Hace 29 días, los Gallos de Sancti Spíritus jugaban para una desastrosa marca de 22-32. Habían perdido 11 de sus últimos 15 juegos, y las inconsistencias a la defensiva se convirtieron en una debacle—Sancti Spíritus cometió al menos un error en 46 de sus primeros 54 desafíos.
Al comenzar el último tercio de la temporada con 10 juegos por debajo de .500, Sancti Spíritus atravesaba su peor momento durante una caótica racha de 61 juegos consecutivos con más derrotas que victorias. Cuando faltaban apenas 21 juegos para terminar la temporada regular, los Gallos no sobresalían ni siquiera como probables contendientes.
Sin embargo, la historia comenzó a dar un giro inesperado. Sancti Spíritus ganó seis juegos consecutivos, que salvaron la serie 3-2 contra Artemisa. La reacción también aseguró un éxito por 3-2 en el desafío ante Industriales. Ese destello avivó las esperanzas del equipo y, contra todo pronóstico, los Gallos se convirtieron en contendientes por el último boleto a los playoffs.
Tras ganar la serie 3-2 contra Industriales, barrieron 5-0 a Camagüey, y ganaron 4-1 ante Holguín. Al comenzar esta semana, la lucha por el último boleto a los playoffs se redujo a tres equipos: Villa Clara, Guantánamo y Sancti Spíritus. Este jueves, en el último día de la temporada regular, Guantánamo inició en el octavo lugar de las posiciones con marca de 39-35. Sancti Spíritus (38-35) estaba ½ detrás, pero tenían la ventaja de que, si ganaban el doble juego contra Cienfuegos, obtendrían el boleto a la postemporada.
Los Gallos completaron el trabajo: ganaron la doble cartelera a siete entradas contra los Elefantes —ambos juegos con marcadores de 2-1—, y se convirtieron oficialmente en el octavo clasificado a los playoffs de esta 63 Serie Nacional del béisbol cubano.
El doble éxito de Sancti Spíritus también pulverizó las esperanzas de los Indios de Guantánamo, quienes estuvieron a punto de terminar con una racha de 13 años sin llegar a los playoffs. Guantánamo terminó con el mismo récord de 40-35 que Sancti Spíritus, pero los Gallos ganaron la serie de este año por 4-1. Ese resultado a inicios de abril terminó decidiendo el destino de los Indios.
Así pues, lo que parecía imposible, se hizo realidad: Sancti Spíritus ganó 18 de sus últimos 21 juegos.
En estas últimas cuatro semanas de la temporada regular ganaron 8 de 10 contra equipos contendientes (Industriales y Camagüey). Y, luego, en las dos siguientes, mantuvieron el paso ganador: registraron marca de 9-1 contra Holguín y Cienfuegos, rivales que estaban en el 14to y 15to lugar entre los 16 equipos de la liga, respectivamente.
Este jueves, el outfielder Carlos Gómez remolcó la carrera de la victoria con sencillos por el infield en los dos juegos —en el primer partido, Gómez conectó sencillo walk off en el final de la novena entrada. En el segundo match de la doble cartelera, finalizado a causa de la lluvia en el estadio 5 de septiembre, José Eduardo Santos dominó a sus anchas en duelo contra el as de los Elefantes, Raikol Suárez.
Santos dejó a Cienfuegos con solo dos hits en seis entradas, hasta que llegó la lluvia tras el doble de Yunier Mendoza en el inicio del séptimo. Durante la racha decisiva de 18-3 de los Gallos, el regreso de Santos a la rotación ha sido clave: registró récord de 3-0 en cinco aperturas, con 5 ⅔ innings de durabilidad, 2.63 ERA y 1.48 WHIP. Sus 119 oponentes promediaron para un deficiente .255.
El lanzador más dominante y probablemente el MVP de los Gallos en esta recta final de la temporada fue el diestro Yankiel Mauris, quien registró marca de 2-0 y seis salvamentos en 12 salidas—lanzó en el 57% de los últimos 21 juegos del equipo. En una liga donde un lanzador puede ser calificado por encima del promedio con 5.00 ERA, Mauris fijó efectividad de 1.04. Permitió solo dos extra bases (doble de Osbel Pacheco y jonrón solitario de Rafael Álvarez) contra sus últimos 100 oponentes, y estableció una correlación de 22 ponches y apenas cinco caminatas (dos fueron intencionales).
Luego de la lesión del cerrador del equipo, el diestro Yanielquis Duardo, Mauris cargó todo el peso del bullpen, pero el aporte de los titulares de la rotación, el diestro José Eduardo Santos, y los zurdos Yohannys Hernández (4-0 en sus últimas cinco aperturas, con 2.64 ERA), Alex Guerra (ganó sus tres aperturas con 1.42 ERA) y Carlos M. Benavides (0-1 con 3.80 ERA en sus últimas cinco aperturas), resultó clave en el despertar de los Gallos.
Otro punto decisivo a considerar aquí fue la mejoría de la defensa. Sancti Spíritus había cometido 97 errores en sus primeros 54 juegos, cuando parecían hundirse con marca de 22-32. El 79% de los errores les habían costado carreras. Cuando la defensa comenzó a mejorar y pudieron hacer ajustes, el pitcheo de los Gallos fue más dominante. Es cierto que en las últimas dos semanas enfrentaron a equipos perdedores como Holguín y Cienfuegos, pero el trabajo defensivo marcó una gran diferencia:
Primeros 54 juegos de Sancti Spíritus: 97 errores, el 79% les costó carreras al equipo, y fildearon para un deficiente promedio de .952.
Últimos 21 juegos: 24 errores, el 50% les costó carreras al equipo, y mejoraron a .969 en el promedio defensivo.
Obviamente, sabemos que .969 aún sigue siendo una deficiencia colectiva alarmante para las aspiraciones de los Gallos en la postemporada, pero las mejorías fueron considerables.
En el último tercio de la temporada la ofensiva de Sancti Spíritus también ascendió, impulsada sobre todo por la mezcla de bateadores jóvenes y veteranos. Durante la racha de 18-3 en los últimos 21 juegos, Rodolexis Moreno lideró el equipo en promedio de bateo (.488), hits (42), triples (3), bases robadas (4) y carreras anotadas (25). El outfielder Daniel Jesús González también sorprendió, promediando por encima de .400 (.442) en sus últimas 52 apariciones al plato.
Alexis Varona encabezó el lineup en dobles (9), extra bases (13), e igualó a Frederich Cepeda en jonrones (4). Como esperaba el manager Lázaro Martínez, Duniesky Barroso remolcó 16 carreras (seis de ellas para proporcionar el empate o la ventaja en el marcador), y fue el principal bateador de clutch del equipo.
Con Cepeda llegando a bases en un gran por ciento de sus apariciones al plato —registró 34 caminatas y .577 OBP en sus últimos 21 juegos—, Barroso promedió para .388 con corredores en posición anotadora. Daniel Jesús González empujó al 50% de los 10 corredores que encontró en posición anotadora, y el novato Yasser García fue la gran revelación, remolcando a 8 de 12 (67%).
Cuando parecía imposible, los Gallos se recuperaron. La ofensiva produjo línea de .336/.441/.477, con 15 jonrones y un promedio de 6.3 carreras en los últimos 21 juegos. El pitcheo también se ajustó, registrando 3.21 ERA. Y ya sabes todo lo que mejoró la defensa. Cada detalle clave del juego se unió en este contundente viaje que terminó en una racha de 18-3 y el boleto de postemporada para los Gallos.
Es casi seguro que Sancti Spíritus (octavo clasificado oficialmente) enfrente a Pinar del Río, quien tiene altas probabilidades de terminar como líder en esta temporada regular. Los Gallos volverán a los playoffs por quinta ocasión en los últimos seis años. Si se repite la serie Pinar del Río-Sancti Spíritus en Cuartos de Final, veremos una reedición del playoff que los Gallos ganaron en siete juegos contra los Vegueros en la 61 Serie Nacional.
¡Bienvenidos a los playoffs! Sí, esta historia apenas comienza.
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