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Lecturas de Postemporada: El ‘Clásico’ de estos tiempos

Esperábamos una jornada maratónica de cuatro juegos de playoff, pero el Juego 2 entre Pinar del Río y Sancti Spíritus fue suspendido por lluvia. De cualquier manera, hubo tres desafíos más. ¡Vamos al béisbol!

 

 

Matanzas 7, Granma 1

Sí, esta serie promete traer una gran rivalidad: Los Alazanes de Granma han ganado el título nacional en sus últimas cuatro series de playoffs. En cada una de ellas eliminaron a los Cocodrilos de Matanzas:

 

2017: Semifinal (7 Juegos) 4—3: GRA-MTZ

2018: Semifinal (5 Juegos) 4—1: GRA-MTZ

2021: Final (6 Juegos) 4—2: GRA-MTZ

2022: Final (7 Juegos) 4—3: GRA-MTZ

 

La única vez que Matanzas abrió ganando el Juego 1 fue en 2018, cuando el zurdo Yoanis Yera encabezó una victoria por 7-1.

 

No es un error: Los Cocodrilos vencieron este viernes por 7-1 con Yera en el montículo lanzando una salida de calidad de seis entradas donde admitió apenas cinco hits, ponchó a seis oponentes y otorgó solo dos boletos. Así que, una historia similar a la de 2018 se repitió, aunque esta vez en el estadio Mártires de Barbados.

 

Ahora la gran pregunta aquí es si por primera vez en la historia los Cocodrilos podrán tomar ventaja de 2-0 contra los Alazanes en una serie de playoff. Del Juego 3 en adelante, Granma tiene marca de 11-6 en playoffs contra Matanzas, así que veremos si esa historia puede cambiar.

 

Por el momento, los Cocodrilos lucieron dominantes contra la adormecida ofensiva de Granma. Los Alazanes batearon solo siete sencillos, cuatro combinados de Osvaldo Abreu (3-2) y Raico Santos (4-2). Alfredo Despaigne se fue de 3-1 (el sencillo fue por el infield) con dos ponches, y Guillermo Avilés de 4-0, entregando un rodado para doble play.

 

El poder de los Alazanes de momento se esfumó, y me pregunto si se estará jugando esta postemporada con la misma pelota Teammate de la temporada regular. No, seguramente es que se trata de solo un desafío perdido, y una muestra pequeña de bolas puestas en juego. Tal vez se trata simplemente de volver a tomar el ritmo, pero lo cierto es que la ofensiva de los Alazanes ha encabezado titulares durante toda esta temporada.

 

Con el regreso al mando del manager Ángel Ortega, Granma se convirtió en el octavo equipo de la historia con un promedio de bateo de .330. Sin embargo, aún les queda otro reto que romper: el equipo de Villa Clara que promedió para .337 en la temporada regular (1994-1995) de la 34 Serie Nacional ha sido el único que luego logró coronarse campeón nacional.

 

Volviendo al tema del bote de la pelota, esto es lo que dicen los números hasta ahora:

 

Frecuencia de jonrones por cada aparición al plato en la temporada regular: 57.1

Frecuencia de jonrones por cada aparición al plato en estos playoffs: 67.5

 

La diferencia parece significativa, aunque este es solo el comienzo. Esperemos a tener una muestra mayor y analizar qué impacto tiene más sentido: si la influencia de los primeros abridores de las rotaciones en estos playoffs, o si en realidad se trata de un efecto proporcionado por un menor bote de la pelota.

 

Cuando Yera terminó su apertura de seis entradas tenía ventaja por 3-1, pero los Alazanes no pudieron ofrecer resistencia y Matanzas decidió el juego con un rally de tres carreras en el inicio del sexto.

 

Por los Alazanes, el diestro César García soportó cinco carreras en seis entradas. García realmente no se caracteriza por impresionar a los rivales con una bola rápida imponente, pero el hecho de ponchar a un solo bateador (Yoisnel Camejo) fue fatal mientras 10 de sus 27 oponentes llegaron a bases.

 

Ariel Sánchez encabezó la ofensiva de los Cocodrilos con tres remolcadas, y el veterano diestro Noelvis Entenza cubrió las últimas tres entradas sin permitir carreras. Sin tener que utilizar más de un relevista de su bullpen, Matanzas logró una cómoda victoria en el Juego 1. ¿Se repetirá este dominio en el Juego 2? ¿No habrá otro lanzador que pueda dominar a los Alazanes como lo hizo Yoennis Yera? Esas son dos buenas preguntas para ver qué sucede este sábado en el estadio Mártires de Barbados.

 

Las Tunas 2, Ciego de Ávila 1

Mis sospechas sobre el pobre bote de la pelota en esta postemporada continuaron después de ver el juego de la tarde entre Matanzas y Granma. Creo que, primeramente, deberíamos destacar las actuaciones del veterano diestro de los Tigres, Dachel Duquesne, y el joven zurdo de los Leñadores, Eliander Bravo.

 

Duquesne y Bravo extendieron un duelo de pitcheo durante seis entradas sin permitir carreras hasta que Rodolfo Díaz relevó a Bravo en el inicio del séptimo. En esas primeras seis entradas, Duquesne ponchó a solo dos oponentes (Denis Peña abriendo el segundo inning, y a Jeans Lucas Baldoquín en el inicio del quinto). Bravo registró solo uno, a Liosvany Pérez, cuando los Tigres colocaron corredores en tercera y segunda con dos outs.

 

Como es fácil apreciar, hubo outs con bolas puestas en juego, líneas que se desvanecían, y elevados intrascendentes. La primera carrera del juego fue producida por un sencillo de Osmani Linares en el inicio del séptimo inning. Una entrada más tarde, Yosvany Alarcón puso de pie a la fanaticada de los Leñadores con un jonrón solitario que empató el marcador 1-1.

 

Tras la salida de Duquesne, Kevin Soto no pudo mantener la ventaja mínima al permitir el jonrón de Alarcón. Soto, quien ha sido uno de los principales abridores del equipo, fue reemplazado por otro miembro de la rotación, Luis Alberto Marrero. ¿Tres abridores usados en menos de nueve entradas? Sí, el manager de los Tigres, Dany Miranda, estaba buscando una victoria en el Juego 1 de cualquier manera. ¿La razón para tanta urgencia? Las Tunas había ganado ocho de sus últimos nueve juegos de playoffs contra Ciego de Ávila. Los Leñadores también tenían una racha activa de cinco victorias consecutivas.

 

Marrero ponchó a Yudier Rondón (había dos corredores en posición anotadora) para cerrar la novena y mantener el empate 1-1, pero los Tigres no pudieron anotar carrera en el inicio del décimo. Gustavo Brito y Osvaldo Vázquez se poncharon con bases llenas, y los Leñadores decidieron el juego en el final de la décima entrada con sencillo walk-off de Yosvany Alarcón.

 

Santiago de Cuba 8, Industriales 6

Creo que, para quienes disfrutamos las mejores épocas del Clásico entre Industriales vs Santiago de Cuba en Series Nacionales, las comparaciones con estos tiempos son indescriptibles. Sabemos que los jugadores de ambos equipo se entregan al máximo y la rivalidad se mantiene en el terreno de juego, pero el nivel de la liga a día de hoy está viviendo sus peores momentos.

 

Este viernes fue uno de los días más críticos: se cometieron nueve errores entre los dos equipos, SIETE de Industriales, igualando el récord para un juego de playoff, que era de los Alazanes de Granma. Pero esa no fue la peor noticia para los Leones, quienes desperdiciaron la meritoria actuación en seis entradas de Rafael Orlando Perdomo. Tras la derrota por 8-6, los Azules de la Capital han caído tempranamente debajo por 0-2 contra las Avispas.

 

Con apenas siete sencillos, Santiago de Cuba anotó ocho carreras contra los lanzadores de Industriales. Perdomo dejó el juego con ventaja por 5-4 tras lanzar seis innings donde admitió cuatro carreras y ponchó a seis oponentes. Su último lanzamiento del juego (el número 101) le costó dos carreras decisivas. En cuenta de 1-2, Perdomo lanzó una curveball al centro de la zona de strike, y Alexander Llanes golpeó un sencillo remolcador de dos carreras con bases llenas.

 

En un juego donde a Industriales los errores les costaron cuatro de las ocho anotaciones que anotó Santiago de Cuba, una carrera de ventaja no parecía suficiente sin sus principales relevistas disponibles en el bullpen. Errores del right fielder Roque Tomás (se le escapó un elevado) y el relevista José Ernesto Pérez (no pudo atrapar un rodado manso delante del montículo) derivaron en carreras durante el final de la séptima entrada. Y, un inning más tarde, otras dos marfiladas del torpedero Ángel Alfredo Hechevarría fueron claves en un rally final de dos carreras de las Avispas.

 

Una vez más, la ofensiva de Industriales se apagó en los finales del juego. El veterano Alberto Bisset se encargó de sacar los últimos cuatro outs con un relevo clave ponchando a Roberto Álvarez para cerrar el octavo.

 

Tras el rally de tres carreras en el inicio del quinto, Industriales logró una sola anotación en el resto del juego (Alberto Calderón por wild pitch con dos outs en el inicio del octavo). Cuando chequeas el Box Score, parece como si un montón de números estuvieran fuera de lugar: Industriales registró más errores (7) que carreras (6), conectaron 13 hits (10 contra el abridor Yosiel Serrano) y dejaron a 14 corredores en bases.

 

En dos juegos, la tanda de 6-7-8, Ariel Hechevarría, Alfredo Rodríguez y Roberto Álvarez se ha ido de 15-0 con corredores en posición de anotar. Quizás te sorprenda, pero en las oportunidades de esa tanda de bateadores ha estado el principal porcentaje de probabilidad de carreras perdidas. Álvarez (ha sido octavo y noveno bate del equipo) se ha ido de 7-0 con corredores en posición anotadora, con más apariciones registradas que Yasiel Santoya (2-0), Yasmany Tomás (2-0) y Oscar Valdés (2-0), quienes han ocupado los turnos 3-4-5 en la alineación.

 

Después de dos aperturas aceptables de Andy Vargas y Rafael Orlando Perdomo, quienes lanzaron seis entradas, el bullpen ha permitido siete carreras en 4 ⅓ innings. Sin el bateo de clutch suficiente para apoyar al staff de pitcheo, unido al caos defensivo, Industriales volverá a casa.

 

Santiago de Cuba ya tiene garantizado la mitad del camino rumbo a la Semifinal, pero aún tendrá que demostrar su dominio en el Clásico de estos tiempos. 

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