El desenvolvimiento de los bateadores cubanos en esta temporada 2023 ha sobrepasado las espectativas y viene marcando pautas para el futuro camino de otros jugadores de la isla en la Gran Carpa
La versión original de esta historia (The Never Seen) de nuestro autor Yirsandy Rodríguez aparece en Inglés en Inside BaseballdeCuba
Cuando batean elevados, es inevitable pensar en la posibilidad de que sus swings conduzcan a un jonrón.
Por supuesto, es prácticamente improbable que un bateador haya conectado jonrones por más del 15-20% al final de una temporada completa de Grandes Ligas. Pero, como sucede cuando los bateadores de poder entran a la caja de bateo, la sensación que nos invade no es la de recordar sus índices de jonrones. Instintivamente, somos conscientes de su poder. Sabemos que en el escenario peligroso puede surgir un error de comando del lanzador.
Al final, sea cual sea el resultado, ese sentimiento no cambiará. Y eso es precisamente lo que ha sucedido esta temporada con un pequeño grupo de bateadores, entre ellos, cuatro cubanos: Luis Robert Jr. (38 HR), Adolis García (38), Jorge Soler (36) y Yordan Álvarez (31). Todos ellos han pegado más de 30 jonrones. Sí, Robert Jr. y Adolis están bastante cerca de conectar 40, pero solo les quedan cuatro juegos durante este final de la temporada regular.
Aun así, el hecho de que haya cuatro bateadores cubanos con al menos 30 jonrones este año ha marcado un récord nunca visto en la historia de las Grandes Ligas. Los récords anteriores habían sido tres, todos desde la temporada de 2016:
2016: Yoenis Céspedes, Kendrys Morales, Yasmany Tomás
2019: José Abreu, Yuli Gurriel, Jorge Soler
2021: José Abreu, Yordan Álvarez, Adolis García
El récord individual para una sola temporada lo ostenta Jorge Soler, quien conectó 48 jonrones para los Kansas City Royals en 2019. Por cierto, Soler jugó en los 162 juegos ese año y completó la marca en el último día de la temporada regular: cuando conectó un jonrón solitario en la primera entrada contra el abridor de los Mellizos, el zurdo Martín Pérez. Ese jonrón del 29 de septiembre de 2019, por el jardín izquierdo del Estadio Kauffman, también rompió el récord anterior de bateadores cubanos. Fue una marca de 20 años, establecida por Rafael Palmeiro con los Rangers de Texas, al conectar 47 jonrones en la temporada de 1999.*
*Palmeiro había batido el récord de José Canseco, quien conectó 46 jonrones con los Azulejos de 1998.
Bienvenidos a la nueva era del poder cubano
Bueno, cuando el swing de Yordan Álvarez hizo crujir la recta de cuatro costuras de Bryce Miller para iniciar la cuarta entrada este miércoles, no podía dejar de pensar en el progreso de los bateadores cubanos. A menudo intentamos buscar las razones por las que están teniendo tanto éxito. Y sí, muchas métricas nos apuntan a algunas respuestas. Pero más allá de las estadísticas que nos dan señales sobre el progreso de un bateador, no podemos olvidar la experiencia. El aprendizaje es una de las claves que necesita un bateador para tomar conciencia de lo que significa desafiar a los lanzadores al nivel de Grandes Ligas.
La forma en que cada bateador se ha enfocado en hacer ajustes. Y ahora vemos el resultado individual. Cómo cada bateador trazó su filosofía para desarrollarse y progresar. Los resultados dan crédito al talento y constancia de cada jugador que por fin empieza a conseguir sus objetivos.
En parte, todo este camino ha sido notablemente difícil para los beisbolistas cubanos. Todos han tenido que abandonar su país, dejar atrás a sus familiares y amigos. La mayoría de ellos no han podido regresar a Cuba y probablemente no lo volverán a hacer. Es una situación difícil. Las barreras van más allá del deporte. Pero junto a esto poco se habla del desarrollo de los jugadores cubanos. La forma en que suelen enfrentarse a un sistema completamente diferente al de la obsoleta liga cubana. Aún así, cuando parece que el proceso será imposible, entonces escuchamos todas estas hazañas de los peloteros cubanos en el escenario principal del béisbol.
El éxito habla por sí solo. La noche del miércoles fue uno de esos momentos. Yordan Álvarez descorchó otro swing salvaje y conectó un jonrón de 442 pies por el jardín central del T-Mobile Park. El jonrón empató el marcador 1-1 al inicio de la cuarta entrada. Luego los Astros nunca volvieron a perder el liderato. Ganaron 8-3 el miércoles por la noche, en un partido crucial que los mantiene en la batalla por el comodín de la Liga Americana. Unos 15 minutos después, la siguiente explosión que se escuchó fue en el Angel Stadium. Después de conectar un doble que le dio a los Rangers una ventaja de 1-0 en el primer inning, Adolis García conectó un jonrón solitario para iniciar la tercera entrada.
En menos de dos entradas y 20 minutos, Adolis y Yordan conectaron dos jonrones claves para sus respectivos equipos bajo la presión que ha traído este final de temporada regular. Así lo han hecho durante todo el año. Y creo que una de las grandes noticias es que no han estado solos. Si nos guiamos por diversas proyecciones, las expectativas sobre el poder de los bateadores cubanos podrían generar aún más titulares. Robert Jr. acaba de establecer un nuevo récord personal de jonrones. También estableció nuevos récords de jonrones para los jardineros centrales en la historia de los White Sox. Y, por si todo esto fuera poco, hay otra línea relevante: 16 de sus 38 jonrones han llegado con el marcador empatado.
En otras palabras, Robert Jr. ha conectado el 42% de sus 38 jonrones para poner delante en el marcador a los desastrosos Medias Blancas de esta temporada. Siguiendo con más récords personales, hay otros nombres en la lista de bateadores cubanos de este año:
Yordan Álvarez ha pegado 31 jonrones en apenas 111 juegos. Sus 97 carreras impulsadas en ese lapso de una sola temporada también constituyen un récord personal. Yordan tiene 31 jonrones, pero ha jugado 34 partidos menos que Robert Jr. y 32 menos que Adolis. Mire que estadística más interesante: en sus primeros 111 juegos de esta temporada, Robert Jr. había registrado 30 jonrones, y Adolis 29. Ambos estuvieron por debajo de la proyección de Yordan Álvarez, y además, acumularon menos carreras impulsadas: Robert Jr. (64), y Adolis (89).
Adolis García tuvo 31 jonrones, la mayor cantidad de su carrera, desde su temporada de novato en 2021. El año pasado, conectó 27 jonrones. ¡Este año ha conectado 11 jonrones más! Con el jonrón del miércoles por la noche contra los Angelinos, también aumentó los máximos de su carrera en carreras anotadas y carreras impulsadas a 106, respectivamente.
Yandy Díaz conectó nueve jonrones en 2022. Su récord en jonrones era de 14, durante la temporada 2019. Este año ha logrado 21. Pero eso no es todo. Hay que sumar otros récords personales: 94 carreras anotadas, 35 dobles y 76 impulsadas. Asimismo, es muy probable que Yandy acabe con récord renovado en su línea de bateo: lo hace para .328/.408/.515, con OPS de .923.
Randy Arozarena superó sus dos marcas de 20 jonrones durante las temporadas 2021 y 2022 y ha conectado 23 este año. Está a una carrera anotada de igualar su récord de 94 (2021) para una sola temporada, mientras que ha impuesto nuevas marcas en boletos (77) y porcentaje de embase (.363).
Lourdes Gurriel Jr. había conectado 21 jonrones en 2021. La temporada pasada, la última con los Azulejos, bajó peligrosamente a cinco en 121 juegos. Este año ha alcanzado 24 en 141 juegos durante su primera temporada con los D-backs. Además de los jonrones, Gurriel Jr. también tiene varias marcas personales este año: 34 dobles, 33 bases por bolas, 65 carreras anotadas, 140 hits y 250 bases totales. Está a un juego de establecer otro récord personal y a tres carreras impulsadas de superar las 84 que registró en 2021.
Así es: no se trata sólo de nuevos récords de jonrones. Para varios de los bateadores cubanos más brillantes del presente, esta temporada ha sido histórica por sus múltiples récords personales. Es decir, hemos disfrutado de “lo nunca antes visto”.
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