En el béisbol, hay algunas noticias que te sorprenden… y otras no. Así que, cuando Ariel Sánchez azotó un lanzamiento del diestro abridor de los Elefantes, Luis Serpa, para abrir el score 1-0 este martes a favor de los Cocodrilos en el primer inning, ¿pensaste que veríamos tantas carreras? Bueno, hay dos maneras de decir “sí” o “no”, que al menos estén documentadas.
Estos dos escenarios:
Sí: El pitcheo de los Elefantes permitió 6.1 carreras por partido en la pasada campaña.
No: A pesar de exhibir las peores tasas de strikeouts (3.6 K/9) y bases por bolas (5.6 BB/9), el pitcheo cienfueguero admitió la segunda frecuencia más baja de jonrones por cada flyball+línea (28.2), quedando detrás de los Alazanes de Granma (30.5).
Esos fueron dos puntos influyentes que, desde mi visión, marcaron tendencia antes del juego. Pero luego llegó el playball, y la peor versión que podrían mostrar los lanzadores cienfuegueros comenzó a rodar. ¿Recuerdas que Ariel puso el partido 1-0 con un doble? Bueno… ese fue sólo el inicio de la masacre ofensiva de los Cocodrilos, quienes anotaron 11 carreras en el primer inning y, luego, antes de que los lanzadores cienfuegueros unieran sus esfuerzos para sacar 10 outs, pasearon nueve veces más por el home del parque Victoria de Girón.
Los sureños hicieron su mayor esfuerzo por responder a la paliza que terminó registrando 11 extra bases (siete dobles y cuatro jonrones). Sin embargo, es razonable que al no contar con César Prieto, Daniel Pérez, Luis Enrique González y Félix Rodríguez, quienes irradiaban potencial ofensivo de calibre, los Elefantes que jugaban para (12-17) en los últimos cinco años ante Matanzas, se notaran indefensos en varios compases del juego. El rally de cinco anotaciones en el segundo inning incluso se quedó corto con la producción de tercero y cuarto bate de los Cocodrilos: Jefferson Delgado (4-3, dos dobles, jonrón y 4-RBIs) y Javier Camero (3-1, jonrón y 3-RBIs), quienes se combinaron para golpear dos bombazos y hacer sucumbir la casilla de las RBIs (7).
Y, por supuesto, como deberían hacer todos los buenos competidores, Matanzas no se conformó con la ventaja de 10 carreras. Los Cocodrilos recibieron par de ceros, en el segundo y el cuarto inning, que parecían ofrecerles más inspiración ante el regreso de la fanaticada al estadio Victoria de Girón: Todos los bateadores titulares marcaron al menos un hit, una anotada y, lo más sorprendente: ¡Todos remolcaron carreras!
Viviendo su sueño con los Cocodrilos, el zurdo espirituano Yamichel Pérez cumplió la promesa de ganar, aunque su apertura no fue de calidad. El poder del 20/20 terminó resplandeciendo en la pizarra del Palacio de los Cocodrilos, ese par de números apretados de hits (21) y carreras (20) con dobles dígitos, suficientes para propinarles a los Elefantes el primer súper nocaut de esta 61 Serie Nacional del béisbol cubano.
Y entonces, cuando Juan Miguel Soriano se ponchó ante Yamichel para el out final a las 3:33 de la tarde (hora local), llegaron las preguntas por doquier: ¿Esto ha sucedido antes? ¿Parece interminable haber visto 20 carreras y sólo nueve outs en secuencia? Sí, el poder de 20/20 es impactante, y finalmente deberías saber que… ¡fue un récord absoluto!
De acuerdo, aún no he olvidado que Santiago de Cuba venció por 24-0 a Camagüey en el día de apertura de la 49 Serie Nacional, con par de Grand Slams de Alexei Bell en la primera entrada ante envíos de Vicyohandry Odelín y el zurdo Dunieski Álvarez. Pero hubo una diferencia entre la hazaña de la “Aplanadora 2.0” que comandó Antonio Pacheco y los Cocodrilos dirigidos por Armando Ferrer: Las Avispas batearon 18 hits, y los yumurinos sacudieron 21 en sólo 33 veces al bate durante cuatro innings a la ofensiva. La diferencia en “contexto” es que aquel juego de 2009 fue el debut de Santiago de Cuba en el Opening Day, pero esta vez Matanzas ya había obtenido una victoria en el día inaugural contra los actuales campeones nacionales, los Alazanes de Granma.
Al final, para los Cocodrilos fue la quinta ocasión que fabrican al menos 20 carreras en Series Nacionales, aunque sólo la segunda combinada con 20 o más hits. La anterior fue hace 26 años y 22 días, una paliza de 21-6 frente a Villa Clara, el 3 de enero de 1996 en el estadio Augusto César Sandino. De los 16 hits, 10 fueron extra bases (seis dobles, un triple y tres jonrones), y 15 de las 21 remolcadas se registraron tras los swings de Alberto Díaz (5), Michel Abreu (5) y Julio Germán Fernández (5). ¡Historia!
Ahora los Cocodrilos han anotado 52 carreras en sus últimos cuatro partidos contra el pitcheo de Cienfuegos, y lo peor es que será bastante difícil romper la racha adversa de 0-4 si el staff sureño no logra dominar.
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