Los Alazanes de Granma entraron al Juego 4 de este jueves con sólo 10 carreras anotadas después de encabezar la final 2-1 en esta 60 Serie Nacional del béisbol cubano.
De esas 10 carreras, siete habían sido remolcadas por los Santos (Raico y Roel), la actuación más impactante en un lineup que acumuló 20 hits y seis extra bases. Los bateadores de la tanda de “4-5-6”, Carlos Benítez, Guillermo Avilés e Iván Prieto, se combinaban de 32-4 con sólo una remolcada y nueve strikeouts. Ante tal slump, Carlos Martí, uno de los managers más experimentados en la historia de las Series Nacionales, probó algunas movidas en su lineup para el Juego 4.
Lo primero: Volvió a ofrecerle confianza a su experimentado dúo Avilés-Benítez, pero bajó al cátcher Iván Prieto hasta el octavo turno. Detrás de Benítez, Martí activó al talento sensación de los Alazanes, el bateador designado Guillermo García, seguido del shortstop Yulian Milán. Cuatro horas y 15 minutos más tarde, los cambios fueron claves para la explosión de los Alazanes de Granma, quienes vencieron por nocaut de 15-5 a los Cocodrilos de Matanzas, triunfo que los pone a un trote de alzar el título nacional por tercera vez durante las últimas cinco series.
En apenas siete innings, ¡los Alazanes sobrepasaron las carreras (10) que habían anotado en sus primeros tres partidos de esta final!
¡Béisbol!
Y, como esperaban los bicampeones nacionales (2017-2018), uno de los principales líderes del team, el intermedista Carlos Benítez, despertó con producción perfecta de 3-3, agregando un doble y cuatro remolcadas. Sin embargo, además del impacto decisivo de Benítez, el protagonista del show ofensivo de los Alazanes fue Guillermo García, quien bateó de 5-4 con dos jonrones y seis empujadas.
García, de 20 años, ha emergido como el bateador más sensacional en el lineup granmense durante esta postemporada: Después de 40 apariciones en home, suma 14 hits en 31 veces al bate, la mitad de ellos extra bases—tres dobles y cuatro jonrones—.
El breakout de García ha sido tan asombroso, que en sólo seis partidos de la Semifinal superó sus seis hits y las tres RBIs registradas en 31 juegos y 47 PAs durante la temporada regular. Primero, bateó de 20-7 con dos jonrones contra el pitcheo de los Vegueros de Pinar del Río, mientras asumía la titularidad sin errores—en 69 lances—jugando la inicial tras el contagio de Avilés por COVID-19. Y, luego de no alinear en el Juego 1 de esta final debido a la presencia del abridor zurdo Yoenis Yera, García ha regresado de 11-7 en los últimos tres partidos.
Ahora el imponente prospecto granmense lidera los jonrones (4) junto a Erisbel Arruebarena en estos playoffs, y registra 16 RBIs, quedando empatado momentáneamente con su compañero de equipo, Raico Santos.
¡Pero hay más notas emocionantes! Y esta es una de mis muestras favoritas más llamativas en el rendimiento de Guillermo García: Tiene 11 RBIs de los 19 corredores que ha encontrado en posición anotadora.
Por si fuera poco, los dos jonrones de García este jueves, se convirtieron en el primer ‘back-to-back’ de un bateador de los Alazanes en un juego de postemporada desde que el antesalista avileño de refuerzo, Raúl González, le botara la pelota a los lanzadores de los Leñadores de Las Tunas, el diestro Alejandro Meneses (tercer inning) y el zurdo Ángel Sánchez (quinto). Sin embargo, al cerrar ese mismo filtro para bateadores zurdos, Guillermo Avilés había sido el último en hacerlo vistiendo el traje de Granma: La hazaña fue en el Juego 1 de la Semifinal también contra los lanzadores de Matanzas, el derecho Royd Hernández y el zurdo Denis Quesada.
Tras ponchar a dos bateadores para colgar el cero durante el capítulo inicial, Renner Rivero fue bombardeado en el segundo episodio y terminó admitiendo cuatro carreras limpias. En su segunda apertura consecutiva—una decisión arriesgada del manager Armando Ferrer—, los Alazanes le batearon de 10-5 a Rivero, y con seis hits fabricaron rally casi decisivo de cinco rayitas.
La tanda del primero al sexto fue letal en esa segunda entrada: Los hits de Roel Santos, Osvaldo Abreu, el boleto a Raico Santos—que fue completado por el relevista Joel Suárez—, un doble impulsor de dos carreras de Benítez y cañonazo de Guillermo García le dieron temprano giro al guion de este Juego 4.
Con el jonrón solitario de García iniciando el quinto—levantó a más de 380-ft una slider baja e interna de Suárez fuera de la zona de strike—, el score se puso 6-0, mientras el diestro Yoel Mojena dejaba a los Cocodrilos sin carreras y con sólo dos hits tras lanzar 67 pitcheos.
Entre sexto y séptimo, los Alazanes fabricaron nueve carreras más, para sacar fuera de combate a los actuales campeones nacionales. Un dead ball, tres boletos y sencillo de Guillermo García ampliaron 9-1 la ventaja. Y, luego de una pausa durante una hora y 22 minutos a causa de la lluvia, rally de seis cabalgadas por el home del estadio José Antonio Huelga pusieron marcador de nocaut, 15-1.
En ese mismo inning, el tercer hit de Benítez—quien bateó de 3-3 y se embasó cinco veces—envió a dos compañeros para la goma, y acto seguido el jonrón de Guillermo García por el centerfield frente al relevista Yaniel Blanco, sentenció por completo a los Cocodrilos.
Con una reacción tardía frente al relevista Juan Danilo Pérez, los Cocodrilos anotaron cuatro carreras en el final del séptimo, por boleto a Javier Camero con bases llenas y sencillo de Yadir Drake, pero no pudieron impedir el nocaut 15-5.
Al unir el rendimiento del lineup de Matanzas en los Juegos 3 y 4, encontramos esto: No han producido extra bases luego de 70 apariciones en home. Esos 18 hits han sido sencillos, viendo reducida la velocidad—no han robado bases en esta final—y sobre todo el poder de sus principales sluggers ante el pitcheo de los Alazanes.
Es cierto que la espera de cara a la final siempre afecta el estado de forma general, pero Granma pasó varios días incluso sin poder entrenar debido al proceso de confinamiento. Sin embargo, aun así, los Alazanes se han crecido y tienen el mando de la serie (3-1).
Si algo les ha faltado a los Cocodrilos aparte de la caída del pitcheo, que ha permitido 59 embasados (36 hits, 17 bases por bolas y seis dead balls), ha sido el bateo oportuno. De 40 corredores que han llevado hasta posición anotadora, el 75% (¡30!) se ha quedado esperando remolque. Con su principal arma colectiva de exterminio atravesando por tal inconsistencia, los Cocodrilos tendrán que ganar los (tres) juegos restantes si quieren repetir el título nacional.
Y, como escribí en mi historia del Juego 3, un éxito de los Alazanes este jueves podría poner la serie en punto de mate. ¿La razón? ¡Por supuesto!: Lázaro Blanco subirá al montículo del estadio José Antonio Huelga este viernes para retar al zurdo Yoenis Yera en el Juego 5.
Cuando se escuche la voz de playball, esta 60 Serie Nacional llegará a su día número 202 desde que vivimos la jornada del Opening Day el pasado sábado 12 de septiembre de 2020: Pero aún no sabemos si esta historia terminará en cinco batallas y los Alazanes le quitan la corona a los actuales campeones nacionales.
(Foto de portada de Guillermo García: Oscar Alfonso)
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