Por Yirsandy Rodríguez
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¿Qué está pasando con los Vegueros de Pinar del Río? Esa es una de las preguntas más recurrentes que se están haciendo los fanáticos de Pinar del Río en este inicio de la III Liga Élite del Béisbol Cubano. ¿Cuándo la ofensiva despertará y el equipo comenzará a producir al nivel esperado? ¿Los refuerzos elegidos por el manager Alexander Urquiola fueron suficientes?
No pocos creen que la ausencia de Alexei Ramírez y William Saavedra ha sido uno de los puntos más influyentes en este slump inicial del equipo. Sin embargo, el déficit ofensivo de los Vegueros va siendo un asunto más preocupante. El equipo está promediando apenas 2.2 carreras por juego, bien alejados de la media en la liga (4.6). Tras la derrota por 9-2 este martes (como visitantes en el estadio Mártires de Barbados) contra los Alazanes de Granma, Pinar del Río está bateando para una desconcertante línea de .210/.279/.292, con .571 OPS.
El peor OPS de un equipo en la historia de la Liga Élite fue de Cafetaleros con .650 en la primera edición. Pero ese es solo uno de los medidores que han encendido las alarmas en “vueltabajo”. La historia va más allá de eso. Los abridores de los Vegueros no han podido ganar ningún juego.
Sí, el envidiable cuarteto conformado por los diestros Erlys Casanova, Frank Luis Medina, Yunieski García y el zurdo Geonel Gutiérrez ha registrado salidas de calidad. La mala noticia es que, aun así, no han podido obtener ningún éxito. Bueno, también creo que “ganar” no es la estadística más convincente para evaluar la efectividad de una rotación de abridores en estos tiempos. Pero ese concepto del “béisbol moderno” no aplica a la filosofía de juego en el béisbol cubano, donde aún las rotaciones adolecen de brazos consistentes.

En otras palabras, ninguna victoria de los abridores en los primeros nueve juegos es la noticia que esperas de esta experimentada rotación de los Vegueros.
Tampoco deberíamos olvidar que el bullpen de los “pativerdes” ha sido vulnerable. Los abridores han cubierto el 65% de las entradas del equipo, pero el bullpen ha permitido .431 OBP y una efectividad de 4.81. Esas tendencias representan gran parte de las situaciones de presión que no han podido superar los relevistas. Por otra parte, antes de regresar al slump ofensivo, he aquí otro grave problema: los Vegueros han cometido 11 errores en nueve juegos, y el 82% de ellos les han costado carreras.
Si permites un diferencial de -31, anotas un promedio de 2.2 carreras por juego, el bullpen no puede sostener las ventajas y la defensiva comete más de un error por partido… ¿Qué se puede esperar? ¿Un resultado mejor del que estamos viendo?
Así que, siendo objetivos, el problema de los Vegueros no ha sido solo de la ofensiva, donde Luis Pablo Acosta y Frank Raúl González van siendo los únicos bateadores con producción relevante. De hecho, ambos se han combinado para registrar tres de los cuatro jonrones del equipo, siete de los 15 extra bases y ocho de las 20 remolcadas. En cambio, bateadores claves del equipo como Yasser Julio González (tiene tres remolcadas en 37 PA), Tailon Sánchez y Jorge Yoán Rojas (se combinan para una empujada en 58 PA) han sido limitados a la ofensiva. Ese es el mismo caso de los refuerzos Yasiel González, Lázaro Fernández y Yadiel Guerra, quienes han acumulado solo tres remolcadas en 80 apariciones al plato.
Mira, puedes chequear este detalle: el leadoff de los Vegueros, Juan Carlos Arencibia, no tiene remolcadas y ha anotado una sola carrera. Sin embargo, es el bateador que más corredores ha encontrado en posición anotadora (13) después de 39 viajes por el plato. Cuando el leadoff de un equipo está consiguiendo la mayor cantidad de turnos con corredores en posición anotadora, algo no está funcionando en el lineup.
Cinco de los seis hits de Luis Pablo han sido extra bases, pero ha subido al plato con apenas tres corredores en posición de anotar.
Entonces, para dar el giro, los Vegueros de Pinar del Río necesitan algo más que una chispa ofensiva. Tendrán que alinear todo su poder vertical, encabezado por el trabajo defensivo y la estabilización de su rotación de pitcheo. Si algo han demostrado los equipos de Pinar del Río a lo largo de su historia es la capacidad para resurgir.
Se han jugado apenas nueve partidos de 40 programados en esta temporada regular de la III Liga Élite del Béisbol Cubano. Aún hay suficiente camino por recorrer.
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