Si algo ha sido clave para los Tigres durante la última década, es la consistencia con que logran vencer a sus rivales en casa. Y, si recuerdas, ese fue uno de los principales problemas que afrontó Yorelvis Charles durante su debut como manager en la pasada campaña: El equipo inició jugando más de un mes fuera de casa.
Debido al azote de la COVID-19 en la “Tierra de la Piña”, el team de Ciego de Ávila debió jugar casi un tercio fuera del estadio José Ramón Cepero, incluyendo partidos donde les tocaba ser home club. Obviamente, no creo que esa sea la justificación para haber terminado en el onceno lugar por segundo año consecutivo. Pero es justo señalar que el desajuste colectivo de los Tigres a inicios de temporada fue fatal para el ritmo y la armonía del equipo durante la pasada 60 Serie Nacional.
Así pues, esa es una de las razones por las que intento ver más allá de lo mostrado por los multicampeones en el Opening Day de este martes, tras el éxito 4-0 sobre los Leñadores de Las Tunas. Una vez más, el diestro Yander Guevara respondió como el lanzador titular que encabezó la rotación en varios grandes juegos de playoffs que ganaron los Tigres durante la pasada década.
En 7 ⅔ innings, pudimos ver algunas cosas llamativas como esta: Yander admitió 10 hits, pero casi completa ocho ceros contra el poderoso lineup de los Leñadores, aunque sufrieron las ausencias de Yuniesky Larduet y Andrés Quiala, quienes cumplen sus respectivas sanciones por el altercado en la Semifinal del año pasado contra Yadir Drake y los Cocodrilos de Matanzas.
Puedes pensar que no fue dominante. También que hubo buenas conexiones sin suerte, combinado con una impecable defensa de los Tigres. Pero además, también hay que reconocer el punto de inflexión aquí: Yander Guevara sabe sacar el out “bueno”, al bateador que puede hacerle daño, y eso lo convierte en un gran competidor. Por los Leñadores, Carlos Juan Viera no estuvo en su tarde de gala. Los Tigres lograron buenos zarpazos que no pasaron de cinco hits y tres carreras, pero fueron suficientes.
Ciego de Ávila decidieron el juego en el primer tercio, anotando una rayita durante tres entradas consecutivas del segundo al cuarto capítulo: Sencillo de Rubén Valdéz que remolcó a Yuddiel González en el segundo inning, otro cañonazo de Osvaldo Vázquez, y wild pitch de Viera, para abrirle las puertas del home a Alfredo Fadraga. Un elevado de sacrificio de Raúl González produjo la cuarta carrera de los Tigres en el séptimo, antes de que el cerrador Yovany Ávalos se apuntara su primer salvamento de la temporada.
Fue un buen debut para los Tigres, pero está claro que se trata de un solo partido, y aún les quedan varios retos para intentar volver a la élite del béisbol cubano.
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