LA HABANA — Hay equipos que no suelen perdonar las imprecisiones de sus rivales y, a día de hoy en el béisbol cubano, los Alazanes de Granma, actuales campeones defensores, son uno de ellos.
Si hay un rival que puede argumentar sobre esa ventaja de los tricampeones nacionales, han sido los Leones de la Capital, sobre todo durante las últimas dos postemporadas. El año pasado, Granma eliminó a Industriales en un playoff que se extendió al máximo de cinco juegos y, al final, encontró un punto de inflexión en dos historias fundamentales:
1) El dominio del diestro Lázaro Blanco, y la efectividad del bullpen de los Alazanes.
2) Los errores de Andrés Hernández y Lisbán Correa en el corrido de bases hacia la intermedia, convirtiéndose en presas fáciles para Alexquemer Sánchez, uno de los rightfielders que no deberías retar entre almohadillas*.
*Por cierto, mi tiro favorito de Alexquemer, quien también sobresale por su habilidad en la lectura de los flyballs, fue aquel en el Juego 2 de la final ante los Tigres de Ciego de Ávila en 2016. ¿Recuerdas? Cuando sentenció a Julio Pablo Martínez en segunda, quien luego parecía anonadado, intentando explicarse cómo Alexquemer recogió el elevado que picó a unos pocos metros detrás de la media luna, y luego tiró con tanta precisión.
Desde mi visión, y esto también podrán corroborarlo algunos números, el éxito de Granma, más allá de un inigualable Team Work, está en la consistente efectividad que despliega cada jugador tanto a la ofensiva como en la defensa. Los Alazanes no tienen egos “beisboleros”, ni una lista de irrefutables “estelares”.
¿Entiendes mi punto? Con eso quiero decir que, a excepción de Guillermo Avilés y Carlos Benítez—y no te lo aseguro—, quienes asumen los roles más importantes en el corazón del orden al bate, todos los peloteros están preparados para ejecutar cualquier jugada. Si Martí y el cuerpo de dirección deciden ordenar un toque de sacrificio incluso a un slugger como Lázaro Cedeño, la tarea se asume con disposición, pensando en el beneficio colectivo, no en el individual.
Eso es todo lo que define a los Alazanes de este último lustro, creo, y la razón por la que se han convertido en uno de los equipos más combativos y difíciles de vencer durante la última década. Antes de que iniciara esta serie de Cuartos de Final, obviamente, existía una preocupación porque los campeones no contaban con la presencia de Roel y Raico Santos en el lineup, como lo hicieron durante buena parte de la temporada regular.
A la gran ausencia de los Santos, se unió la baja del principal as del staff de picheo, Lázaro Blanco, y la salida de otros tres peloteros que contribuyeron para ganar el campeonato del año pasado, los infielders Darlin Jiménez y Miguel Antonio González, y el cátcher y outfielder Darien García. Sin embargo, los Alazanes volvieron a demostrar que la gran fortaleza casi indestructible del equipo, está en la cohesión y el derroche de amor a la camiseta.
Inspirados con el orgullo de ser campeones defensores, arrasaron ante los Azules al punto de que casi terminan barriéndolos 4-0. En cada uno de los primeros cuatro partidos de esta postemporada, Granma salió en desventaja contra Industriales: 1-0 en el Juego 1, 1-0 en el Juego 2, 2-0 en el Juego 3, y 1-0 (ventaja definitiva) en el Juego 4. Todos esos marcadores, a excepción de la derrota 1-0 en el Juego 4, Granma los remontó, alcanzando victorias 8-2, 5-3 y 5-4.
Luego de una derrota en la que los Alazanes dejaron a 17 corredores esperando remolque en posición anotadora durante el Juego 4, las aguas tomaron su nivel este martes en el Juego 5. Por primera vez en el playoff, Granma abría el marcador, con un doble de Yosvany Millán y sencillo al left de Carlos Benítez después de dos out, ante el abridor de los Azules, el diestro Pedro Álvarez.
Movido al quinto turno del lineup, el cátcher y verdugo del picheo de los Leones en postemporada, Iván Prieto, extendió la ventaja 2-0, con un doble a lo profundo del leftfield en el inicio del tercer capítulo. En su primer enfrentamiento de la tarde, Pedro Álvarez había dominado a Prieto, quien falló en cuenta de 2-1 con un elevado intrascendente al center.
A diferencia del turno en que Prieto empató el score 4-4 el pasado lunes en la novena entrada, Álvarez no lo atacó con sliders hacia la esquina de afuera. Mezcló bolas rápidas, curveballs y cambios de velocidad pegados, intentando un contraste entre velocidades y comandos en diferente puntos alrededor de la zona. Aun así, Prieto machacó una de las rectas para producir la segunda anotación de los Alazanes, ante una afición visitante que tomó la voz de mando en el Coloso del Cerro.
Industriales, finalmente, reaccionó con el único rally de al menos tres carreras en una entrada durante toda la postemporada. Andrés Hernández abrió el tercer inning conectando su segundo jonrón de la temporada ante el diestro César García, ambos elevados que sobrepasaron los límites por el rightfield. Luego, un par de sencillos de Alberto Calderón—quien regresó como leadoff—y Roberto Acevedo, continuaron la amenaza. Yosvany Peñalver remolcó el empate en el capítulo más complicado para César García*, y un elevado de sacrificio de Yasiel Santoya le dio ventaja a los Leones, 3-2.
*Una pequeña imprecisión de Alexquemer a la hora de capturar el hit de Peñalver, le permitió a Calderón anotar, y a Acevedo llegar hasta la antesala. En la jugada nunca se anotó un error, pero realmente los corredores se pararon antes de que Alexquemer perdiera momentáneamente la pelota.
Con una carrera de ventaja, Pedro Álvarez, quien entró al juego sin ponches ante 25 bateadores enfrentados en esta postemporada, sacó el cuarto capítulo en fila, con su segundo strikeout del juego ante el explosivo jardinero, Francisco Venecia (13-7, .538), quien abrió la jornada como líder de los bateadores en estos playoffs.
Después de ese primer cero para preservar la ventaja en el marcador, 3-2, Pedro Álvarez retiró quinto, sexto y séptimo capítulos sin admitir carreras. Enfocado en la importancia de su apertura, el diestro espirituano entregó una salida de calidad de siete entradas, con apenas dos carreras permitidas.
El duelo estuvo planteado desde ese segundo tercio, ya que César García también limitó a los Leones: luego de sus complicaciones en el tercer acto, el diestro granmense dominó a 13 de sus siguientes 15 rivales. Y entonces llegó el momento clave, una vez más, el enfrentamiento entre ambos bullpens. Andy Vargas abrió el octavo inning, y no pudo contener la rebelión de los Alazanes.
Sencillos de Prieto y Cedeño, comenzaron a armar un posible rally. La conexión de Prieto fue contundente, halando un picheo de apenas 75 mph que se quedó colgado en lo alto de la zona, pero el elevado de Cedeño a lo corto del right, era fildeable. Lo que sigue, según el “librito” de Carlos Martí, no sorprendió: Alexquemer tocó la pelota, y Granma acomodó par de corredores en posición anotadora.
En esa situación, los siguientes cuatro picheos de Andy Vargas fueron suficientes para que cada swing de los Alazanes provocara el fin de la debacle de Industriales. Como de costumbre, Milán no renunció al contacto: en cuenta de 1-0, su bate recorrió toda la zona de strike hasta forzar el golpeo lejos del punto dulce. El posible segundo out del inning, se quedó en solo probabilidades.
Desde la inicial, Santoya reaccionó a tiempo y se desplazó a pocos metros del círculo de espera donde se colocan los bateadores de los Alazanes, pero cuando su mascotín parecía estar cómodo para devorar el foul-fly, perdió el batazo y la pelota fue al césped. Es cierto, una considerable distancia llegó a recorrer, pero tenía grandes probabilidades de capturar la conexión. Santoya retornó a la inicial sonriendo, y hacía referencia con su mano derecha a la variedad que desató la pelota. Iván Prieto continuó preparado para anotar desde tercera.
El corredor emergente Darien Palma, estaba cogiendo espacio para llegar al plato con cualquier conexión. Milán, volvió a entrar en la caja de bateo, y al siguiente picheo aprovechó su oportunidad con creces: sacudió un lineazo que rodó hasta lo profundo del jardín izquierdo, y mientras corría rumbo a la intermedia, junto a la remontada de los Alazanes comenzaba el desfile de los fanáticos de Industriales en el Latino.
Granma 5, Industriales 3, a dos carreras de diferencia numérica, pero no había nada parecido a la estocada final. Por tercera ocasión camino a un cuarto y decisivo revés, la ineficiencia del bullpen de Industriales erosionaba la más mínima ventaja o posibilidad de mantenerse en juego. Andy Vargas, quien terminó su primer año como el principal relevista del equipo, fue sustituido antes de sufrir su segunda explosión sin dejar rastros de su mejor dominio durante la temporada regular. En su camino del box al dugout, Andy se marchó derrumbado. Pero, siendo justos, con más apoyo de la defensa, al menos en ese octavo innings Yulian Milán no se habría ganado la posibilidad de merecer nuevos titulares como el “Mr. Clutch” del juego.
El hit de Iván Prieto fue un verdadero imparable, de esos que suenan comúnmente cuando el bate aplasta la Teammate. Sin embargo, el fly inofensivo de Cedeño, aun creo que era una conexión fildeable, por ende debió ser el primer out. Martí habría tocado igual con Alexquemer, quien en efecto, lo consiguió. Dos outs y corredor en segunda, habría sido un escenario soñado para que los Industriales mantuvieran la esperanza. Y luego, bueno, Milán golpeó el “tornillo” de la discordia, como algunos le llaman al efecto que provoca ese tipo de fly corto y enmarañado.
En el más sencillo de los casos, la parábola decreciente de la conexión exige tanta precisión como destreza. Lamentablemente, Santoya, quien se caracteriza por ser un experimentado fildeador en la inicial, no pudo controlar ese turno clave, y el posible tercer out.
El resto del partido fue cuestión de tiempo. Yosvany Peñalver se embasó con sencillo por el campo corto después de un out en el final del octavo ante el cerrador de los Alazanes, Carlos Santana, pero Yasiel Santoya bateó para double play.
Los actuales campeones nacionales aseguraron el viaje directo a Semifinales en el noveno frente al relevista Erick Christian González, con doble de Carlos Benítez, y un cañonazo remolcador de Darien Palma, que envió a la registradora al corredor emergente David Tamayo.
Granma 6, Industriales 3, se presentaba como el marcador final, y por segundo año consecutivo, Carlos Santana dominaba a Juan Carlos Torriente para obtener el último out en la eliminación de los Leones.
Otra vez vencieron los Alazanes, y se despidieron con triunfos en el estadio Latinoamericano, durante la temporada regular y los playoffs. Granma jugó como un auténtico campeón defensor, demostrando que la verdadera grandeza de un equipo de béisbol está en la cohesión, el colectivismo, la entrega y amor a la camiseta sin rendirse hasta el último out. Sí, tenían un equipo con menos fortalezas, sin varias figuras claves, pero la situación se convirtió en la oportunidad que necesitaban peloteros talentosos como el centerfielder Francisco Venecia.
Por su parte, Industriales tendrá que seguir lidiando con una larga sequía de 12 años sin un título. Y, en ese lapso, algo peor, otro revés que extiende a siete la seguidilla de derrotas en series de playoffs. Los Leones de la Capital han perdido 26 de sus últimos 36 juegos de postemporada, y no alcanzan el podio hace ocho campañas. En cambio, los Alazanes de Granma, actuales monarcas del béisbol cubano, buscarán su cuarta corona en las últimas seis temporadas.
¿Alguien podrá detenerlos?
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