Por segundo día consecutivo, Jorge Soler se ha robado los titulares entre los peloteros cubanos que están activos en esta temporada de MLB: Bateó par de jonrones en la noche de este lunes contra los White Sox de Chicago, que recorrieron 862-ft en Kauffman Stadium.
Sus dos bambinazos, el 12do y 13ro de esta temporada, no encontraron corredores en circulación ante el zurdo Dallas Keuchel, y en gran medida eso causó que los Royals ganaran con cerrado marcador de 4-3. La racha de cuatro jonrones en sus últimas ocho veces al bate es un nuevo récord personal para Soler, pues nunca había conseguido par de vuelacercas en un juego durante días consecutivos.
Cinco días era la menor diferencia en que “El Crudo” de los Royals había logrado juegos de multi-jonrón en 603 partidos de su carrera. La primera vez fue el 6 de agosto de 2019, cuando bateó de 2-2 con par de bombazos y 4-RBIs ante los Medias Rojas de Boston en Fenway Park. Y, cinco días después, el 11 de agosto, repitió el “back-to-back” tras registrar jornada perfecta de 3-3 con doble incluido y 5-RBIs, al sacudir par de cohetes más allá de los límites contra los Tigres de Detroit.
Después de escribir mi columna de análisis este lunes, varios fanáticos me han preguntado sobre qué esperar del despertar de Soler quien, desde el pasado martes, ha producido la misma cantidad de jonrones (6) que había acumulado en sus anteriores 318 visitas al plato este año.
Una vez más, la pregunta sonó como una bola rápida de 100 mph entrando a la mascota del cátcher: ¿Estaremos en presencia del despertar de Jorge Soler? ¿La racha actual será sólo un destello? ¿O Soler podrá volver a imponer el poder de sus muñecas con mayor frecuencia en lo que resta de esta segunda mitad de temporada?
Todas fueron preguntas interesantes, pero algo que me ha demostrado mi constante estudio de métricas y estados de forma de jugadores con diferentes herramientas, es el análisis de lo que mostrarían sus tendencias a largo plazo. Incluso los peores bateadores del juego en cualquier liga tienen partidos o rachas calientes.
Obviamente, el caso de Soler no es similar al de un bateador “limitado”. En primer lugar, “El Crudo” tiene una de las herramientas más sensacionales y mejores pagadas a través de la historia del béisbol profesional: El poder.
En ese punto no tenemos duda alguna. De hecho, mientras atravesaba sus peores “slumps” dentro de la temporada, elogiamos la capacidad de Soler para generar altas velocidades de salida, exhibiendo el potencial de su swing como lo hizo este lunes: Sus dos jonrones recorrieron más de 400-ft, ¡449-ft y 413-ft, respectivamente!
¡Fueron sencillamente panorámicos!
Y, como escribí antes, no hay nada de asombro en esa muestra de talento legítimo, pues todos los bambinazos de Soler esta temporada han recorrido más de 400-ft. De acuerdo con Baseball-Savant, Soler entró al juego de este lunes con el mayor promedio en distancia recorrida por sus jonrones entre bateadores que habían sacado al menos 10 pelotas más allá de los límites en esta temporada:
A ese impacto podemos agregarle una nota más: 17 de los últimos 19 jonrones que ha bateado Soler en MLB—incluyendo seis de sus nueve el año pasado—han recorrido al menos 400-ft. Sí, el poder de su giro de muñecas es incuestionable, pero si “El Crudo” no mejora su frecuencia de contacto, las probabilidades de conseguir extra bases no aumentarán.
En la presente racha durante sus últimas 41 visitas al plato, Soler ha bateado siete jonrones en 29 bolas puestas en juego. Esa tasa de 24.1% es realmente insostenible mientras se siguen acumulando las apariciones en home, aunque de alguna manera causan un doble efecto: Producción y confianza para el slugger cubano.
Sin embargo, la clave futura de Soler estará esencialmente en qué podría lograr con su principal herramienta, el poder. Y en ese sentido, aún tiene dudas que responder, sobre todo su inefectividad contra pitcheos rompientes. Dentro de la temporada, el promedio esperado (xBA) de Soler contra los breaking balls ha sido un pésimo .148, y .211 ante los cambios de velocidad.
Cuando calificamos todos sus jonrones, podemos ver que nueve de sus 13 han sido golpeando bolas rápidas de cuatro costuras (7). ¿El resto?: Uno contra sinker y cutter, respectivamente, y sólo dos golpeando sliders, el pitcheo que lo ha hecho fallar casi un 50% de sus swings (48.9).
En comparación con su impacto histórico de 2019, cuando bateó 48 jonrones, esa es una de las regresiones más notables, pues Soler sacó del parque 14 pitcheos rompientes en aquella gran temporada.
¿El resumen desde 2019 a la fecha?:
-14 jonrones vs. sliders en 2019
-¿Durante las últimas dos temporadas (2020-2021)?: ¡Solo siete!
Entonces, si de retos en el plato se trata, ahí está la gran asignatura pendiente para Jorge Soler, precisamente el bateador de MLB que mayor porcentaje de sliders ha recibido en esta temporada (29.1%).
¡Sí, es Grandes Ligas! Y en plena era de la analítica, cada lanzador, independientemente de su talento, tiene a su disposición cuál es la fórmula más viable para dominar a sus respectivos oponentes.
Ante Jorge Soler, ha sido generalmente la mezcla de breaking balls y cambios de velocidad, pero sobre todo, la slider: Mientras no demuestre lo contrario, sus rivales le darán prioridad a esos pitcheos una y otra vez, intentando limitar el poder del slugger cubano.
(Foto: Jorge Soler/GettyImages)
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