Creo que la edición sorpresa de “Lo nunca visto” en la Serie Nacional cubana era bastante fácil de notar al final de los juegos de este martes: hubo un montón de carreras por doquier, a excepción del duelo en que Guantánamo superó por 5-4 a Holguín. Antes de llegar al conteo final del día, estaba pensando en lo desproporcionado que ha vuelto a ser todo.
En la pasada 62 Serie Nacional —especialmente durante la postemporada—, los jonrones se perdieron del panorama beisbolero. Los Leñadores de Las Tunas, quienes se coronaron campeones, llegaron a la final con un solo jonrón. El MVP de la temporada regular, Osday Silva, conectó más vuelacercas (3) que Camagüey (0) y Sancti Spíritus (uno: de Alejandro Escobar) en 527 apariciones al plato combinadas.
Sí, a excepción del poder de Silva, podía darse por sentado que ningún pitcher correría peligro contra cualquier tanda de bateadores. Hace un par de semanas, cuando Alexei Ramírez regresó al estadio Latinoamericano para enfrentar a Industriales, Luis Giraldo Casanova dijo algo que tiene mucho sentido: “el béisbol es diferente cuando la bola es viva”. Al final del camino, se jugaron varios partidos reñidos en la postemporada de la 62 Serie Nacional. La rivalidad no faltó, pero el pobre bote de la pelota Teammate-190 era desconcertante.
Este año, las tendencias han tomado un ritmo totalmente contrario. Desde las explosiones de los lanzadores en el Opening Day, era de esperar que el pitcheo no pudiera contener la despiadada ofensiva. Aun así, ninguna nota oficial de los organizadores o los fabricantes ha revelado un cambio en la pelota Teammate-190. Se dice que sigue siendo la misma bola del año pasado, pero los porcentajes de jonrones y extra bases nos demuestran todo lo contrario. La semana pasada escribí una columna donde, con lujo de detalles, puedes analizar qué tan absurdo ha sido justificar gran parte de la oleada ofensiva debido a la inconsistencia de los lanzadores.
Como prometí, volveré con un análisis a medida que tengamos más muestras. Ahora, la gran historia a seguir es nuestra edición de “Lo nunca visto”, y creo que sabes cuál es la razón: en cinco de los siete juegos del martes, se anotaron al menos 20 carreras combinadas entre ambos equipos. ¡Eso fue realmente bestial!
Así comenzó todo: Industriales anotó cuatro carreras en la primera entrada contra Mayabeque, Matanzas azotó a Villa Clara con un rally de cinco, y Camagüey cruzó el plato tres veces ante Granma. Extrañamente, Santiago de Cuba y Pinar del Río no se anotaron carreras en la primera entrada, pero las Avispas armaron un rally de cinco anotaciones en el inicio del segundo capítulo. He aquí los resultados finales:
Santiago de Cuba 11, Pinar del Río 10: 21 carreras, 5 jonrones, y 26 hits (5 bateadores con multi-hits) combinados.
Industriales 13, Mayabeque 7: 20 carreras, 3 jonrones, y 24 hits (5 bateadores con multi-hits; el novato de Industriales, Roque Tomás, conectó de 6-5) combinados. Mayabeque fue el único equipo de esta selección sin bateadores con multi-hits.
Artemisa 16, Cienfuegos 4: 20 carreras, sin jonrones, y 26 hits (7 bateadores con multi-hits) combinados. Los Cazadores anotaron 10 carreras en el inicio del segundo inning, y eso fue un golpe mortal.
Matanzas 17, Villa Clara 8: 25 carreras, sin jonrones, y 30 hits (11 bateadores con multi-hits) combinados. Por Matanzas, los primeros cinco titulares registraron multi-hits, además de un jugador suplente (el torpedero Adrián Pérez). Los Cocodrilos parecen estar despertando a la ofensiva en sus últimos partidos, la mejor noticia para el manager Armando Ferrer mientras sus lanzadores intentan recuperarse. El duelo contra Villa Clara parecía decidido en el primer inning cuando el abridor Osdany Rodríguez tiró 32 pitcheos y no sacó outs. Los cinco bateadores que enfrentó se embasaron, y todos cruzaron el plato. Aun así, con ventaja por 6-0, el novato Roilán Averohff no pudo completar las cinco entradas. Para colmo, Villa Clara cometió seis errores.
Camagüey 12, Granma 8: 20 carreras, 2 jonrones, y 33 hits (10 bateadores con multi-hits) combinados. Leonel Moas Jr. remolcó (4) un tercio de las carreras del equipo, y el outfielder Michael Thompson conectó un jonrón de dos carreras, que dio ventaja por 5-1 a los agramontinos. Para los Toros, fue la novena victoria consecutiva, racha que los ha colocado en el segundo lugar de la tabla de posiciones con marca de 9-4. Sí, aún están 10 juegos por debajo de la mejor seguidilla del equipo en la historia, y pronto estaremos hablando sobre eso aquí.
Entonces, ¿qué te pareció esa impresionante cantidad de carreras? Seguro te estás preguntando si esos abultados marcadores combinados se habían visto en una misma jornada alguna vez. Ya sabes, esta columna se trata de eso: “Lo nunca visto”, así que la respuesta es… ¡No, por supuesto! En días de siete u ocho juegos en Series Nacionales, nunca se habían registrado cinco desafíos con marcadores combinados de 20 carreras o más. La irrupción ofensiva de mayor carreraje había quedado en dos días históricos:
-28 Serie Nacional, martes 17 de enero de 1989, cuando la mitad de los ochos juegos se terminaron con marcadores combinados de al menos 20 carreras:
Santiago de Cuba 29, Sancti Spíritus 16
Industriales 16, Forestales 11
Henequeneros 14, Metropolitanos 13
Granma 11, Guantánamo 10
*El duelo Ciego de Ávila vs Las Tunas, donde vencieron los Tigres por 10-9, se quedó a una carrera de ampliar el récord colectivo.
-61 Serie Nacional, martes 5 de abril de 2022. También se jugaron ocho partidos, y cuatro de ellos terminaron igualando las marcas de 1989:
Matanzas 17, Santiago de Cuba 13
Granma 14, Cienfuegos 6
Pinar del Río 17, Ciego de Ávila 4
Industriales 12, Camagüey 8
Con tanto carreraje, creo que la próxima columna de “Lo nunca visto” en la Serie Nacional volverá pronto. De hecho, las carreras vía jonrón han aumentado un 4% en comparación con la tasa de 17% el año pasado, y esa podría ser otra de las tendencias predominantes al término del primer tercio de la temporada.
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