La ventaja de cinco carreras en el final del noveno inning parecía suficiente, pero el bullpen de los Tigres de Ciego de Ávila volvió a estallar: Yunier Batista permitió sencillo de Yoelkis Baró, triple de Lázaro Dayán Pérez, y luego caminó a Yoán Moreno.
Después de atravesar por una racha de cinco derrotas consecutivas —cuatro de ellas la semana pasada contra Industriales—, los Tigres llegaron al final del séptimo inning de este miércoles con ventaja por 8-1 contra los Cazadores. En su cuarta apertura de la temporada, el novato Ediel Ponce se apuntó una salida de calidad tras admitir una carrera limpia en seis entradas. Sin embargo, cuando parecía que el bullpen de los Tigres no sufriría el desgaste al que fue sometido en la reciente semana, las pesadillas volvieron a aparecer.
A Miranda no le quedó más remedio que activar a Yoan Carlos Díaz, quien ha sido el relevista más dominante del staff. Díaz admitió sencillo remolcador de Carlos De La Tejera, que redujo el score a 8-5. Sin outs, Osbel Pacheco conectó rodado al campo corto, pero una pifia del inicialista Ronaldo Castillo no pudo completar la doble matanza. La defensa, otra de las potencialidades que exhibieron los Tigres en sus primeros 15 juegos, volvía a fallar. Aun así, Díaz superó la tensión del momento: dominó a Rodmy Proenza en elevado a tercera y, tras otorgar boleto a Osmel Solano —que colocó posible empate y ventaja en circulación para los Cazadores—, Dainel López entregó el último out con elevado al left.
Con el éxito, Ciego de Ávila tiene marca de 17-7 (regresó al segundo lugar) y, lo más importante: detuvo la cadena de cinco reveses al hilo. Ahora, la gran pregunta aquí es si realmente estos Tigres están preparados para mantener un paso ganador en el segundo tercio de esta temporada regular. El inicio histórico con 16 triunfos en los primeros 18 juegos bajo el mando de Danny Miranda impuso un nuevo récord para managers debutantes, superando la marca de 15-3 registrada por Estéban Lombillo con los Vaqueros del Habana en la temporada 2004-2005.
Durante la racha, los Tigres enfrentaron a tres de los siete oponentes que clasificaron a los playoffs en la pasada temporada. Vencieron en dos juegos a los Toros, luego derrotaron por barrida de 5-0 a los Gallos, y 4-1 a los Cocodrilos. A los Tigres aún les queda enfrentar a Pinar del Río, Las Tunas y Granma, tres de los cinco equipos más consistentes en este inicio de campaña. Con el regreso de Dachel Duquesne, la rotación abridora ha encontrado un líder, pero los Tigres necesitan más durabilidad y consistencia. Hasta hace una semana, los primeros resultados en esta 63 Serie Nacional habían sido alentadores, superando las proyecciones iniciales para un cuerpo de lanzadores que continuó su proceso de renovación.
Parte del caos que se desató la semana pasada contra Industriales fue por las explosiones de la rotación: a excepción de Duquesne, ningún abridor pudo permanecer al menos cinco entradas en el montículo. De las cinco derrotas consecutivas, los abridores perdieron en cuatro decisiones, promediando 3 ⅓ innings de durabilidad. Luego, la debacle continuó, y los relevistas avileños soportaron 25 carreras, el 51% de las 49 permitidas por el equipo.
Detrás de cada explosión, la ofensiva también fue deficiente, al punto de anotar apenas 18 carreras, mientras los ponches (33) prácticamente duplicaban el registro de boletos (17). Sí, hubo innings en que las desventajas llegaron a ser prácticamente insuperables, pero cuando dos de los bateadores claves del equipo no producen, las probabilidades ofensivas de los Tigres se reducen: Raúl González (12-2) y Osvaldo Vázquez (11-1) se combinaron para dejar en circulación a 20 de los 23 corredores que encontraron en posición anotadora.
Vázquez no alineó este miércoles, y Raúl González se fue de 5-0. ¿El resultado final? Ciego de Ávila anotó ocho carreras, cinco de ellas aprovechando las imprecisiones defensivas de los Cazadores. O sea que, en cuanto a la producción ofensiva, los Tigres hubieran perdido el juego con marcador de 7-3. Por supuesto, un line up depende de nueve bateadores, y los Tigres han contado con la constante producción de Liosvany Pérez, Héctor Labrada y Alexander Jiménez, pero supongo que a veces también hace falta un poco de suerte.
A un juego de completar el primer tercio de la temporada regular, veremos si los Tigres de Ciego de Ávila pueden permanecer en la élite.
Comentários