¡Es tiempo de playoffs en la Serie Nacional cubana! Así que, obviamente, tendremos mucho de qué hablar durante las próximas tres o cuatro semanas, si las condiciones climatológicas lo permiten.
Comencemos hoy con un análisis de lo que sucedió en la apertura de los playoffs de Cuartos de Final.
Pinar del Río 8, Sancti Spíritus 0
Hay algo que me encanta en el béisbol y es cuando veo en el Box Score el tiempo de juego. Usualmente, el tiempo promedio de un juego en el béisbol cubano suele sobrepasar las 3 horas. Me llama la atención ver el tiempo de un juego porque, casi siempre, los duelos de lanzadores suelen ser rápidos.
De cualquier manera, el punto interesante aquí es que podemos cuantificar la duración de un juego, pero ese registro no siempre nos llevará a saber cómo se decidió. ¿Cuál fue el momento clave? ¿Fue al principio o al final? ¿Qué jugada lo cambió todo? Por supuesto, casi siempre terminamos recordando que el béisbol es impredecible.
Sabes cómo comienza un desafío, pero nunca cómo terminará. Hay juegos rápidos que resultan aburridos, sin casi nada interesante que llame la atención. También hay partidos casi interminables, y aun así se disfrutan, porque están cargados de momentos emocionantes.
Esos fueron parte de mis pensamientos durante las primeras cuatro entradas de este jueves en el Juego 1 de la serie de Cuartos de Final entre Pinar del Río y Sancti Spíritus. Desde el inicio del partido, creo que la principal expectativa estaba en ver cuándo explotaría la gran ofensiva de Pinar del Río contra los lanzadores de Sancti Spíritus. No tengo dudas de que los Gallos lucharán hasta el final, pero el potencial de los Vegueros es superior.
Así que todo parecía cuestión de tiempo. Y el juego lo demostró después de tres entradas sin carreras en el concurrido parque Capitán San Luis. Los Gallos tuvieron oportunidades de salir delante en el marcador, pero una de sus principales deficiencias se reprodujo durante el inicio del cuarto episodio: llenaron las bases y el hit impulsor nunca apareció.
Sancti Spíritus bateó para .237 con corredores en posición anotadora durante la temporada regular, el 12do peor promedio en la liga. Esta fue la situación: El legendario Frederich Cepeda abrió el inning con doble conectando el primer lanzamiento, y Alexis Varona negoció un boleto. Luego de un out, Duniesky Barroso conectó sencillo al right —sí, tal vez otro corredor en lugar del veterano Cepeda habría anotado desde segunda— para llenar las bases.
Después de 13 ⅓ innings consecutivos sin permitir carreras contra los Gallos este año, el zurdo pinareño Branlis Rodríguez volvió a imponer su dominio: en cuenta de 2-2 ponchó a Daniel Jesús González, quien se quedó mirando una curveball de 76 mph que rotó hacia la esquina de afuera. Y, cuatro pitcheos después, Branlis repitió la dosis para ponchar a Yadiel Guerra con otra curveball.
Realmente no creo que deberíamos llamar a esa cuarta entrada “el inning clave” de los Gallos, pero si hubieran aprovechado sus oportunidades con corredores en posición anotadora, tal vez el destino habría sido otro. En cambio, no pudieron anotar, y Pinar del Río tomó ventaja en el final de la cuarta entrada contra el zurdo Yohannys Hernández.
Un error en tiro del torpedero Rodolexis Moreno con dos outs abrió las puertas del plato para Jorge Yoan Rojas, quien inició la entrada golpeando sencillo al center. Una vez más, las imprecisiones defensivas les costaban carreras a los Gallos, quienes terminaron encabezando la liga con 22% de anotaciones sucias permitidas—el resto de los equipos promedió apenas 15%, y ninguno superó el 20%.
En el final del quinto inning, un error en fildeo del antesalista Lázaro Fernández permitió que Alexei Ramírez llegara a salvo a la inicial. Con un out y dos corredores en bases, William Saavedra subía al plato por tercera vez en la tarde. Saavedra había fallado en sus dos primeros turnos con corredores en bases. Así que, obviamente, la situación de juego era un momento clave para el zurdo Yohannys Hernández, quien venía con el historial de haber vencido a Pinar del Río en la temporada regular.
El coach de pitcheo de los Gallos, Freddy González, salió rápidamente para aconsejar a Hernández. Los fanáticos se pusieron de pie, pidiéndole un jonrón a Saavedra. Eran incontables los seguidores que estaban intentando captar las emociones del momento.
Hernández comenzó el enfrentamiento contra Saavedra lanzando una bola rápida baja, fuera de la zona de strike. Saavedra solo se quedó mirando el recorrido del lanzamiento. Parecía estar confiado de que la bola rápida de apenas 83 mph no volvería a superar la destreza de su swing. El segundo pitcheo fue una curveball baja y pegada, a solo 75 mph.
En cuenta de 2-0, Saavedra conectó un rodado de foul tras halar otra curveball pegada. Y luego vino el lanzamiento decisivo. La oferta de Hernández fue otra curveball pegada, pero esta vez Saavedra haló a sus anchas: golpeó un elevado a lo profundo del left field, y la fanaticada de los Vegueros enloqueció.
Se sabía que el batazo era jonrón desde que salió:
Para Saavedra, fue su 26to jonrón en playoffs del béisbol cubano, registro que lo coloca a uno del líder histórico, otro bateador de Pinar del Río, Omar Linares (27). “El Niño” Linares necesitó 100 partidos y 430 apariciones al plato, mientras Saavedra llegó en su juego 80 y la PA 326. Antes del jonrón, Saavedra ya era dueño de múltiples categorías ofensivas en la historia de la postemporada, así que las notas destacadas apenas comienzan:
(Liderando entre bateadores con al menos 200 PA en playoffs)
SLUGGING: .633
ISO: .315
PA/HR: 12.9
Cuando aún Saavedra no había terminado de saludar a sus compañeros delante del dugout de tercera, Yasser Julio González crujió otro lanzamiento de Hernández y conectó un jonrón a lo profundo del center field.
Back-to-back!
Pinar del Río 5, Sancti Spíritus 0. Como se sintió desde el principio, era cuestión de tiempo. El esperado impacto ofensivo de los Vegueros apareció en el final de la quinta entrada y prácticamente decidió el juego. La desesperanza invadía el rostro de los jugadores de Sancti Spíritus. Dos swings cambiaron el rumbo del juego en un abrir y cerrar de ojos.*
*El jonrón de Yasser Julio fue su cuarto en esta temporada contra los Gallos, y el noveno de Pinar del Río en seis juegos.
En el final del octavo, Saavedra remolcó dos carreras más para registrar cinco en el juego, y Lázaro Emilio Blanco conectó un sencillo que amplió la ventaja de Pinar del Río por 8-0.
Branlis Rodríguez tiró 6 ⅔ innings sin permitir carreras y extendió su racha a 16 ⅔ IP con 11 ponches contra los bateadores de Sancti Spíritus. Al final, los Gallos llevaron a un solo corredor hasta tercera base en el resto del juego, y terminaron de 10-0 con hombres en posición anotadora. Ese pobre rendimiento fue notable, pero he aquí un número que podría definir esta serie de Cuartos de Final: los lanzadores de Sancti Spíritus no poncharon a ninguno de sus 42 oponentes en el Juego 1.
El cuerpo de pitcheo más exitoso sin contar con lanzadores ponchadores fueron los Tigres de Ciego de Ávila que se coronaron campeones en 2016: terminaron con marca de 8-3 en 11 juegos, y una tasa de 3.7 K/9 (41 K y 39 BB en 100 innings). En la historia de las Series Nacionales no ha habido un equipo campeón con un staff de lanzadores que haya registrado menos ponches.
La capacidad de poner la bola en juego fue la principal clave del éxito en la ofensiva de Pinar del Río: fueron primeros en HR% (3.4) con corredores en bases durante la temporada regular, y el equipo que menos se ponchó (10 K%). Los números hablan por sí solos. Los equipos sin armas para ponchar a este lineup de Pinar del Río, difícilmente podrán vencerlos.
Santiago de Cuba 6, Industriales 4
Para aspirar a ganar en estos playoffs, hay varias claves que necesitará Industriales:
1) Buscar como sea posible el éxito en la apertura del diestro Andy Vargas, el lanzador abridor que mayor probabilidad de victoria ofrece en la rotación.
2) Conseguir los hits claves con el apoyo ofensivo de sus principales bateadores. Por su rango: Yasmany Tomás, Yasiel Santoya, Oscar Valdés, Alfredo Rodríguez, y los veloces Alberto Calderón, Ángel Alfredo Hechevarría, Ariel Hechevarría y Roberto Álvarez. Usualmente, ellos tienen toda la presión y el equilibrio en el lineup de los Azules.
3) Apoyar el pitcheo con un buen trabajo defensivo, incluyendo la insistencia en que los lanzadores cuiden a los corredores.
4) Lanzar strikes, y evitar cuantas bases por bolas sean posibles.
5) Lanzar strikes, y evitar cuantas bases por bolas sean posibles.
A mi entender, el punto No. 4 usualmente vuelve a repetirse, porque suele ser uno de los que provoca la explosión de los lanzadores de Industriales. Evitar las bases por bolas y los conteos desfavorables ha sido el gran reto para el joven pitcheo de Industriales durante todo el año. Esas tendencias no cambiaron este jueves en el Juego 1 de la serie de Cuartos de Final entre Industriales y Santiago de Cuba.
Sí, el duelo terminó con un sensacional walk-off jonrón del bateador designado Harold Vázquez, quien destrozó una curveball del diestro Leodán Reyes en el final de la novena entrada.
El cierre del juego fue tan inesperado como espectacular ante la gran afición que colmó el estadio Guillermón Moncada. Vázquez había sido un out seguro durante toda la noche: llevaba de 4-0 con un ponche y dos rodados al infield. Apena golpeó con fuerza (la mejor conexión que bateó fue un fly out al jardín derecho con bases llenas y dos outs en el final del quinto). Su swing se quedaba o muy atrás, o se iba delante.
Cuando Vázquez subió al plato tras el doble de Eduardo García con un out en el final del noveno inning, el cátcher Oscar Valdés miró rápidamente para el dugout. Por sus señales, parecía preguntar si era una opción caminar intencionalmente a Vázquez.
La respuesta fue “no”. El manager Guillermo Carmona prefirió que Reyes enfrentara a Vázquez con corredor en segunda, en lugar de lanzar contra Euclides Pérez con dos hombres en bases y la posibilidad de jugar para doble play. En el béisbol casi todo tiene sentido, pero el resultado a veces suele ser aplastante: Vázquez conectó la curveball—unas pulgadas más debajo de la zona donde García había conectado el doble con un out—, y el juego repentinamente terminó.
Leodán Reyes lanzó su pitcheo más vulnerable de toda la noche en cuenta de 2-2, después de ver a Vázquez luchar contra su bola rápida.
Literalmente, sabes que el juego terminó. Pero cuando analizas todo lo que sucedió para llegar hasta el noveno inning con el marcador empatado 4-4, surgen algunas reflexiones más. Hay tres de ellas que fueron claves: 1) Industriales bateó de 9-1 con corredores en posición anotadora. 2) La defensiva cometió imprecisiones en momentos claves, y 3) Dos de las cuatro bases por bolas que lanzaron les costaron carreras. Los dos boletos que Francisco Martínez le sacó a Andy Vargas derivaron en carreras.
Ahí estuvo la diferencia final en el marcador, sin contar que la ofensiva de Industriales anotó solo una carrera después de la cuarta entrada.
Las muestras de poder de Ángel Alfredo Hechevarría (bateó de 4-2 y remolcó dos carreras con jonrón solitario y triple) y Yasmany Tomás (golpeó un jonrón de dos carreras en el cuarto inning) parecían impulsar la ofensiva de los Azules, pero la producción quedó a deber. Industriales no pudo volver a armar un rally: en cuatro de sus últimas cinco entradas no consiguieron embasar al primer bateador.
Dany Betancourt hizo el trabajo que las Avispas esperaban para evitar un movimiento apresurado del bullpen en el Juego 1. Y, luego, Osvaldo Acuña se encargó de cerrar, sin permitir hits en las últimas dos entradas.
Nuevamente, te revelo cuál fue mi número favorito de la noche: Danny Betancourt y Osvaldo Acuña se combinaron para enfrentar a 37 oponentes y, sí: no regalaron boletos.
A la ofensiva, las Avispas lograron el objetivo: el leadoff Francisco Martínez se embasó tres veces, robó una base y anotó dos carreras. Luis Orlando Veranes conectó un doble que avivó el ataque en la parte baja del séptimo.
Adriel Labrada remolcó dos carreras decisivas como tercer bate (supliendo a Yoelquis Guibert). Eduardo García aportó un doble crucial en el noveno. Euclides Pérez bateó de 3-2 con un doble (pudo haber conectado otro, pero se quedó mirando el batazo en lugar de correr), y Alexander Llanes conectó de 3-2 con doble remolcador que abrió el marcador 1-0 en el segundo inning.
Los únicos puntos fallos en la ofensiva de las Avispas fueron Reinier Castillo (4-0) y Maikol Poll (3-0) en la tanda baja. Santiago de Cuba bateó 11 hits, y cinco de ellos fueron extra bases. Esto podría significar un grave problema para la rotación de Industriales, que necesitará la mejor apertura de Rafael Orlando Perdomo en toda la temporada.
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