No sólo se trata de talento.
Los ases de rotación necesitan definir juegos y marcar la diferencia en el decisivo escenario de la postemporada: Lázaro Blanco ha hecho ese trabajo una y otra vez, hasta asegurar este domingo el éxito por 3-2 de los Alazanes de Granma ante los Cocodrilos de Matanzas en el Juego 1 de la final de esta 60 Serie Nacional del béisbol cubano.
Por quinta apertura en fila, Blanco lanzó una joya de pitcheo en la sede neutral del estadio José Antonio Huelga, que le permitió al bullpen encargarse únicamente de los últimos tres outs: Aseguró ocho entradas donde dejó en sólo cuatro hits y dos carreras a los actuales campeones nacionales. Con esa actuación, ahora el “Gigante de Yara” implantó récord de 5-0 en playoffs para lanzadores granmenses, dejando atrás la marca de 4-0 de Alaín Sánchez en la 57 Serie Nacional.
Después de admitir un jonrón del antesalista Yadil Mujica en su onceno pitcheo del juego, Blanco retiró a 13 oponentes de manera consecutiva para ajustarse rápidamente y plantearle el duelo al zurdo Yoanis Yera. En la parte baja del primer episodio, los Alazanes empataron el score 1-1 aplicando la esperada combinación de velocidad en función de la ofensiva. El leadoff Roel Santos le pegó sencillo de línea al centerfield a Yera y, acto seguido, se robó segunda, avanzó a tercera con un rolling de Osvaldo Abreu y anotó por elevado de sacrificio de Raico Santos.
Con el match igualado 1-1, ambos ases comenzaron a neutralizar a la oposición. Blanco, mejoró la velocidad de su bola rápida, pero una vez más el slider y su cambio de velocidad fueron dos de las armas fundamentales para obligar a que sus oponentes fallaran con conexiones débiles. Por su parte, Yera impuso la velocidad de su bola rápida mezclada con la curveball. Sin embargo, aunque estuvo ponchador, los Alazanes lograron fabricarle las carreras suficientes para darle un giro al juego.
En el final del quinto capítulo después de dos outs, un doble del noveno bate, Alexquemer Sánchez, fue clave para extender la entrada. Luego, Roel le ganó el boleto y Osvaldo Abreu subió al plato. En su turno anterior, Abreu no pudo con las bolas rápidas de Yera y se ponchó con Yulian Milán esperando remolque en la antesala. Tres pitcheos después, Yera parecía vencer a Abreu en cuenta de 1-2, pero le lanzó una curveball que el segundo bate granmense no perdonó: Sacó una línea a lo profundo del left-center, que envió al plato a Alexquemer y Roel. ¡3-1, los Alazanes se iban delante!
Detrás de Raico Santos (11), Iván Prieto (10) y Guillermo García (10), Abreu ha sido un frecuente empujador (8) de carreras en momentos claves durante estos playoffs. Antes del juego, el antesalista granmense promediaba línea ofensiva de .410/.547/.462 y luego de apuntarse el primer triple de los Alazanes en estos playoffs, ahora acumula 17 hits y 8 RBIs. Pero, además de su gran demostración de habilidades como segundo bate, rociando constantemente conexiones hacia su lado opuesto del campo —el rightfield—, Abreu ha sido un defensor de élite: No ha cometido errores durante 28 lances en esta postemporada, y su picardía para posicionarse tanto como el alcance de su guante en la antesala han marcado la diferencia.
De hecho, una de esas pequeñas jugadas que a veces no son resaltadas pero ayudan a cada éxito, Abreu la protagonizó esta tarde cuando esperó hasta última hora sin delatar el tiro a tercera de Alexquemer Sánchez. ¿Qué sucedió? William Luis, quien intentó alcanzar la antesala tras el hit al right de Andrys Pérez después de dos outs, llegó confiado y nunca se deslizó: ¡Abreu lo puso out con otro disparo potente de Alexquemer!
Obviamente, no podemos asumir que, si Luis hubiese sido safe en tercera, luego los Cocodrilos habrían anotado el empate, pero sin dudas la entrada de Eduardo Blanco era el escenario más apropiado para los dirigidos por Armando Ferrer.
Un inning más tarde, en el sexto, Aníbal Medina cerró el score 3-2 con un jonronazo solitario ante Blanco, la última carrera que Matanzas pudo anotar en este Juego 1. De ahí en adelante, Blanco retiró a ocho de sus siguientes nueve rivales, incluyendo su tercer ponche contra Erisbel Arruebarena.
En 37.1 innings durante cinco inicios en estos playoffs, ahora Blanco lanza para 1.20 ERA, con 24 strikeouts y sólo siete bases por bolas concebidas. Sus oponentes le promedian un deficiente .191, registro que ahora mismo dejó atrás su récord de .205 implantado en 2015 para lanzadores granmenses con al menos dos aperturas en una postemporada.
Yera también cerró su apertura de ocho innings dominando a sus 10 oponentes en fila con cuatro strikeouts después de admitir el triple de Abreu. Al final, el as de los Cocodrilos propinó 11 ponches, y dejó al lineup de los Alazanes en sólo cinco hits. La tanda de “1-2-3” fue la única que pudo producirle las tres carreras, tras batearle de 10-3 a Yera. Pero, los siguientes bateadores de las tandas “4-5-6” y “7-8-9”, se fueron de 9-0 y 8-2, con cuatro y cinco strikeouts, respectivamente.
Del noveno se encargó el diestro Carlos Santana, quien retiró a sus tres rivales sin permitir embasados —le propinó el cuarto ponche del juego al “Grillo”—, una agradable noticia para el bullpen del manager Carlos Martí.
Otra vez, como le ha ocurrido a Matanzas y a casi todos los equipos después de llevar varios días sin jugar, la descoordinación ofensiva fue una tendencia apreciable. Sin embargo, también vale señalar que los Alazanes lograron salir delante en el duelo de ases entre Yera vs. Blanco, y ahora dependerán del veterano Leandro Martínez para el Juego 2. Por segundo playoffs en fila, los Cocodrilos de Armando Ferrer salen derrotados en la arrancada, pero la presencia del veterano Noelvis Entenza y el regreso de Yadir Drake y Yoel Suárez podrían ser claves para buscar el empate de la serie este lunes en el Juego 2.
(Fotos de Lázaro Blanco y Osvaldo Abreu: Oscar Alfonso Sosa)
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