de 16-7 (.438), aunque dejaron a 12 corredores en bases.
En los tres juegos anteriores: 20 swings y fallos, 6.7%
En el Juego 4: Solo 3 swing y fallos, 2.2%
En los tres juegos anteriores: 5 bateadores con multi-hits
Juego 1: Juan Carlos Arencibia, 2
Juego 1: Yasiel Agete, 2
Juego 2: Alexei Ramírez, 2
Juego 3: Juan Carlos Arencibia, 2
Juego 3: Rolando Martínez, 2
En el Juego 4: ¡5 bateadores con multi-hits!
Juego 4: Juan Carlos Arencibia, 2
Juego 4: Yasser Julio González, 3
Juego 4: Tailon Sánchez, 3
Juego 4: Yoannis Moreno, 2
Juego 4: Rolando Martínez, 2
En los tres juegos anteriores: Tasa de swing al primer pitcheo: 22.2%, hits al primer pitcheo: 1/out al primer pitcheo: 10
En el Juego 4: Tasa de swing al primer pitcheo: 27.2%, hits al primer pitcheo: 6/out al primer pitcheo: 5
En los tres juegos anteriores: 6 extra base hits/1 HR
En el Juego 4: 3 extra base hits/2 HR
En los tres juegos anteriores: 10 innings de “1-2-3” outs
En el Juego 4: 6 innings de “1-2-3” outs
Las “señales de vida” han sido sorprendentemente notables: un impresionante resurgimiento del bateo en situaciones de clutch, destellos de poder, con el segundo día consecutivo en que Wilian Saavedra pegó jonrón. ¿Habrá otra seguidilla de turnos de calidad? ¿Qué dices sobre las tasas de swing y fallos y el éxito de los Vegueros atacando el primer pitcheo? Tratándose de probabilidades, ¡dieron otro giro inesperado!
El zurdo de los Leñadores, Eliander Bravo, no se presentó con el comando que lo llevó a liderar el Juego 1: no ponchó, caminó a cinco oponentes y permitió 11 embasados en 5 ⅔ innings. En cambio, el pitcheo de los Vegueros completó la joya que probablemente nadie esperaba: Mario Valle y Jenier Álvarez se combinaron para propinar la primera blanqueada en 31 juegos contra un equipo de los Leñadores de Las Tunas jugando playoffs en el estadio Julio Antonio Mella.
Los Leñadores habían ganado 14 de sus últimos 15 juegos en casa, y estaban a un éxito del campeonato, que también habría significado un nuevo récord de 10 victorias consecutivas en Finales del béisbol cubano. Ahora la pregunta que se impone aquí es si los Vegueros de Pinar del Río podrán extender las “señales de vida” que los llevaron a un impactante éxito en el Juego 4.
Esperemos al play ball del Juego 5.
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