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Foto del escritorYirsandy Rodríguez

El dominio de los Gallos sigue exponiendo las deficiencias predecibles de Industriales

—Los Gallos buscarán barrida inédita de 5-0, y han expuesto parte de las deficiencias que podrían romper el ritmo de los Leones este año.



Kevin Arévalo agitó su bate y avanzó rápidamente camino al plato del estadio Latinoamericano.


Tras iniciar apenas su 25to juego en Series Nacionales, el contexto del momento había sido familiar para Arévalo únicamente en sus últimas ocho visitas al plato. Los Gallos de Sancti Spíritus (6-3) habían colocado corredores en tercera y segunda con dos outs. Un doble remolcador de Delvis Hernández empujó a Alexis Varona y abrió el marcador, 1-0, aprovechando un desliz en el comando del abridor de Industriales (3-6), el zurdo de 21 años, Julio Rodríguez.


Después de batear el primer jonrón de su carrera el pasado martes en el estadio Latinoamericano ante el novato Rafael Perdomo, Arévalo volvió a producir un batazo clave: roció sencillo de línea al left, por encima del torpedero Ángel Alfredo Hechevarría, y los Gallos extendieron la ventaja, 3-0. La conexión fue decisiva para el éxito de Sancti Spíritus este jueves por 3-2, el quinto triunfo consecutivo de los Gallos ante Industriales en esta 62 Serie Nacional de Béisbol Cubano (SNB).


Los dirigidos por Lázaro Martínez, manager debutante en esta 62 Serie Nacional, se apoyaron en las fortalezas de su bullpen luego de la segunda explosión del zurdo Humberto Delgado como abridor. Actuaciones dominantes del zurdo Yohannis Hernández y el diestro Yankiel Mauris —aseguró su tercer salvamento del año con 3 ¹/₃ innings— volvieron a exponer la principal ineficiencia de los Leones: la producción de carreras.


Eso sí, la inconsistencia del lineup en comparación con las potencialidades conjuntas de la pasada campaña eran predecibles: después de haber estabilizado una alineación titular en la 61 Serie Nacional, los Leones no contarían con el antesalista Andrés Hernández, líder en remolcadas (56), OBP+ (122) y carreras producidas (96), además de promedio (.376) y slugging (.618) en contacto.*


*Una muestra de que el promedio de bateo no nos ofrece veracidad suficiente, está en el BAC (promedio en contacto) de Andrés Hernández, quien cerró la pasada serie con .310 de AVG y .376 de BAC, lo cual muestra la solidez de su potencial como bateador cuando sus manos ajustan con más frecuencia su swing ideal.


La presencia de Yosvany Peñalver y Yasiel Santoya aún fortifica el centro del lineup, mientras se espera que Ariel Hechevarría pueda explotar su potencial como bateador y antesalista. Sí, podríamos esgrimir “que se han jugado apenas cinco partidos”, ¿verdad?... Y que es una muestra demasiado pequeña. Bien, no es menos cierto. Sin embargo, un equipo que no logre ajustarse a tiempo y ofrecer resistencia podría perder la permanencia en playoffs, un pase a la final o el título nacional en apenas cinco partidos —¡cierto, definitivamente depende desde qué ángulo prefieras ver el valor de las muestras pequeñas!—.


Aunque se han jugado apenas nueve partidos, los Industriales lucen lejos de las proyecciones que se esperan a la ofensiva. El hecho de que se hayan jugado apenas cinco partidos, no justifica la pobre producción de los Leones en situaciones de clutch. En su actual racha de cinco derrotas consecutivas, han dejado de remolcar a 59 de 67 corredores encontrados en posición anotadora frente a Sancti Spíritus, ponchándose a un ritmo (15.9%) preocupante en comparación con la tasa de extra bases bateados (3.7%).


Si de poder se trata, los Azules han conectado un solo jonrón (Dayron Blanco ante Ciego de Ávila) en 346 apariciones en home combinadas. Si no puedes ganar a base de poder, entonces cada estrategia que involucre la velocidad será decisiva para producir carreras y evitar tantos slumps colectivos. Ese incipiente destello de velocidad en función de la ofensiva capitalina ante los Tigres de Ciego de Ávila fue justificable: era retando al cátcher Osvaldo Vázquez. Contra los Gallos, los intentos de fabricar carreras con más agresividad en las bases se han visto pulverizados por esa razón obvia que marca la diferencia: la presencia de Yunior Ibarra detrás del home, guiando el pitcheo y limitando a los corredores con sus habilidades defensivas muy por encima del nivel de los receptores en la actual liga.


La buena noticia para los Leones es que la 62 Serie Nacional está comenzando. Cuando se trata de probar a jugadores jóvenes o alineaciones con más esperanza que probabilidades de anotar carreras, 66 juegos por delante aún dejan espacio para los suspiros. Pero el punto neurálgico, como expusimos una vez más aquí, es depender de un equipo que en su peor versión anota menos de 4.0 carreras por partido y permite el doble, 8.0.


Mi amigo Yanquiel Barrios seguramente dirá: “La temporada apenas comienza”, y creo que ese optimismo también es parte de las expectativas generadas cada año por el equipo de Industriales. Por ahora, la noticia del momento sigue en curso: Sancti Spíritus ha ganado sus primeros cuatro partidos de esta temporada contra los Leones. Una victoria más, los convertiría en el primer equipo que barre serie consecutiva de cinco duelos.


Si agregamos el éxito de los Gallos por 5-3 en su último encuentro frente a Industriales durante la pasada 61 Serie Nacional, la racha se extiende a cinco triunfos en fila. Ese resultado sería significativo para el team espirituano, que se pondría a la mitad de su récord histórico contra equipos de Industriales. Sin embargo, la gran lectura aquí es que, puedes ganar o perder, pero el objetivo principal es recuperarte: y en ese sentido, los Leones necesitarán ser menos predecibles sobre sus posibles potencialidades en esta temporada.

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