Dentro del dominio colectivo de las Avispas de Santiago de Cuba, logrando el bicampeonato entre 2007 y 2008, hubo un protagonista que convirtió cada turno al bate en un show a lo largo de la 47 Serie Nacional: Alexei Bell Quintero.
Para entonces, el outfielder santiaguero de 25 años, entraba en la historia como el primer bateador que superaba las marcas de 30 jonrones y 100 remolcadas en Series Nacionales. Bell, implantó nuevos récords con 31 jonrones y 111 empujadas en 416 viajes por el plato, destrozando los 28 bambinazos del tunero Joan Carlos Pedroso (2002-2003). Pero además, también le dio fin al reinado impuesto por Javier Méndez (2002-2003) y Yuli Gurriel (2005-2006) en impulsadas, quienes habían acumulado 92 en la 42 y 45 Series, respectivamente.
De principio a fin, “Tato” Bell parecía indetenible. El día inaugural —el domingo 2 de diciembre de 2007—, decidió el match contra Industriales en el estadio Guillermón Moncada, pegándole un Grand Slam al diestro Ebris Pablo Martínez. Y, 104 días después, el 15 de marzo de 2008, también frente a la fanaticada santiaguera, bateó el jonrón número 29, que marcó nuevo récord nacional.
Su rendimiento luego de 102 partidos contando los que jugó en la postemporada, ha sido inalcanzable desde entonces: Produjo línea de .367/.466/.726/1.192 (AVG/OBP/SLG/OPS), con 21 dobles, 7 triples, 36 jonrones, 108 carreras anotadas, 124 remolcadas, 25 bases robadas y 68 bases por bolas. En toda su extensión, desde la producción a base de poder y la velocidad, el gran año de Bell sobresale como una de las temporadas más dominantes de todos los tiempos en la pelota cubana. Además de los 31 jonrones, la marca de 25 bases robadas lo hizo trascender como el primer pelotero cubano que lograba inaugurar el Club “25-25”, con al menos 25 bases robadas e igual número de jonrones.
Sin embargo, cuando parecía que sería difícil alcanzar la categoría de Bell, como único miembro del “30-100” y el “25-25”, cuatro años después, ya habían entrado al Club Yuli Gurriel (2010) y Alfredo Despaigne (2012). Aunque, eso sí: Ambos sobrepasaron el nivel de “30-30”, pero no la ilustre cifra de “25-25” en jonrones y robos, extendida dos años después de que Yulieski lograra 27 jonrones y 21 bases robadas en la 45 Serie Nacional (2005-2006).
Yuli sobrepasó el “30-100” con 30 jonrones y 105 remolcadas en 2010, mientras Despaigne elevó las cifras a 36 y 105, implantando el nuevo récord en jonrones, vigente hasta día de hoy. Si se trata de números, la ventaja de Bell es obvia con 111 remolcadas intocables aún, pero de cualquier manera eso no define totalmente quién pudo ser más exitoso y productivo para su equipo.
A menudo, se suelen subvalorar cifras menores sin apreciar el valor que realmente protagonizaron dentro de las victorias, y quizás este podría ser alguno de esos casos. Por eso aquí viene una pregunta interesante para analizar: ¿Qué medidor pudo haberle dado ventaja a Yuli Gurriel sobre Bell y Despaigne? O… ¿Por qué las 111 RBIs de Bell no tienen comparación?
¿Todos los jonrones de AD54 fueron decisivos? ¿Quién definió mejor las situaciones de presión? ¿Cuál por ciento de los jonrones o las remolcadas fueron más productivos?
Hay varias preguntas, ¿verdad? Interrogantes que ahora intentaremos resolver. Obviamente, los récords incluyen todo tipo de registros. O sea, lo mismo entraría un jonrón cuando el equipo está perdiendo por 10 carreras que, quizás, tres remolcadas en un juego ya decidido.
Entonces, la cantidad nunca define la “calidad”. Y, para saber quién registró la temporada más productiva, necesitamos buscar el mayor nivel de “calidad” y aporte de cada jugador a su equipo. ¡Vamos a definir esto!
He aquí los líderes en varias categorías ofensivas importantes:
Rprd (Carreras producidas): Alexei Bell, 176
AVG (Promedio ofensivo): Yuli Gurriel, .363
OBP (Porcentaje de embasado): Alfredo Despaigne, .479
SLG (Slugging): Alexei Bell, .722 wOBA (Porcentaje de embasado ponderado): Alfredo Despaigne, .508
R% (Porcentaje de anotadas): Alexei Bell, 33.3%
SO% (Menor/Tasa de strikeouts): Yuli Gurriel, 8.4%
BB% (Mayor/Tasa de bases por bolas): Alfredo Despaigne, 20.4% ISO (Poder Aislado): Alfredo Despaigne, .369
OPS+ (OPS ajustado a la liga): Alexei Bell, 206
OPS (con bases limpias): Alexei Bell, 1.196
OPS (con corredores en bases): Yuli Gurriel, 1.305
HR (con bases limpias): Alfredo Despaigne, 16
HR (con corredores en bases): Yuli Gurriel, 22
VIEV (Veces que impulsó el empate o la ventaja): Yuli Gurriel, 27
RBIC% (Porcentaje de carreras impulsadas de calidad): Yuli Gurriel, 25.7%
En estos 16 medidores, Yuli Gurriel salió con ventaja de seis, mientras Bell y Despaigne se quedaron con cinco. Sin embargo, la idea aquí no fue escoger esas métricas para buscar un balance equilibrado o a un ganador, sino analizar quiénes fueron más productivos. Y, para definir eso, el impacto de las carreras impulsadas sigue siendo crucial.
El RBIC%, dominado por Yuli Gurriel, podría ser el camino, ya que calcula el porcentaje de las empujadas válidas para el empate o la ventaja del equipo. El valor de RBIC% (se calcula dividiendo las impulsadas del empate o la ventaja entre el total del jugador), es que delimita qué impulsadas fue realmente válida para ganar juegos y cuál no. Define calidad, no cantidad y, a pesar de que Yuli Gurriel se quedó por detrás en varios medidores, concentró sus impulsadas para responder en momentos claves.
-RBIC%
2010: Gurriel, 25.7% (27 VIEV/105 RBI)
2012: Despaigne, 23.8% (25 VIEV/105 RBI)
2008: Bell, 21.6% (24 VIEV/111 RBI)
La ventaja de Yuli Gurriel estuvo en su rendimiento con corredores en bases, situaciones que aprovechó para definir varios partidos. Aquí podemos comparar las líneas ofensivas:
Yuli Gurriel: .408/.494/.811/1.305, .360 BABIP, 6.8% SO, 9.4% HR, 34 XBH, 14.5% XBH
Alfredo Despaigne: .361/.536/.750/1.286, .328 BABIP, 9.6% SO, 8.0%, 30 XBH, 12.0% XBH
Alexei Bell: .356/.463/.698/1.161, .339 BABIP, 9.3% SO, 6.5% HR, 33 XBH, 13.4% XBH
El promedio de .408 y su impresionante slugging de .811 le ayudaron a Yuli Gurriel para producir con corredores en circulación, pero al mismo tiempo, su baja tasa de strikeouts (6.8%), el alto BABIP (.360), su tasa de jonrones (9.4%) y la frecuente producción de extra bases (14.5%) fueron claves.
También vale recordar que, en 2010, el equipo de Sancti Spíritus logró récord en su historia con marca de 63-27 y, como evaluamos con RBIC%, Yuli Gurriel fue uno de los principales bateadores de la alineación.
El mundo de las estadísticas y el análisis es inmensamente amplio, pero siempre hay argumentos que sobresalen con más preponderancia detrás de los números. Y si somos veraces para reconocerlos y ubicarlos en contextos adecuados, podemos apreciar realmente cuál fue más eficaz.
De cualquier manera, la ventaja aquí demostrada en productividad por Yuli Gurriel dentro de los protagonistas del “30-100”, no intenta borrar las temporadas récords de Bell (111 RBIs) y Despaigne (36 HRs), con marcas intocables aún vigentes en el béisbol cubano.
Aunque, si me dieran a escoger, también reconocería el brillante rendimiento de Yulieski en 2010, exhibiendo el gran impacto de sus habilidades en varios parámetros cruciales que contribuyen para un equipo en busca del éxito. ¿Cuál temporada fue más productiva entonces? ¿A quién le darías los honores si de productividad se trata?
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