Decepcionante labor de elenco nacional cubano en choque de despedida de la ronda clasificatoria
Toda esperanza de la selección cubana de béisbol categoría U18, de asistir a la Copa del Mundo 2023 quedó desvanecida este lunes, cuando su similar de Nicaragua la aplastó 9-0, en el choque de despedida de la ronda clasificatoria del torneo premundial o panamericano, clasificatorio al evento mundialista y que se celebra desde el pasado viernes en Baja California del Sur, México.
Con la derrota, Nicaragua y Cuba resultan los dos elencos eliminados por el Grupo A del torneo, tras ambos acumular balance de 1-2, mientras México y Panamá tomaron los dos boletos clasificatorios mundialistas, con igual marca de 2-1.
Para Cuba y su béisbol constituye otra derrota aplastante. Es cierto que los de la isla pudieron haber sido los primeros clasificados mundialistas por el grupo, de no haber estos caído en el choque inaugural por margen estrecho de 2-1 antes los anfitriones. Sin embargo, una derrota como la de este lunes, en choque donde Cuba solo necesitaba la victoria para dejar fuera precisamente a la selección de casa, no tiene justificación alguna y se une a una larga lista de fracasos internacionales de nuestro béisbol a todos los niveles, el más reciente durante la IV Copa del Mundo U23, en donde la selección del patio ancló en el puesto 10 entre 12 elencos, solo por delante de los "menos" beisboleros Alemania y Sudáfrica.
Seis entradas de paridad y luego...
El choque resultó un duelo de lanzadores entre los abridores, el derecho Joshua Quezada, por Nicaragua, y el zurdo Darío Sarduy, por Cuba. Ambos se enfrascaron en un duelo a ceros durante las primeras cinco entradas, con Quezada aceptando cinco indiscutibles con un boleto y 8 ponches, mientras Sarduy no se quedaba atrás, limitando a los Nicas a solo un indiscutible con 3 boletos y 5 ponches.
En el sexto, el derecho Deybi Castro tomó la lomita por Nicaragua, tras los 96 lanzamientos de Quezada. Y Castro no lo hizo nada mal, limitando a la ofensiva cubana a dos hits con un boleto y concediendo un ponche, para de paso acreditarse el triunfo.
Cuba vio a Sarduy caminar una entrada más, un sexto inning en donde el abridor cubano no tuvo dificultades, ponchó a otros dos bateadores para extender su total a siete, mientras al segundo bateador de la entrada lo retiraba en primera sin asistencia. En su extraordinaria labor, Sarduy acumuló 98 lanzamientos, 55 de ellos strikes, y dio paso al relevo con la pizarra aún mostrando una igualada a cero.
Y es aquí cuando el pitcheo cubano se desplomó. El primer relevista, el derecho Jan E. Cabrera, a la postre el perdedor, inició el séptimo episodio golpeando al tercer bate y antesalista, Melvin Pérez, quien se movió a segunda en sacrificio del cuarto madero y designado, Jheferson Cortéz y anotó por sencillo remolcador al derecho del quinto bate y jardinero central, Derek Loáisiga. El mentor cubano, Severo Crespo, no esperó más y trajo al derecho Orisbel Borges para enfrentar al sexto hombre, Christopher Valenzuela, y este lo recibió con sencillo al derecho que movió a Loáisiga a tercera base, mientras acto seguido el jardinero izquierdo Denzel Rivas remolcaba la segunda con sencillo al izquierdo. Un fielders choice dejó las almohadillas repletas con todavía un solo out, y un boleto al torpedero y noveno bate, Bryan Munguia, empujó la tercera del inning. Las carreras hubieran sido suficientes para el triunfo nicaraguense, pero estos pusieron otras seis anotaciones en la entrada, que fueron el golpe mortal para el equipo cubano, carreras que tuvieron como colofón un Grand Slam del primer bate Melvin Pérez, ante el cuarto relevo de Cuba, el derecho Daniel Ruíz.
Hay que decir que Cuba tuvo oportunidades ofensivas de abrir el marcador en cinco de las primeras seis entradas del juego, sin embargo, nunca el batazo oportuno llegó ante el indiscutiblemente dominante abridor nica y su primer relevo. En los dos primeros innings los cubanos colocaron hombres en segunda base ante Quezada, pero en el primero Julio C. Pérez se tomó ponche para cerrar el inning, y en el segundo Eugenio D. Rodríguez fue retirado de pitcher a segunda a primera, para también terminar la entrada. En el tercero, Cuba llegó a colocar corredores en las esquinas, pero nuevamente el receptor Julio C. Pérez no pudo responder, esta vez eliminado en elevado al jardín derecho. En el quinto, Boris J. Madrazo y Samuel Martí golpearon indiscutibles consecutivos con solo un out, pero un fielders choice de Daniel D. Díaz sacó de circulación a Madrazo en tercera base para el segundo out, mientras el abridor Quezada metía el brazo con su octavo ponche del choque, este ante el jardinero central cubano, Marco A. Argudín. En el sexto, Yandro Hernández largó doble ante el relevista Castro, pero este último terminó retirando a Yassel C. Izaguirre en elevado a las manos del segunda base, un batazo que ganó increíblemente categoría de double play, al Hernández encontrarse movido en la segunda almohadilla, para así preservar el empate. La última oportunidad de los cubanos, esta vez de al menos quitarse la blanqueada de encima llegó en la séptima entrada, por boleto a José L. Cerece y sencillo de Martí, pero con ya dos outs en el inning, Daniel D. Díaz cedió el último out del encuentro en elevado a la inicial.
De manera desafortunada, el elenco cubano no pudo aprovechar una gran oportunidad de lograr el boleto mundialista, cuando solo debía jugar tres choques por el Grupo A y ni siquiera debía medirse al ausente República Dominicana. El triunfo de Panamá, en la noche de ayer domingo, 6-2 sobre México, colocó al elenco del itsmo en posición de clasificación, mientras un triunfo de Cuba ante Nicaragua hubiera dejado fuera a México, cuando la regla de desempate entre estos elencos se hubiera aplicado.
Los cubanos ahora deberán esperar que culminen las acciones del Grupo B, para jugar la ronda de consolación por los puestos del quinto al noveno.
(Foto: Semanario Jit)
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