En la pasada Liga Élite las Avispas de Santiago de Cuba terminaron con marca de 15-25, a diez partidos de jugar para .500. Fueron el peor equipo a la defensa, con un porcentaje de .954. El 80% de sus 71 errores en 40 juegos les costaron carreras.
La ofensiva también fue un caos. El 77% de los corredores que llegaron hasta posición anotadora se quedaron esperando remolque. Nada funcionó. ¿Cuánto cambiará esa historia? Profundicemos con nuestra segunda entrega de esta columna de “vista previa”.
![Maikol Poll, intentando poner fuera a Ariel Hechevarría en segunda base. Foto: Calixto N. Llanes.](https://static.wixstatic.com/media/4145af_bb580a1af1504950a922d8fb0a92b17a~mv2.jpg/v1/fill/w_980,h_653,al_c,q_85,usm_0.66_1.00_0.01,enc_avif,quality_auto/4145af_bb580a1af1504950a922d8fb0a92b17a~mv2.jpg)
5. Santiago de Cuba (15-25) en la Liga Élite 2023-2024
Manager: Eddy Cajigal.
Refuerzos elegidos por posiciones: C (1), 2B (1), 3B (1), OF (1), SP (2), RP (4).
Refuerzos elegidos por ronda
1- José Amaury Noroña (MTZ), LF/RF
2- Jeison Martínez (MAY), 2B
3- José Ignacio Bermúdez (MAY), SP/RP
4- Yasmany Velázquez (GTM), C
5- Uberleidys Estévez (HOL), SP/RP
6- Joel Tejeda (GTM), RP
7- Jesús Quintana (HOL), RP
8- Luis Ángel Sánchez (MTZ), 3B/SS
9- Yandro Daudinot (GTM), RP
10- Yadier Garay (IJV), RP
¿Lo que estaban buscando?: Fortalecer el staff de pitcheo y cuatro posiciones claves: un cátcher, dos jugadores de cuadro y un outfielder. El guion era razonable de acuerdo con el historial que dejó el equipo durante la Liga Élite del año pasado: anotaron solo 4.3 carreras por juego, mientras la debacle del pitcheo y la defensa permitió un promedio de 5.8. El resultado final fue un porcentaje de victorias de 37.5 que, siendo justos, parece equivalente al pésimo desempeño colectivo del equipo.
¿Principales fortalezas después de reforzarse?: Hablaremos de la ofensiva en un momento. Comencemos con el pitcheo, ya que la rotación de abridores podrá expandirse a seis lanzadores, incluyendo a los veteranos Alberto Bisset y Danny Betancourt, Wilber Reyna, Yosiel Serrano, Osvaldo Acuña y el zurdo Uberleidys Estévez. Tampoco deberíamos descartar la posibilidad de agregar a la rotación a los diestros José Ignacio Bermúdez y Jesús Enrique Pérez. Cajigal contará con siete lanzadores que registraron al menos nueve aperturas en la pasada Serie Nacional. Esto será clave porque las Avispas jugarán 14 juegos en los últimos 17 días de marzo.
En abril, el equipo tiene pactado 24 juegos en 30 días.
Con una rotación de seis abridores, los cinco primeros lanzarían en al menos tres aperturas. Y aún quedan brazos para reforzar el bullpen, dependiendo el plan y la utilización de varios abridores como relevistas. Jaime Pelegrín, Jesús Quintana y Yoandro Daudinot se proyectan entre los relevistas que podrían lanzar entradas múltiples, mientras Joel Tejeda (5) y Yadier Garay (8)—se combinaron para 13 salvados en la pasada 63 Serie Nacional—serían los encargados de cerrar los partidos.
Ahora demos un vistazo a la ofensiva. Cajigal marcó un buen inicio durante sus elecciones en las primeras dos rondas. Su primer refuerzo fue el outfielder de los Cocodrilos, José Amaury Noroña, MVP de la pasada 63 Serie Nacional. Y luego eligió al segunda base de los Huracanes de Mayabeque, Jeison Martínez.
Con dos movimientos, Cajigal reforzó la parte superior del lineup, además de dos posiciones claves. Agregó poder y velocidad con Noroña—fue bateador de “15-15”: conectó 20 jonrones y se robó 17 bases el año pasado—, y la disciplina en el plato de Jeison. En la pasada campaña, Jeison registró .480 OBP, y se ponchó solo el 5.7% de sus 333 apariciones al plato. Los lanzadores no podían evitar el contacto de su swing, y la presencia de Jeison fue habitual en las bases.
Antes de pedir a José Ignacio Bermúdez en la tercera ronda, Cajigal ya estaba armando el que podría ser su lineup en el Opening Day. Para el nivel del pitcheo en la liga, las variantes suenan interesantes: Cajigal podría colocar a Francisco Martínez nuevamente como lead off, seguido de Jeison Martínez, Yoelquis Guibert y Yoel Yanqui.
Incluso sin Guibert, la entrada de Noroña y Yanqui fortalece el outfield, y las Avispas también contarán con Luis Orlando Veranes, José Luis Gutiérrez y el refuerzo Luis Ángel Sánchez para más opciones de lineups.
He aquí la gran diferencia entre la capacidad de este equipo de las Avispas si lo comparamos con el lineup del año pasado:
Porcentajes de embasado en la pasada 63 Serie Nacional
Francisco Martínez, .441
Jeison Martínez, .480
Yoelquis Guibert, .492
Yoel Yanqui, .523
José Amaury Noroña, .489
Parece absurdo*, ¡pero todos terminaron promediando por encima de .440 OBP! Si asumimos que esos porcentajes deberían descender un tanto en la venidera Liga Élite, parece difícil que todos se alejen de una escala entre .380 y .400.
*Antes de continuar ofreciéndote detalles sobre la astronómica ofensiva cubana sobrevalorada, quería contarte que hace menos de dos semanas terminé una investigación personal sobre las Ligas Invernales. Comencé por los últimos 10 años. Este trabajo lo hice en algún momento de los últimos dos años con reportes avanzados de la LMB.
Si eres un fiel seguidor del circuito veraniego de béisbol o el invernal, lo que te diré no debería sorprenderte: el nivel del pitcheo es impresionante. Es lo que realmente debería ser en el béisbol: el punto de partida hacia el éxito o al menos la perspectiva para hacer que un equipo logre ser exitoso. En LIDOM, por ejemplo, un bateador con promedio de .245 podría considerarse superior al jugador de reemplazo. De hecho, podría sorprenderte un WAR positivo incluso con ese bajo promedio, sobre todo porque el WAR no depende del promedio de bateo ni de una sola estadística en sí.
J. C. Escarra destrozó la liga y se llevó el título de bateo promediando .363 con las Águilas Cibaeñas. El próximo bateador que promedió sobre .300 fue otro “aguilucho”, el primera base Aderlin Rodríguez, quien terminó golpeando para .323.
Ahí terminaron los bateadores de .300.
El talento del pitcheo sigue siendo devastador en LIDOM. Escucha esto: los lanzadores poncharon a 2246 oponentes, y caminaron a 1067. O sea que, consiguieron una tasa de 2.1 ponches por cada caminata.
Ver las barras diagonales a la ofensiva en el béisbol cubano es hilarante. En cambio, las perspectivas para la Liga Élite son muy diferentes. Las Avispas ahora lucen con mejores bateadores para competir. Pueden alternar con un lineup diferente contra lanzadores zurdos y derechos.
Si Jaison abre como lead off contra lanzadores derechos, entonces Cajigal podría tener a tres zurdos en línea: Martínez, Guibert y Yanqui en los puestos de segundo, tercero y cuarto bates. Si las proyecciones en los porcentajes de embasados se mantienen, José Amaury Noroña, Eduardo García y Euclides Pérez estarían encargados de ser los “limpia bases” en el centro de la alineación.
Otra de las posiciones que las Avispas reforzaron fue la receptoría, tras seleccionar en la cuarta ronda al cátcher de Guantánamo, Yasmany Velázquez. El torpedero Maikol Poll y Velázquez serán los guardianes del fondo del lineup. El año pasado, Velázquez registró OPS-plus de apenas 78.
Ese deceso ofensivo parecía inesperado, ya que Velázquez cortó para .288/.434/.358 en 85 apariciones al plato jugando para los Cocodrilos en la Liga Élite del año pasado. Remolcó 13 carreras en 31 juegos y promedió para .324 con corredores en posición anotadora.
Lo que aún podría generar dudas: La defensa de las Avispas sigue siendo el punto más preocupante—aunque la rotación de pitcheo tendrá varios retos por delante. Eso sí, la adición de Jeison Martínez como segunda base fue clave. Jeison fue el segunda base con el menor porcentaje de hits permitidos entre fildeadores calificados. La oposición promedió apenas .263 cuando se registró una bola puesta en juego hacia su posición. En ese aspecto, Maikol Poll fue el cuarto torpedero de la liga con 33.5% de hits permitidos. Pero Euclides Pérez terminó en el octavo puesto del ranking entre terceras base.
Los bateadores registraron una tasa de hits del 34%, mientras la liga promedió 35%. El punto aquí va más allá de los errores que, básicamente, son bolas alcanzadas. A través del factor de rango tampoco podemos ver el problema de Euclides y la mayoría de los fildeadores del béisbol cubano. Pero con las probabilidades de hits el margen de error suele ser menor. Lo que Santiago de Cuba y otros equipos necesitan es que sus infielders y outfielders puedan reducir la probabilidad de hit de sus oponentes. Que logren cubrir un rango cada vez mayor. Y la otra deficiencia común es que los fildeadores cometen más errores tácticos que físicos.
Santiago de Cuba va a necesitar un gran apoyo de la defensa para que sus lanzadores puedan avanzar en el juego. En muchas ocasiones, y esto sucede con frecuencia en el béisbol cubano, un error táctico termina provocando una derrota. Como dije antes, cada equipo jugará 14 juegos en los primeros 17 días desde el Opening Day. Una arrancada en falso podría ser fatal para las aspiraciones a ser contendientes en una corta temporada regular de 40 juegos.
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