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Foto del escritorYirsandy Rodríguez

¿Pueden los Alazanes seguir extendiendo su dinastía de títulos en el reciente lustro?

—Con cuatro títulos en las últimas seis temporadas, los Alazanes de Granma buscarán mantener la dinastía de títulos en el béisbol cubano.



Esa era la pregunta que se hacían varios fanáticos de los Alazanes y otros equipos en varios grupos de Facebook cuando se reveló el posible lineup de los actuales campeones nacionales del béisbol cubano. “¿Podrán los Alazanes de Martí volver a conquistar el título de la Serie Nacional?”, repitió más de un usuario en el debate.


El tono de las notificaciones en los temas de la 62 Serie Nacional se ha ido activando por estos días en los estadios virtuales, luego de la efervescencia que generó cada tendencia del ya clásico #TeamAsere. Sí, no es un error: aún varios fanáticos de los Alazanes, les dicen “el equipo de Carlos Martí”, recordando al legendario manager granmense que condujo a la dinastía de cuatro coronas nacionales en las últimas seis temporadas.


Luego de registrar más de 1500 éxitos —1,509, para ser exactos— dirigiendo equipos a lo largo de 46 años desde su debut al frente de Serranos en la 16ta Serie Nacional (temporada 1976-77), Martí cerró su gloriosa carrera con seis títulos: uno en Selectivas, cuatro en Series Nacionales, y el más reciente comandando al team de Agricultores en la I Liga Élite del Béisbol Cubano (LEBC).


El primer cetro en el honorable palmarés de Martí, fue en la VII Serie Selectiva (1981) como manager de Orientales (38-22), torneos donde se concentraba un altísimo nivel competitivo, con los mejores peloteros de la liga cubana. Casi una década después, entre 1988 y 2015, Martí logró conducir al equipo en 10 ocasiones rumbo a los playoffs, pero la mejor ubicación fue un tercer lugar en 1989.


La actuación en las cinco campañas —1990, 1992, 2000, 2003 y 2015) donde los Alazanes terminaron en el cuarto puesto demostraron que el equipo exhibió generaciones competitivas, aunque una y otra vez les faltaba imponerse con el extra de los campeones. Aun así, Martí no cedió en el empeño. “Este equipo será exitoso, su momento tiene que llegar”, me dijo minutos después de perder por 4-1 la Semifinal de la 54 Serie Nacional, admitiendo una barrida como visitantes contra los Tigres de Ciego de Ávila.



Martí, tan sereno como contundente, contestó preguntas con su acostumbrada amabilidad y tono afable, uno de los rasgos más notables que definen su personalidad. “Confianza”, expresó firmemente, “confianza… aunque no se pudo hacer el trabajo”, cuando le preguntaron por qué había mantenido a Guillermo Avilés como tercer bate del equipo, a pesar de que el talentoso inicialista se había visto limitado de 18-0 con cinco ponches contra los lanzadores avileños.


Dos años después, en el mismo escenario del estadio José Ramón Cepero, los Alazanes de Martí comenzaron su galopada histórica a la gloria del béisbol cubano. La venganza fue histórica: barrieron a los Tigres de Ciego de Ávila, quienes buscaban el tricampeonato en fila y, desde entonces, los Alazanes no han perdido una serie de postemporada. En la 57 Serie Nacional (temporada 2017-18) derrotaron a los Leñadores de Las Tunas, y han aniquilado a los Cocodrilos de Matanzas durante las últimas dos finales.


El heredero de ese legado será Leonardo Soto, ex coach de banca de Carlos Martí, quien dirigirá a los Alazanes de Granma a partir del próximo miércoles cuando se inaugure oficialmente la 62 Serie Nacional del Béisbol Cubano. Soto atesora la sobrada experiencia de haber estado junto a Martí como miembro del cuerpo de dirección en múltiples temporadas durante la última década. Cuando se escuche la voz de playball, Soto se convertirá en el noveno manager en la historia del equipo, aunque apenas el tercero durante la última década.*


*Martí dirigió ocho de las últimas 10 campañas de los Alazanes, y las tres anteriores fueron conducidas por Indalecio Alejandrez (2011-2014).



¿La complexión de los Alazanes podría mantener al equipo en la élite?


Sin dudas, desde el día inaugural, los Alazanes aún sobresalen como uno de los equipos más balanceados para ir en busca de su tercer título en fila. Eso sí, está claro que no están preparados para asumir la baja del cátcher Iván Prieto, quien decidió no regresar tras la eliminación del team Cuba en el V Clásico Mundial de Béisbol.


Prieto, de 26 años, no solo impactó entre los receptores de élite en la liga, al promediar el segundo OBP (.410) más alto —solo superado por el cienfueguero Richel López, quien promedió .449— y dejar el cuarto mejor registro en porcentaje de cogidos robando (50% 29/29). Durante las últimas dos temporadas, se encargó prácticamente de la receptoría en los Alazanes de Granma, sumando 994 innings a la defensiva, un promedio de 7 ⅔ entradas en 130 partidos.


A pesar de haber comenzado su carrera sin ser titular con los Cachorros de Holguín, Prieto asumió el reto de unirse como cátcher regular de los Alazanes. En poco tiempo, la conexión que logró con todo el equipo se hacía notar. Los lanzadores comenzaron a tomar cada vez más confianza cuando guiaba el pitcheo, tanto en la habilidad de encuadre como su perspicacia para afrontar cada desafío conduciendo los matchups detrás del home.


Como ocurrió en la pasada 61 Serie Nacional, tras el regreso de Ariel Pestano Jr. a Villa Clara, la receptoría de los Alazanes pudo haberse visto afectada sin Prieto. Obviamente, para este año, eso no quiere decir que el joven Gumersindo Cisneros esté incapacitado para recibirle a los lanzadores granmenses como titular de la posición número “2”. Sin embargo, sabemos que la responsabilidad de asumir tal reto será bien exigente. Cisneros, de 19 años, en su primera semana como regular podría sobrepasar todas las entradas que acumula a la defensiva en su carrera de dos Series Nacionales (52 ⅔ innings en 42 partidos).


Además de la receptoría, los Alazanes no podrán contar con los primos Santos, Raico y Roel, quienes se alistan para regresar a cumplir sus contratos en la Liga Mexicana de Béisbol. Ante ese par de ausencias, la buena noticia para los actuales monarcas del béisbol cubano, es que Alfredo Despaigne abrirá como titular en el Opening Day.


Según adelantó Soto al narrador comentarista Yunel Hernández Batista, el versátil Yosbany Millán será el leadoff, cubriendo esta vez en el leftfield. Luego le seguirán Osvaldo Abreu (3B) —marcó ocho empujadas ante Matanzas el año pasado—, Guillermo Avilés (1B), Alfredo Despaigne (DH) y Carlos Benítez (2B), quienes fortalecerán el centro del lineup. Alexquemer Sánchez (RF), Darián Palma (CF), Yulián Milán (SS) y Gumersindo Cisneros (C) cerrarán la tanda baja. Aquí me detengo. Y esta es una interesante razón, que probablemente sea una de las claves en el Opening Day para los lanzadores de Matanzas: Benítez bateará detrás de Despaigne, lo cual podría abrir más de un turno al bate con corredor en circulación.


Sin la respetable presencia de Despaigne delante, Benítez promedió apenas .188 (32-6) en 11 de los 12 juegos de Granma contra Matanzas durante la pasada campaña. Su OBP de .404 fue alto, producto de 12 bases por bolas en 47 apariciones al plato, pero los lanzadores matanceros consiguieron anular su swing. Al final, Benítez dejó de remolcar a 19 de los 23 corredores que encontró en posición anotadora.


Entonces, buena pregunta: ¿dónde estuvo parte de la fórmula del éxito de los Alazanes contra el pitcheo matancero? Sí, detrás de Benítez, en el ímpetu de Alexquemer Sánchez, quien remolcó 12 carreras y degustó el banquete de 25 corredores vistos en posición anotadora, enviando al plato al 40% de ellos. O sea que, prácticamente sin los Santos, ni Despaigne, y con Benítez congelado madero en mano, los Alazanes pudieron imponerse.


Por supuesto, el pitcheo fue uno de los puntos claves, sobre todo ayudados por la defensa en las jugadas que definen la grandeza dentro de las líneas de cal: Granma minimizó a 15.6% de inefectividad a los Cocodrilos en turnos de “clutch”. Lanzando más bases por bolas (43) que ponches (41), y con una brillante defensiva fildeando para .983 —promedio ilusorio a día de hoy en Series Nacionales, donde se promedia por debajo de .975—, Martí y los Alazanes resolvieron el empate del poderoso team matancero dirigidos por Armando Ferrer.


Aún es demasiado temprano para vaticinar quién ganará la 62 Serie Nacional cubana. Pero si de algo podemos estar seguros, es que el legado de Carlos Martí continuará, eternamente: Y bajo el mando de Leonardo Soto, los Alazanes intentarán galopar nuevamente hasta la cúspide del béisbol cubano.


(Foto: Portada/Yoan de La Peña. Carlos Martí y foto del equipo de los Alazanes/Oscar Alfonso)

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