La historia como Yankee del zurdo cubano, Néstor Cortés Jr., comenzó en mayo de 2019. Una temporada después de debutar con los Orioles y lanzar cuatro juegos a los 23 años, siendo agente libre, los Yankees de Nueva York firmaron al joven natural del Surgidero de Batabanó, con un contrato de Ligas Menores y lo invitaron a los entrenamientos de primavera.
Seleccionado por los Yankees de Nueva York en la ronda 36 del Draft amateur de junio de la MLB de 2013, Cortés Jr. no era el típico pitcher del cual se esperaba un breakout en la organización. A decir verdad, su condición de lanzador zurdo parecía ser el principal valor agregado en un plan de desarrollo a largo plazo.
En la temporada siguiente, como suele suceder muchas veces en el béisbol, Cortés Jr. comenzó a encontrar oportunidades. Sus primeras apariciones fueron de relevo, cruzando el lineup oponente en más de una ocasión e, incluso, en dos. Durante esas primeras 18 entradas, lanzó para 0.96 de efectividad, así que el manager Aaron Boone y los Yankees no duraron en promover su trabajo. Luego de una primera apertura aceptable contra los Mets, Cortés Jr. fue ganando confianza y sus eficientes actuaciones lo convirtieron en un abridor regular de la rotación.
Para esta temporada, Boone y los Yankees han vuelto a considerar a Cortés Jr. entre sus planes como abridor, y una vez más el cubano está respondiendo con clase. La gran exhibición de Cortés Jr. este domingo ante los Orioles de Baltimore, el equipo con el cual debutó en MLB, va siendo el mejor ejemplo de la consistencia que el zurdo cubano podría ofrecer en el staff de los Yankees. Durante cinco entradas, Cortés Jr. tiró 88 lanzamientos, sus oponentes fallaron el 35% de los swings (15 de 43), y conectaron apenas tres hits en 19 visitas a la caja de bateo.
Cortés Jr. confesó que, al inicio del juego, el viento le jugó una mala pasada cuando lanzó la pelota, pero luego tomó el ritmo y su comando comenzó a invadir los puntos que exploró junto al cátcher Kyle Higashioka. Vale, podemos dar un viaje rápidamente por esos cinco innings:
Primera entrada
Austin Hays: su swing se perdió completamente detrás de un cutter de 85.4 mph, en la parte alta de la zona de strike.
Ryan Mountcastle: coronó un swing que apenas golpeó otro cutter similar, hasta enviar la pelota de línea a lo corto del right a una velocidad de salida de apenas 64.6 mph—¿qué estás pensando? ¿por qué sonríes, eh?—.
Trey Mancini: dejó pasar cinco pitcheos seguidos, tres bolas, un strike, y luego la cuarta bola, una recta baja de cuatro costuras a 88.4 mph.
Anthony Santander: ¡se ponchó sin poder azotar el cutter de Nasty en un turno de seis picheos!
Ryan McKenna: roleteó a tercera para borrar la amenaza—si así podríamos llamarle—, hundiendo su swing sobre otro cutter escurridizo.
Segunda entrada:
Robinson Chirinos, Chris Owings y Kelvin Gutiérrez, se fueron por la vía de los strikes—los dos últimos sin hacerle swing a la bola—.
Tercera entrada:
Jorge Mateo: bateó un sencillo al center aprovechando una bola rápida (alta) de 89.8 mph.
Austin Hays: conectó una línea sólida de 92.6 mph con otra bola rápida, pero Aaron Hicks dio crédito a la proyección de apenas .200 xBA y disfrutó cómo la pelota entró en su guante.
Ryan Mountcastle y Trey Mancini: se poncharon con par de cutters casi idénticos, de 82.3 mph.
Cuarta entrada:
Anthony Santander, Ryan McKenna y Robinson Chirinos se poncharon, en un inning perfecto para Cortes Jr. con apenas nueve lanzamientos, tres para cada oponente.
Quinta entrada:
Chris Owings: se ponchó pensando cómo atrapar el cutter de Cortes Jr. ¡tarea aún pendiente!
Kelvin Gutiérrez: roleteó a tercera tras una batalla de siete lanzamientos, pero Josh Donaldson convirtió la conexión de 101.9 mph en una jugada de rutina.
Jorge Mateo: fue víctima de un cutter alto, el sexto de ocho lanzamientos en el turno.
Sí, el lineup de los O’s parecía ausente, sobre todo por esto: se poncharon 12 veces contra los lanzamientos de Cortés Jr., ¡12 de 15 outs por la vía de los strikes! Así es, esos registros fueron tan sensacionales como absurdos, al punto de que los genios de Stathead no tuvieron respuestas para las primeras dos consultas de BaseballdeCuba Stats-Info.
-Pregunta uno: ¿Cuántos lanzadores cubanos han logrado cinco entradas y 12 ponches en un juego como abridor en MLB?
-¿Respuesta?: No encontramos ningún resultado.
-Pregunta dos: ¿Cuántos lanzadores de los Yankees han logrado cinco entradas y 12 ponches en un juego como abridor en MLB?
-¿Respuesta?: Copy & Paste.
Y, bueno, finalmente, me vi obligado a conformar una pregunta tres: ¿Algún otro lanzador abridor en la historia de MLB ha acumulado 12 strikeouts en cinco innings?
¡Sí, había antecedentes! Resulta que un zurdo intratable llamado Chris Sale, poseedor de una slider aniquiladora, había logrado colgar 12 K en exactamente cinco inning, lanzando con los Red Sox el 12 de agosto de 2018. Por cierto, ¿sabes contra qué equipo registró la hazaña Sale? Escucha, no lo vas a creer: sometiendo también a los Orioles de Baltimore en una visita a Orioles Park en Camden Yards.
Aquí están ambas líneas, la de Sale y Cortés Jr., resultados para deleitarse:
Sale: 5 IP, 1 H, 0 BB, 12 K, 13 Sw-S (Swing fallidos).
Cortés Jr.: 5 IP, 3 H, 1 BB, 12 K, 15 Sw-S (Swing fallidos).
“Era bastante especial”, dijo a MLB el manager de los Yankees, Aaron Boone, tras la derrota 5-0 de los Orioles ante los tambaleantes Yankees que están jugando para .500 de promedio, con marca de 5-5. “Él realmente marcó su comando, y pensé que las cosas eran buenas. Otra salida realmente fuerte de Néstor. Siempre quieres ver a tus muchachos recompensados cuando se desempeñan realmente bien, y él lo hizo”.
Pero después de dar crédito a esos increíbles cinco innings en los que parecía que Cortés Jr. había reencarnado la fiereza monticular de Randy Johnson o la impactante presencia de CC Sabathia disfrutando cada out en el centro del diamante, el expectante guión de una joya de picheo dio un giro total. La dependencia del “béisbol moderno” y el ritmo en que la analítica maximiza el juego a solo probabilidades, nos privó de saber hasta dónde habría llegado Nasty.
Está bien, a veces somos demasiados románticos con el béisbol, sencillamente porque el béisbol es el juego más romántico de todos, ¿eh? Siendo justos, Cortés Jr. ha basado su dominio en intentar “engañar” con su mezcla de picheos, no imponiendo la velocidad. Con un bigote al estilo de antaño, Cortés Jr. combina su exquisito comando y algo de maña cuando sorprende soltando la pelota por diferentes ángulos de salida.
Sus tasas de ponches han mejorado de 5.8 K/9 en 2018 a 10.0 el año pasado, pero Cortés Jr. no es el clásico ponchador que se nos borra de la memoria, alguien, digamos, como su compatriota Aroldis Chapman. Eso sí, Néstor tiene varios trucos y habilidades incluso para moverse sobre la tabla de lanzar. Apelando estratégicamente al arte de ubicar la pelota por la periferia de la zona de strike, a menudo da la impresión de que algunos bateadores demoran más de lo común para descifrar sus picheos. Por cierto, el cátcher Kyle Higashioka fue un gran compañero, logrando algunos buenos encuadres que fueron claves en conteos de dos strikes.
Entonces, volviendo al tema de la sustitución, no podemos considerar del todo arbitrario el movimiento de Boone con el juego cero a cero para que el bullpen se responsabilizara de los últimos 12 outs, a la espera de que los Yankees reaccionaran a la ofensiva. Por esa razón, deberíamos ser justos: cuando Austin Hays abrió el sexto inning con un sencillo al left, una línea corta que viajó a apenas 83.3 mph en la velocidad de salida, Cortés Jr. había hecho su trabajo.
Néstor estaba paseando por Camden Yards y habríamos querido ver más, como sucedió el pasado miércoles cuando Dave Roberts y los Dodgers sustituyeron a Clayton Kershaw, quien estaba lanzando un Perfect Game de siete entradas con 80 lanzamientos contra los Twins en Target Field. Probablemente, la mayoría de los amantes del béisbol sentimos frustración, pero está claro que los Dodgers tenían un plan con Kershaw, y no estaban dispuestos a sacrificarlo—mucho menos a mitad de abril—.
Afortunadamente para Cortés Jr. y los Yankees, Chad Green ponchó a Cedric Mullins con su bola rápida de cuatro costuras, y el sexto inning pasó a la historia, manteniendo el duelo cero a cero. Dos capítulos más tarde, los Orioles volvieron a la carga y decidieron el juego, con un rally de cinco carreras en el final del octavo.
Una vez más, Nasty salió sin decisión, pero la joya que lanzó este domingo en Baltimore parece ofrecer un avance de lo que podría significar su consistencia en la rotación de los Yankees. “Es divertido estar allí cada vez que estás en una buena racha”, dijo Cortés Jr. “Simplemente lo hace un poco más dulce. Fue desafortunado que no salgamos con la victoria hoy”.
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