Jorge Soler estaba preparado para cualquier momento.
Luego de no abrir como titular para el Juego 4 de la Serie Mundial contra los Astros de Houston, el outfielder cubano no dejó de mantener el enfoque siguiendo cada situación de juego desde el dugout. Soler había tenido un inicio espectacular en el Juego 1, cuando se convirtió en el primer bateador de todos los tiempos en conectar jonrón con su primer swing en la Serie Mundial.
A casi tres meses de haber llegado a Atlanta durante la fecha límite de cambios, y cinco años desde que formó parte del éxito de los Cubs en la Serie Mundial de 2016, el resurgimiento de Soler ha sido emocionante. Después de haber visto caer su OPS ajustado a (+68) en una primera mitad de temporada para el olvido con los Royals, bateó 14 jonrones, produjo 33 RBIs, elevó su OPS de .658 a .882 y registró el OBP más alto de su carrera (.358).
Ese giro positivo de Soler desde que fue acogido en Atlanta, parecía ofrecer un mejor acercamiento al perfil de slugger natural que conectó 48 jonrones en 2019, implantando récord para bateadores cubanos. Y este sábado en una noche fría en Truist Park, el talentoso bateador natural de Güira de Melena reescribió con letras mayúsculas su historia de superación.
En un juego de pitcheo donde los lanzadores de Houston limitaron a una carrera al lineup de los Bravos de Atlanta durante seis innings, el momento decisivo llegó en la parte baja de la séptima entrada. Austin Riley había recortado la desventaja con un sencillo que puso el score 2-1, pero el relevista Phil Maton ponchó a Travis d'Arnaud y los Bravos dejaron las bases llenas en el final del sexto episodio.
El manager de los Astros, Dusty Baker, continuó con sus movimientos de bullpen y envió al diestro Cristian Javier para abrir el séptimo capítulo. Aparentemente, el duelo contra la tanda baja de “7-8-9” de los Bravos no parecía ofrecer grandes complicaciones para Javier, quien abrió su trabajo ponchando a Adam Duvall. Sin embargo, ocho pitcheos después, Dansby Swanson y Jorge Soler sacudieron el score de manera sensacional.
En cuenta de 0-2, tras recibir tres slider consecutivas, Javier intentó sorprender a Swanson con una bola rápida de 95.1 mph, pero el talentoso shortstop de los Bravos conectó un elevado de 99.5 mph que aterrizó a 359-ft por el rightfield.
Los Bravos empataban el score 2-2 en el final del séptimo, y entonces llegaba un gran momento para Jorge Soler.
El manager de los Bravos, Brian Snitker, ubicó a Soler como bateador emergente por el lanzador Tyler Matzek, buscando mantener el ataque ofensivo después de que subieran 31 bateadores al plato en desventaja. Combinando slider y una bola rápida de 95 mph, Javier logró cinco swings sin contacto, incluyendo el primer strike después de tirar una bola ante Jorge Soler.
Desde la noche anterior en el Juego 3, Soler se había mostrado paciente, al punto de obtener par de boletos y al menos un promedio de 4.0 pitcheos por turno. En cuenta de 1-1, Javier tiró otra slider, baja y ligeramente sobre el home. Con dos bolas y un strike, el conteo donde Soler ha registrado el promedio (.412) y BABIP (.385) más alto de su carrera, Javier cometió un pecado que podría costarle la Serie Mundial a los Astros de Houston.
Claramente, antes de disparar su 13er pitcheo de la noche, el cátcher de los Astros, Martin Maldonado, enmarcó la zona baja y afuera como referencia para el cuarto pitcheo del turno ante Soler. Pero Cristian Javier falló el comando, y su slider de apenas 80.1 mph ni siquiera sorprendió a Soler, quedándose al descubierto en el centro de la zona de strike.
Lo que siguió, fue una pieza colosal de bateo de Jorge Soler en uno de sus conteos predilectos, para borrar de las probabilidades de victoria a los Astros en el Juego 4, y ubicar a los Bravos con una ventaja que fue decisiva:
Back-to-Back!
Bravos 3, Astros 2.
¡Primero, Swanson! ¡Luego, Soler! ¡Y la emoción en Truist Park era incontenible!
“Vine solamente para hacer un buen swing, y salió”, le dijo Jorge Soler a Marly Rivera de ESPN, después de salvar con un jonrón épico a los Bravos, completando la primera vez en la historia de la franquicia que octavo y noveno bate se unían para producir jonrones.
“Yo le había dado duro”, expresó Soler sobre el swing con el cual sonó el cohete de 107.0 mph, para poner a volar la pelota hacia el bullpen por el jardín izquierdo. “Pero cuando veo a Yordan Álvarez corriendo para buscar la pelota, comienzo a confundirme. Cuando vi que él (Yordan) se dio contra la cerca, no sabía si la había cogido, y luego lo veo agachado, y dije, ¡se fue!”.
Luego de tomar la ventaja por una carrera, 3-2, el bullpen de los Bravos cerró completamente al lineup de los Astros, dominando de manera consecutiva a sus últimos siete oponentes.
El segundo jonrón de Jorge Soler en esta Serie Mundial, ahora lo ubica como el séptimo bateador de los Bravos con al menos dos jonrones en Series Mundiales: David Justice, Lonnie Smith y Fred McGriff encabezan el ranking con cuatro. ¿Cuántos de ellos lograron al menos un bombazo con el primer swing vistiendo el traje del equipo? ¡Ninguno!
¿Cuántos fueron enviados como emergentes en un Juego 4 y lograron poner delante al equipo con marcador decisivo de 3-2? ¡Sí, el único ha sido ese chico risueño del número “12”, que fue aclamado como el héroe de la ciudad este sábado en Truist Park!
“Increíble, increíble”, dijo Soler sobre la experiencia de apoyar a Swanson con gritos desde el círculo de espera. “Cuando Swanson le dio a la bola, levanté el brazo y comencé a celebrar porque estaba seguro de que se iba”.
El jonrón de Soler también entró en la lista histórica como el cuarto de todos los tiempos por un bateador de los Bravos en el Juego 4 de la Serie Mundial. El último había sido de Fred McGriff en el Juego 4 de 1996, pero durante una derrota por 8-6 de Atlanta contra los New York Yankees.
“Mis compañeros me preguntaban que si tenía frío, pero yo les decía que no, que estaba caliente, porque estaba haciendo swings dentro del clubhouse”, dijo Soler sobre cómo mantuvo el enfoque ofensivo antes de golpear su segundo jonrón en Series Mundiales, con el cual sobrepasó a 13 bateadores de la franquicia, incluyendo a leyendas como Chipper Jones (1 HR/69 PAs) y Eddie Mathews (1 HR/62 PAs).
“Desde el segundo inning estaba haciendo swing en el dugout, y así me mantuve trabajando”. En una noche donde sus compatriotas Yuli Gurriel y Yordan Álvarez se convirtieron en la primera dupla cubana con al menos cuatro boletos combinados en un juego de Serie Mundial, Soler se robó el show en una sola aparición al plato.
¿Cuántos bateadores habían logrado el hito en la historia durante un Juego 4? Soler calificó como el séptimo en jonronear durante sólo un turno, ¡pero ha sido el único que le dio la ventaja 3-2 a su equipo!
Con la serie 3-1 a su favor, los Bravos podrían convertirse en los nuevos campeones del Clásico de Otoño, 26 años después de haber conquistado su primer título de Serie Mundial desde que la franquicia se mudó a Atlanta. Una vez más, la presencia de los peloteros cubanos fue impactante, protagonizando grandes momentos en estos playoffs.
Esta vez, Jorge Soler volvió a ser el héroe de la ciudad, poniendo a un paso del ansiado título a los Bravos de Atlanta.
“Las emociones están por los cielos”, dijo emocionado Soler. “Sólo trataremos de ganar el juego de este domingo y celebrar aquí, en casa”.
(Foto: Jorge Soler/Getty Images)
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