El Juego 6 podría ser el final de esta II Liga Élite, pero eso dependerá de lo que puedan hacer los Cazadores de Artemisa.
¿Ganarán el título los Cocodrilos de Matanzas esta noche en casa? ¿O los Cazadores de Artemisa forzarán el Juego 7 en el estadio Victoria de Girón? Esas son las grandes preguntas del momento en la final de esta II Liga Élite del Béisbol Cubano (LEBC).
Los Cocodrilos de Matanzas están a una victoria de ganar el título, pero los Cazadores de Artemisa tienen la oportunidad de remontar. ¿Qué tan difícil ha sido el reto de resurgir luego de llegar al Juego 6 con desventaja de 3-2 en una final? Aquí hay algunos datos históricos interesantes:
Finales que se definieron en un Juego 7
(Playoffs de Series Nacionales y Liga Élite)
1. 33 SNB: VCL-IND
2. *38 SNB: SCU-IND
3. 41 SNB: HOL-SSP
4. *49 SNB: IND-VCL
5. 54 SNB: CAV-IJV
6. 55 SNB: CAV-PRI
7. 57 SNB: GRA-LTU
8. *61 SNB: GRA-MTZ
9. *I LEBC: AGR-POR
*Como puedes ver en este ranking, solo ocho (42%) de las 19 finales que llegaron a seis desafíos, se definieron en un Juego 7. La mayoría (el 58%) se han terminado en seis juegos, aunque he aquí un punto interesante: de las tres remontadas que se han registrado, en dos el equipo visitante ha terminado ganando el título. En ambos casos estuvo involucrado el equipo de Industriales, cuando perdieron la final de 1999 contra la legendaria “Aplanadora” de Santiago de Cuba en el estadio Latinoamericano. Y, 11 años después, al completar la remontada ante Villa Clara en el estadio Augusto César Sandino.
Por supuesto, esos son solo algunos números históricos, pero lo que realmente podría definir el destino del Juego 6 entre Matanzas y Artemisa viene a continuación. Te lo cuento a través de estas tres historias que deberíamos mantener en perspectiva esta noche:
1. Detener a la dupla imparable de los Cocodrilos
El riesgo de enfrentar el lineup de los Cocodrilos de Matanzas ha sido una tendencia latente para los lanzadores en esta postemporada. No hay dudas de eso. Sin embargo, el gran problema de los Cazadores podría resumirse en solo dos nombres: ¿Yurisbel Gracial? ¿Yordanis Samón? Tal vez era lo que esperábamos, pero el dúo Eduardo Blanco y Erisbel Arruebarena ha sido la gran amenaza para los lanzadores de Artemisa. Gracial y Samón se combinaron para batear ocho de los 13 jonrones que registró la ofensiva de Matanzas contra el pitcheo de Las Tunas durante la Semifinal. Sí, Gracial ha promediado 1.111 OPS en 23 apariciones al plato en esta final, pero junto a Samón, han dejado esperando remolque a 17 de los 19 corredores que llegaron a posición anotadora.*
*El gran problema aquí viene de la inconsistencia de Samón, quien no ha podido conectar extra bases en esta final, tiene un solo remolque, y lleva de 13-1 con corredores en posición anotadora. Por supuesto, ambos podrían encabezar la ofensiva de los Cocodrilos esta noche, como lo han hecho en múltiples juegos durante toda la temporada.
En cambio, he aquí la clave del éxito de los Cocodrilos: en las tres victorias del equipo, entre Blanco y Arruebarena han remolcado a nueve de 14 corredores que encontraron en posición anotadora, ¡produciendo para un 64.3%! Dos swings han marcado la diferencia de una forma impresionante: el resto del lineup de Matanzas ha dejado esperando remolque a 44 de los 47 corredores que llegaron hasta posición de anotar. Increíble, pero cierto. Probablemente el manager de los Cocodrilos, Armando Ferrer, mantenga la estrategia utilizada en su última alineación, cuando colocó a Arruebarena como quinto bate, seguido de Blanco. Ahora debes estar recordando algunos de esos turnos decisivos:
Parte baja del cuarto inning, Juego 1: Los Cocodrilos perdían por 3-1 cuando comenzó la entrada. Andrys Pérez se sacrificó, y luego Eduardo Blanco golpeó un sencillo al left que remolcó dos carreras para empatar el marcador, 3-3.
Parte alta del cuarto inning, Juego 3: Los Cocodrilos perdían por 3-1 cuando comenzó la entrada. Erisbel Arruebarena bateó sencillo al left abriendo inning. Y, luego, anotó por otro sencillo al left de Andrys Pérez, en una jugada continuada donde aprovechó un error en fildeo de Denis Laza. Tres pitcheos después, Eduardo Blanco conectó un jonrón de dos carreras que dio ventaja a los Cocodrilos, 4-3.
Parte alta del séptimo inning, Juego 3: El juego estaba empatado con marcador de 4-4. Erisbel Arruebarena bateó un jonrón por el center field contra el relevista Israel Sánchez.
Parte alta del segundo inning, Juego 5: Eduardo Blanco abrió el marcador, 1-0, con un sencillo remolcador que envió al plato a Yordanis Samón.
Parte alta del tercer inning, Juego 5: Después de caer en cuenta de 0-2 contra Geonel Gutiérrez, Erisbel Arruebarena logró sacar un boleto con bases llenas, que dio ventaja a los Cocodrilos por 2-1.
Parte alta del séptimo inning, Juego 5: Arruebarena se embasó con un elevado a lo corto del right field, que provocó la colisión entre el segunda base Raúl González y el right fielder Luis González. En la jugada, Samón anotó la cuarta carrera de los Cocodrilos. Y, luego, Eduardo Blanco limpió las bases con un doble a lo profundo del left-center. Matanzas tomó ventaja definitiva por 6-1.
Si los lanzadores de los Cazadores hubieran tomado el control del juego en algunos de esos momentos, es casi seguro que el resultado habría sido otro.
2. Cartas de triunfo
Estoy seguro que ambos managers esperan salidas de calidad de sus abridores para el Juego 6, pero esto es lo que muestran las probabilidades: Yoel Mogena ha perdido sus dos aperturas en esta postemporada, admitiendo promedio oponente de .526 luego de enfrentar a 22 bateadores. A diferencia de su inconsistencia, Raymond Figueredo lució inmenso en el Juego 2, extendiendo su apertura hasta la sexta entrada con apenas 54 lanzamientos.
He aquí el efecto provocado por los pitcheos del diestro capitalino que se convirtió en un desafío insuperable para Mogena: poner out al primer bateador de la entrada. Raymond lo hizo durante sus primeros cinco innings, donde admitió un solo hit—sencillo de Rusney Castillo en la segunda entrada. El declive de Mogena viene desde su apertura en el Juego 3 de la Semifinal contra los Leñadores de Las Tunas. Los tres bateadores que abrieron inning se le embasaron, y el resultado fue devastador: lanzó solo 2 ¹/₃ innings y permitió seis carreras. Es cierto que el Juego 6 será de “vida o muerte” para los Cazadores, quienes esperan otra joya de pitcheo de Raymond Figueredo, pero los Cocodrilos necesitarán que Mogena supere la presión.*
*De cualquier manera, si el abridor de los Cocodrilos es Renner Rivero, Ferrer evaluará su presentación, ya que no lanza hace 13 días.
De cualquier manera, sigo pensando que el bullpen tendrá el mayor peso en la decisión del Juego 6, a no ser que Raymond o Mogena rompan esa teoría lanzando una joya a la altura del inolvidable duelo que protagonizó Erlys Casanova en el Juego 4. Y cuando se trata de bullpen, los Cocodrilos tienen la ventaja. En sus tres éxitos, el dúo Frank Luis Medina y Armando Dueñas Jr. ha sido suficiente: en cinco apariciones combinadas, han dejado a los Cazadores en una carrera durante nueve entradas. Sí, ¡nueve como relevistas!
Las malas noticias aquí para el manager de los Cazadores, Yulieski González, es que no contará con Liván Moinelo. Y, tras su salida, como era de esperar, el bullpen ha sido vulnerable. Los lanzadores situacionales no han podido frenar el lineup matancero. De 18 corredores heredados, han anotado seis, y todos van a la cuenta de los diestros Israel Sánchez (2 de 4) y Osdany Rodríguez (3 de 4), quienes han visto anotar a 5 de los 8 corredores que heredaron por otros lanzadores. El resto del bullpen ha permitido solo 1 de 10.
3. Ahora o nunca: llegó el momento del clutch
Para un juego de eliminación, embasar corredores será clave pero, como suele suceder en momentos decisivos, el bateo oportuno dictará sentencia. Y esa es una asignatura que los Cazadores de Artemisa no han podido resolver en sus últimos dos partidos, aunque ganaron el Juego 4 gracias a la magistral actuación de Erlys Casanova. Sin embargo, si analizamos las derrotas de los Cazadores, es fácil encontrar una de las principales averías: el lineup ha remolcado a solo 7 de los 31 corredores que llegaron a posición anotadora. Veamos un pequeño desglose:
Producción con corredores en posición anotadora
Derrota No. 1, Juego 1: 11-5
Derrota No. 2, Juego 3: 11-2
Derrota No. 3, Juego 5: 5-0
Las dos últimas derrotas han sido las más críticas, debido a la baja producción del lineup: dejaron sin remolcar a 14 de los 16 corredores que ubicaron en posición anotadora. Otra gran diferencia aquí entre la derrota es que los Cazadores lograron anotar tres carreras con dos outs durante el Juego 1, pero en los Juegos 3 y 5 solo acumularon una. Simplemente, el problema ha sido el bateo oportuno, y eso lo podemos resumir por una simple razón: en el Juego 1, los Cazadores embasaron solo dos veces al primer bateador del inning, pero anotaron cinco carreras, tres de ellas después dos outs. En los Juegos 3 y 5, embasaron al primer bateador del inning en ocho de las 18 entradas. Inicialmente, esa efectividad generó altas probabilidades de anotar, pero el infield de los Cocodrilos neutralizó el ataque fabricando siete jugadas de doble play.
El despertar ofensivo de Luis González, Dayán García y Denis Laza es parte del gran impulso que necesitan los Cazadores, y la recuperación de Frederich Cepeda, quien ha hecho un gran esfuerzo jugando con un esguince desde que comenzó esta final.*
*Laza ha dejado a cinco corredores en posición anotadora y no tiene impulsadas contra los Cocodrilos. González lleva de 19-4 (.211), pero arrastra un slump de 11-0 desde el Juego 3. Y, Dayán, uno de los bateadores más consistentes en la historia de los Cazadores, no ha podido conectar extra bases en 22 apariciones al plato durante esta final.
Para que esta historia cambie, el lineup de los Cazadores necesita organizar varios turnos de calidad, y ser más eficientes en el corrido de bases. La disciplina en el plato será fundamental para embasar corredores, pero luego, si el hit oportuno no llega, los sueños de remontar nunca se convertirán en realidad.
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