No creo que haya hecho falta seguir a fondo esta 63 Serie Nacional del béisbol cubano para saber que estas dos realidades no son discutibles:
(1) Los Vegueros de Pinar del Río han sido el equipo más estable de toda la temporada, así que no fue una sorpresa verlos llegar hasta la final.
(2) También podría decirse que los Vegueros son los favoritos para coronarse campeones de esta temporada. ¿Quién diría no?: Pinar del Río lideró la temporada regular con marca de 50-24—fue el único equipo que llegó a 50 victorias. Ganó todas las series de cinco juegos en la temporada regular. Luego exterminó a Sancti Spíritus y a Industriales en seis juegos durante las series de Cuartos de Final y Semifinal, respectivamente.
Sin embargo, en cuanto a la discusión sobre quién sobresale como el equipo “favorito” al trono, deberíamos reflexionar aquí. Ya sabes la razón: los Leñadores de Las Tunas son los campeones defensores, y han vuelto a mostrar su poderío.
Sí, la primera señal de peligro llegó este domingo en el estadio Capitán San Luis, cuando los Leñadores vencieron por 9-1 a los Vegueros en el Juego 1 de la Gran Final. Fue una victoria impactante. Ocho carreras de diferencia incluso parece un número poco notable para la superioridad que exhibió Las Tunas contra Pinar del Río. Los Leñadores atacaron todos los puntos claves que necesitaban para neutralizar a los Vegueros:
Clave 1: Devoraron al abridor Mario Valle, quien enfrentó a solo siete bateadores. Ese fue el primer gran golpe de la ofensiva de Las Tunas, que triplicó (15) los hits registrados por los Vegueros (5).
Clave 2: Comenzaron con un rally de tres carreras que pudo haber sido suficiente para el éxito. Esa ventaja ayudó a que el abridor zurdo Eliander Bravo llevara a cabo su plan estratégico con menos presión.
Clave 3: El pitcheo controló al lineup de Pinar del Río, sin un desgaste del bullpen. Este fue un punto decisivo, ya que la rotación de los Leñadores ha sufrido inconsistencias.
Clave 4: La defensa limitó las probabilidades de hit de los Vegueros, evitando que pudieran obtener más veces al bate con corredores en bases.
Clave 5: ¡El ataque no se detuvo hasta que llegó el remate! Los Leñadores llegaron al séptimo inning con ventaja por 4-1, mientras Pinar del Río dejaba a cuatro corredores en bases entre la sexta y séptima entradas. Entonces, llegó el doble de Yudier Rondón que puso el marcador por 6-1 en la parte alta del octavo.
Mientras el dúo del zurdo (abridor) Eliander Bravo y el diestro (relevista) Rodolfo Díaz dejaba a los Vegueros con cinco hits sencillos en todo el juego, los Leñadores lograban resurgir una y otra vez: anotaron seis de las nueve carreras después de dos outs. Uno de los momentos más criticados por la fanaticada de los Vegueros en el inicio del juego fue el elevado de foul que no pudo fildear el cátcher Yasiel Agete.
Agete abrió como titular por Jorge Yoán Rojas (pasó a jugar en el left field) durante un intento de fortalecer la ofensiva. Pero esta vez, el problema llegó a la defensa. A Agete se le perdió entre los rayos del sol el foul fly detrás del plato. Tras ser golpeado por un lanzamiento, la entrada en bases de Larduet le dio giro total al inning. Roberto Súlivan Baldoquín y Yosvany Alarcón pegaron sencillos para llenar las bases. Y, luego, Rafael Viñales conectó una línea al short. Tailon Sánchez fildeó la bola zambulléndose y al instante tiró a segunda.
Baldoquín no regresó a tiempo, y Tailon completó una jugada de doble play con el segunda base Rolando Martínez. En ese instante, no pocos recordaron el error de Agete. Si Larduet hubiera sido out, el doble play que inició Tailon cerraba la primera entrada sin carreras.
De cualquier manera, Valle no pudo evitar la debacle: los Leñadores pegaron tres sencillos remolcadores con dos outs, que completaron el rally de tres carreras en la primera entrada. Valle explotó después de tirar apenas 18 pitcheos al pentágono, y la llamada al bullpen del manager Alexander Urquiola no auguraba un buen comienzo para los “medias verdes”. El primer relevista fue el novato zurdo Randy Román Martínez, quien permitió solo una carrera en extenso relevo de 4 ⅔ innings.
La ofensiva de Pinar del Río logró un destello de producción durante la parte baja de la segunda entrada cuando anotaron su única carrera del juego. Jorge Yoán Rojas abrió con sencillo, Yasiel Agete ejecutó con brillantez una jugada de “hit and run” que colocó corredores en primera y tercera.
Rolando Martínez remolcó a Rojas cuando evitó un rodado para doble play. Aunque había dos outs, ese parecía un buen momento para el despertar de los Vegueros, pero Martínez fue sorprendido en primera por el zurdo Eliander Bravo. Pinar del Río tuvo solo dos corredores en posición anotadora durante el resto del juego. Tras esa situación, Bravo dominó a sus siguientes 10 oponentes. Terminó su salida de calidad retirando a 13 de sus últimos 15 rivales. Cuando los Vegueros intentaron atacar, Bravo salió a flote con el efecto de su slow curveball y una defensiva impecable.
Después de un sencillo del leadoff Juan Carlos Arencibia y boleto a Alexei Ramírez en la primera entrada, el ponche a Saavedra se combinó con una oportuna atrapada de Denis Peña en lo profundo del left field. Peña devoró el elevado de Yasser Julio González y rápidamente tiró a segunda. El tercer out del inning fue un elevado al cátcher de Tailon Sánchez.
Entre los outs claves que marcaron la exitosa apertura de Bravo estuvo su dominio contra los principales bateadores de Pinar del Río: la tanda de “2-3-4-5”, conformada por Alexei Ramírez, William Saavedra, Yasser Julio González y Tailon Sánchez se fue de 10-0—y de 14-0 en el Juego 1. Los únicos dos ponches de Bravo fueron en matchups consecutivos repitiendo una y otra vez su curveball contra Saavedra.
Mientras los Vegueros se iban de 6-0 en conteos de dos strikes, los Leñadores mostraron mejor disciplina y ajustes para mantener el ataque ofensivo durante todo el partido: un tercio de sus hits (5) los pegaron en dos strikes, y anotaron seis de las nueve carreras después de dos outs. Además, he aquí otra tendencia reveladora: los lanzadores de Pinar del Río pusieron fuera a siete de los nueve bateadores que abrieron entrada. Por supuesto, ese fue un gran inicio en la mayoría de los innings, pero los lanzadores no pudieron mantener la consistencia que esperaban.
En las dos entradas que los Leñadores embasaron al primer bateador del inning, terminaron anotando rallys de tres carreras. Así fue en la primera entrada tras el dead ball de Valle a Larduet, y en el noveno cuando Yúnior Josué Otero recibió boleto. Denis Peña remolcó cuatro de esas seis carreras, castigando a Valle con un sencillo en el primero. Ocho entradas después, pegó un jonrón de tres carreras que adelantó el marcador final con ventaja para los Leñadores por 9-1.
Entonces, la historia alrededor del éxito ofensivo de los Leñadores se basó en la efectividad. Incluso cuando no lograron embasar corredores sin outs, aprovecharon las situaciones de juego. Fueron letales con corredores en posición anotadora, conectando de 14-7, mientras Pinar del Río cerró el Juego 1 de 7-0.
Al menos en esta primera versión de los swings que lucieron los Vegueros, un punto de inflexión pudo haber sido el hecho de iniciar debajo en el conteo. La dupla de Eliander Bravo y Rodolfo Díaz se combinó para abrir delante en el conteo durante 23 de 34 matchups en toda la tarde. Hubo siete conteos de dos strikes, pero solo dos ponches—ambos de William Saavedra contra Bravo. Los Vegueros no lograban hacer ajustes. Y, para aspirar a ganar contra los Leñadores en esta Gran Final, la ofensiva de Pinar del Río necesita producir.
De arriba abajo, al nivel actual de la Serie Nacional es difícil competir contra la alineación de los Leñadores. Podemos comenzar haciendo una rápida mirada a la inversa: el noveno bate, Yudier Rondón, golpeó de 4-2, se embasó tres veces, con un doble y dos remolcadas. El octavo bate Héctor Castillo llegó una vez a base por boleto, y luego anotó. Séptimo bate: Jeans Lucas Baldoquín remolcó una carrera con dos outs en la primera entrada. Sexto bate: Yordanis Alarcón, de 41 años, conectó de 5-4, con un doble, una anotada, tres remolcadas y una base robada.
¿Volvemos arriba? Larduet se embasó tres veces, anotó una carrera tras quedar con vida luego de conectar el foul fly (error) de la discordia y se robó una base—aunque también fue atrapado en dos corridos demasiado agresivos hacia la intermedia. Roberto Súlivan Baldoquín, que salió del juego en la parte baja de la séptima entrada por fatiga, había conectado jonrón en sus últimos tres partidos.
Y, bueno, luego llega el centro de la alineación, donde nunca parece conveniente enfrentar a los principales bateadores del equipo con corredores en bases. Yosvany Alarcón, Rafael Viñales y Denis Peña conforman una especie de triángulo de las Bermudas que ha estado triturando a los lanzadores en esta postemporada. Los tres se han combinado para 10 jonrones en estos playoffs: todos los bateadores de Pinar del Río tienen siete. Volviendo a Denis Peña, escucha qué postemporada más arrolladora: tiene cinco jonrones, superando los tres registrados en la Semifinal por todos los bateadores de Pinar del Río (1) e Industriales (2) en 462 apariciones al plato combinadas.
Peña ha bateado jonrón en sus últimos cuatro juegos, y se ha puesto a uno de empatar el récord para playoffs, que está en poder de Alexander Malleta (Industriales) desde la postemporada de 2006.
Este resultado quizás te sorprenderá, pero Pinar del Río ha perdido sus últimos ocho Juegos 1 en Finales de la Serie Nacional. En cambio, los Leñadores tienen marca de 4-0. Este es solo el inicio, pero el escenario que enfrentan en casa los dirigidos por Alexander Urquiola, podría complicarse si el equipo no reacciona en el Juego 2. Veremos si el zurdo Branlis Rodríguez puede detener la inspiración y el poderoso team work de los Leñadores.
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