—Los Leñadores de Las Tunas se convirtieron en los primeros clasificados a Semifinal tras barrer a los Tigres de Ciego de Ávila.
Finalmente, la historia de dominio cambió: 11 años después de perder su primer playoff contra los Tigres de Ciego de Ávila, los Leñadores de Las Tunas completaron una barrida por 4-0 en la serie de Cuartos de Final en esta 62 Serie Nacional del Béisbol Cubano. Con el éxito por 5-1 este miércoles en el estadio José Ramón Cepero, los Leñadores dirigidos por Abeisy Pantoja se convirtieron en el primer equipo clasificado a las Semifinales.
A diferencia de la serie de Cuartos de Final de 2012, cuando los Tigres remontaron tras estar debajo por 3-1, los Leñadores exhibieron un nivel de juego muy superior al equipo avileño. Más allá de las estadísticas “cuantificables”, el resultado final del Juego 4 reveló una vez más por qué los Tigres no pudieron imponerse ni siquiera en un desafío. Todos sus fundamentos del juego de béisbol, al final, derivaron en fracasos: ningún abridor logró una salida de calidad, varios fildeadores estuvieron lejos de ofrecer una cobertura defensiva de élite, y el bullpen fue un reflejo del inconsistente paso durante la temporada regular.*
*Aunque el juego de los Tigres develó más noticias decepcionantes que halagüeñas, no podía pasar por alto un momento para el recuerdo, cuando el infielder avileño, Yorbis Borroto, se despidió de la afición tras fallar con elevado al torpedero durante la octava entrada en su último turno al bate en Series Nacionales. Borroto recibió el abrazo de sus compañeros camino al dugout de los Tigres, pero también recibió un afectuoso saludo del manager Abeisy Pantoja, quien gentilmente fue a felicitarlo en nombre de los Leñadores.
Al margen de todas esas averías, el bateo de los Tigres, la fuente de energía que impulsó al equipo hasta los playoffs, quedó a deber contra la rotación tunera. Los Leñadores fueron más consistentes, sin duda alguna, sobre todo apoyándose en su artillería ofensiva y un bullpen altamente eficaz, pero desenlaces como el del octavo inning del Juego 4 matizaron la debacle de los Tigres. ¿Recuerdas? Con el juego empatado a una carrera, el inagotable Yosvany Alarcón abrió la entrada con sencillo de línea al left y, acto seguido, en cuenta de 0-1, Roberto Súliban Baldoquín roleteó por segunda.
El intermedista de los Tigres, Rubén Valdéz, se movió rápidamente para capturar el rodado. Nadie pudo haber visto mejor que Valdéz la rápida carrera de Alarcón buscando la segunda almohadilla. De hecho, cuando Valdéz recogió el rodado a la izquierda de su posición anterior —estaba jugando cerca de la segunda base para una posible doble matanza—, Alarcón había ganado un tramo suficiente como para llegar safe. Sin embargo, Valdéz giró a última hora y, cuando parecía que tiraría a la inicial, readaptó el movimiento y pivoteó hacia la intermedia. El resultado de la jugada era obvio: Alarcón llegó safe a segunda. Pero eso no fue lo peor, sino que el tiro errado de Valdéz fue imposible de controlar por el torpedero Michel Arteaga y la pelota terminó escapándose hacia lo corto del left field.
En un santiamén, con un rodado de rutina donde la defensa de los Tigres tenía al menos una posibilidad de out, los Leñadores colocaron par de corredores en posición anotadora: Alarcón en tercera, y Baldoquín en segunda. Luego, el manager Yorelvis Charles mandó a Rafael Viñales para la inicial por base intencional, y se llenaron las almohadillas. El resultado final de la entrada derivó en cuatro carreras, todas inmerecidas a los registros del diestro Luis Alberto Marrero.
Si analizamos el inning sin la pifia tanto física como mental de Valdéz y otro error del lanzador Yadir Rangel en tiro a home, los Tigres habrían salido de el octavo capítulo con idéntico empate a una carrera. Y esa es la esencia del béisbol: anotar y evitar carreras. Todavía me sorprende que los Leñadores no hayan conectado jonrones en 180 apariciones al plato durante los cuatro juegos de esta serie de Cuartos de Final. Pero, de la manera en que jugaron al béisbol, los batazos de vuelta completa no fueron necesarios. Al final, la fórmula ofensiva de Abeisy Pantoja les brindó los resultados esperados: consiguieron remontar en el momento clave, combinaron suficientes turnos de calidad —sobre todo con un imponente promedio de .356 con corredores en bases—, y no perdonaron las imprecisiones defensivas de los Tigres.
A ese eficiente team work, se suma el exquisito trabajo del staff de lanzadores, donde sobresalieron nuevamente Rodolfo Díaz y Kenier Ferráz como los relevistas más eficientes del bullpen. Por esta vez, la principal figura del equipo, Alberto Pablo Civil, no pudo estar a la altura de su dominio extendido durante las últimas temporadas, pero sin dudas volverá a ser una de las piezas claves entre los relevistas tuneros en la Semifinal.
Tras la clasificación luego de sus cuatro éxitos, los Leñadores se unen a la lista de nueve equipos que han logrado al menos una barrida en series de Cuartos de Final, aunque entraron en la historia como el segundo con marca de 4-0, detrás de los Tigres de Ciego de Ávila, quienes vencieron a los Indios de Guantánamo para avanzar a Semifinales en la 49 Serie Nacional. De cualquier manera, con récord o no, lo más importante para los Leñadores fue dar un paso más hacia la conquista del título nacional en esta 62 Serie, y haber barrido a los Tigres se convierte en un golpe aún más gratificante.
La venganza está firmada.
(Foto: Leñadores de Las Tunas/Periódico Las Tunas)
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