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¿Podrán las Avispas de Santiago de Cuba revertir su racha negativa y mantenerse como contendientes?

Por supuesto, el manager de las Avispas de Santiago de Cuba, Heriberto Rosales, no quisiera ni pensar que un final como el del año pasado podría repetirse en los últimos 16 juegos de esta 60 Serie Nacional del béisbol cubano.


Durante diciembre en la pasada 59 Serie, las Avispas perdieron 14 de sus 19 partidos y permitieron 103 carreras —5.42 por juego—, producción que arrojó un diferencial negativo de (-23). Si seguimos revisando la historia y nos remitimos hasta la 53 Serie, podemos encontrar cómo las Avispas también terminaron con marca perdedora en sus últimos 24 desafíos al igual que el año pasado:


2014: 7-17

2019: 6-18


Regresión total. Con marca negativa de 13-35, ahí podemos apreciar el resultado de dos temporadas insuficientes. ¿Pero sabes qué ha sido aún más alarmante? Revivir de nuevo, sin dudas, la peor tendencia que podrían sufrir equipos contendientes a los playoffs: No poder desafiar a sus rivales con la misma fuerza y poderío en la recta final del calendario.


Y eso le ha sucedido a Santiago de Cuba en sus últimas dos temporadas después del juego número 58 del torneo. O sea, durante sus últimos 32 encuentros —este año 17, para sumar 75—, que viene siendo el tercio final de una campaña pactada a 90 partidos, las Avispas no han podido rematar.


La correlación de ganados y perdidos que se inclina hacia la sombra de los “scores adversos” logra describirlo en números: Santiago de Cuba ha ganado sólo 21 de sus 61 partidos después del Juego 58 del campeonato en esta “Era de los Refuerzos”.


Obviamente, tanto el historial de descalabros como la marca de 21-40 ilustran cada debacle del team santiaguero en los últimos años. Sin embargo, cuando abundas en los números, el resultado llega a ser aún más decepcionante: Han jugado para marca de 6-10 en juegos decididos por una carrera, y 11-27 cuando ese margen se extendió a tres.


El diferencial de carreras es otro de esos aspectos que expone el que, incluso para esta recta final de la 60 Serie Nacional, será el gran reto de las Avispas santiagueras: Anotaron 294 carreras, pero permitieron 373, para un diferencial extra negativo de (-79).

Así pues, lo preocupante no ha sido exactamente la cantidad de reveses sufridos por las Avispas en el último tercio de campeonato, sino qué harán para poder evitar otro descalabro colectivo. Durante los últimos 10 partidos —ocho de ellos sin el centerfielder Yoelkis Guibert—, Santiago de Cuba anota 5.0 carreras por juego y permite casi siete (6.6).


El staff de pitcheo está trabajando para 6.54 ERA, con más bases por bolas lanzadas (50) que ponches (32), 15 pelotazos tirados y 10.8 hits permitidos por cada nueve innings. Para colmo, la defensa santiaguera registra .965 en su porcentaje de fildeo, con 14 errores (12 de los infielders) y siete bases robadas admitidas en 11 intentos.


Como se puede apreciar, cada indicador colectivo expresa las averías de las Avispas, que también ha resumido el poder de sus sluggers del lineup en el swing del explosivo intermedista Santiago Torres, quien acumula los únicos dos jonrones del equipo en 389 apariciones en home totales desde el pasado 29 de noviembre.


A nivel general, vale señalar que el lineup de las Avispas no ha sido realmente limitado: Promedian .385 OBP, con 50 bases por bolas recibidas —a promedio de cinco por partido—, pero han dejado de remolcar a 117 de los 151 que llegaron a posición de anotar. Se están embasando con frecuencia en parte debido a las averías del pitcheo rival, ¿y de qué sirve si el batazo oportuno no llega?: Suman más bateo para double play (15) que carreras impulsadas del empate o la ventaja (12).


En su rotación de abridores, el manager Rosales ha podido contar con la contribución de Alberto Bisset, quien ha ganado dos de los tres juegos de Santiago de Cuba durante lo que va de este mes. Sin embargo, Bisset (.351) es parte de los cinco abridores de seis que han sido bombardeados en sus más recientes salidas: Dany Betancourt (.474), Uber Luis Mejías (.556), Luis Fonseca (.500), Carlos Font (.324) y Pedro Agüero (.297).


Al no resistir las ventajas y brindar durabilidad menor a las cuatro entradas en sus respectivas aperturas, el talentoso cerrador del equipo, Yunior Tur, no ha podido aparecer con más frecuencia para preservar ventajas y salvar juegos —acumula dos en cuatro relevos y desde el 29 de noviembre le han promediado .136—.


Después de una derrota (6-4) este sábado ante los Indios de Guantánamo, las Avispas han perdido siete de sus últimos diez encuentros, pero aún tienen por delante 16 juegos para colarse entre los ochos clasificados a la postemporada.


Las Avispas jugarán sólo dos de las restantes seis sub-series en casa, tres duelos contra Holguín y dos ante Las Tunas. El resto, serán cuatro viajes consecutivos, para enfrentarse a Granma (serie de tres partidos), Sancti Spíritus (dos), Pinar del Río (dos reprogramados) e Isla de la Juventud.


Tras 26 juegos fuera de casa, el rendimiento de Santiago de Cuba ha sido más favorable (14-12) que el resultado cuando juegan como home club (17-16). Sin embargo, de nada servirá si las Avispas no pueden mantener el paso ganador y colarse en zona de clasificación.


A estas alturas, otro resultado negativo pasará al reprochable historial de fracasos de las Avispas santiagueras durante la recta final de la temporada.

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