BaseballdeCuba: Durante la confección oficial de los equipos que participarán en la venidera 61 Serie Nacional, Yirsandy Rodríguez analizará cada fortaleza, las principales expectativas, desafíos que enfrentan los equipos de cara a la competencia, jugadores a seguir y más. ¡Disfruta la cobertura más completa del béisbol cubano!
LEOPARDOS DE VILLA CLARA
Títulos en Series Nacionales: Cinco (22, 32, 33, 34 y 52 Series Nacionales, temporadas de 1982-83, 1992-93, 1993-94, 1994-95 y 2012-13).
Última clasificación a los playoffs: 2019, 58 Serie Nacional (perdieron la discusión del título contra los Leñadores de Las Tunas).
Lugares en las últimas 10 Series Nacionales (51-60): 5, 1, 4, 12, 10, 4, 8, 2, 13, 13.
Principales fortalezas a seguir: Aunque en su regreso al banquillo de dirección el ilustre Pedro Jova no podrá contar con el talentoso diestro Pablo Luis Guillén—quien lideró la 60 Serie Nacional con 2.52 ERA—, el pitcheo sigue siendo la gran potencia de los Leopardos de Villa Clara. Jova dispondrá de una rotación que podría usar incluso a seis abridores con perspectivas, comenzando por su as, Freddy Asiel Álvarez, seguido de Alaín Sánchez—regresará tras su lesión en el brazo—, Javier Mirabal, además de los prometedores Eriel Carrillo y los zurdos Oscar Hernández y Pedro Manuel Castillo. Es cierto que el bullpen villaclareño proyecta menos dominio en comparación con la rotación abridora, pero estará inyectado con sangre joven y algunas sorpresas podrían llegar.
Desafíos que deben superar: Si algo tienen bien focalizado los Leopardos, han sido sus principales problemas ofensivos y del pitcheo en las últimas temporadas. En ambos sentidos, la 60 Serie Nacional debería ser una campaña para el olvido, pues la ofensiva villaclareña cerró con el peor slugging de la liga (.356) y fueron 15tos en jonrones (38) y porcentaje de ponches recibidos (15.6 K%). Esa ineficiencia de los bateadores se unió a la peor efectividad del pitcheo, tras terminar por vez primera una temporada con efectividad general (5.08) y de sus abridores (5.25) por encima de 5.00 ERA. Durante las últimas 20 series, el pitcheo de los Leopardos ha sido uno de los más completos a nivel de liga, con par de campañas fijando ERA colectivo por debajo de 3.00—el récord vigente fue de 2.88 ERA en la 52 Serie, cuando ganaron el título ante Matanzas—.
En el resto de los años, han combinado 14 series donde los respectivos staffs registraron menos de 4.00 ERA y sólo seis veces se fueron por encima. También vale recordar que Villa Clara batalló cerca de la zona de clasificación durante la primera mitad de la temporada, cuando jugaron para marca de .500 (17-17) entre septiembre y octubre de 2020. Sin embargo, poco a poco la pobre ofensiva que dependió totalmente de tres consistentes swings, los de Yurien Vizcaíno (botó 11 pelotas del parque e impulsó 19 veces el empate o la ventaja en el score), Andy Zamora (exhibió un increíble .535 OBP) y Walter Pacheco (aplastó los lanzamientos con .351 BA cuando encontró corredores en posición anotadora), se dirigió hacia una debacle que nunca pudo dar respiro ni las ventajas suficientes para el trabajo del pitcheo.
Al final, el equipo dirigido por José García Uña terminó hundido con marca de 13-27 y un agónico (-78) en el diferencial de carreras durante su paso en 30 partidos entre noviembre y enero. La producción de poder exhibió una luz de esperanza únicamente cuando Vizcaíno o Pacheco entraban en la caja de bateo, quienes registraron .481 y .475 slugging, pues las tendencias del resto del equipo sumergieron a los Leopardos en el último lugar en ISO (.095) y BABIP (.293).
Y, por supuesto, la otra parte del desastre colectivo fueron las ineficiencias del pitcheo, terminando con un descontrol sin medida. Los 299 ponches y 342 boletos del staff villaclareño, expusieron por segunda temporada consecutiva los problemas de comando en buena parte de los lanzadores. Sí, al final, el diferencial de 43 bases por bolas más que ponches resultó el más alto de un cuerpo de pitcheo de Villa Clara en una temporada. Aquí están los resultados durante los últimos 20 años, una investigación que proporciona claramente el punto de giro que necesitará el staff de los Leopardos en 2022:
Staff de lanzadores de Villa Clara
SO-BB (Ponches sobre bases por bolas)
41 SNB: 268
42 SNB: 168
43 SNB: 292
44 SNB: 278
45 SNB: 215
46 SNB: 182
47 SNB: 164
48 SNB: 151
49 SNB: 249
50 SNB: 153
51 SNB: 223
52 SNB: 181
53 SNB: 134
54 SNB: 42
55 SNB: 35
56 SNB: 134
57 SNB: 86
58 SNB: 133
59 SNB: -12
60 SNB: -43
Como se puede apreciar fácilmente, las dos últimas campañas negativas han sido las peores si de SO-BB se trata incluso en todos los tiempos. Por cierto, el staff de la 43 Serie Nacional, que fijó una impresionante marca de 292 ponches sobre las bases por bolas de sus lanzadores, contó con cinco pitchers que registraron al menos 25 SO-BB: Luis Borroto (+97, 135 K-38 BB), Roidel Enríquez (+52, 76 K-24 BB), Delvis Rodríguez (+47, 77 K-30 BB), Yolexis Ulacia (+28, 52 K-24 BB) y Yuliet López (+25, 43 K-18 BB).
Para el legendario Pedro Jova en un regreso como manager el reto está planteado: Esperemos que los Leopardos de Villa Clara puedan responder.
TIGRES DE CIEGO DE ÁVILA
Títulos en Series Nacionales: Tres (51, 54 y 55 Series Nacionales, temporadas 2010-11, 2014-15 y 2015-16).
Última clasificación a los playoffs: 2019, 58 Serie Nacional (perdieron por 4-1 en Semifinales contra los Leñadores de Las Tunas).
Lugares en las últimas 10 Series Nacionales (51-60): 1, 5, 9, 1, 1, 2, 7, 4, 11, 11.
Principales fortalezas a seguir: Los Tigres aún tienen una de las alineaciones más poderosas de la liga, y un equipo que tiene potencial para mejorar los dos oncenos lugares de las últimas dos campañas. Sólo chequea algunos números, que ciertamente no parecen pertenecer a un plantel que jugó para marca de 33-39 en la pasada campaña:
Menos en porcentaje de bases por bolas, la ofensiva de Ciego de Ávila logró entrar en el Top-10 de varias métricas importantes en la 60 Serie Nacional. Además, la defensiva también lució el potencial entre juventud y experiencia que dirigió Yorelvis Charles en su primer año como manager: A nivel nacional, los Tigres fueron décimos en porcentaje de fildeo (.973) y Factor de Rango (34.3), pero además contaron con el sexto promedio más alto de cogidos robando (40%).
Esa misma ofensiva encabezada por Osvaldo Vázquez (14 HR & 61 RBIs), quien lideró el equipo con 18 empujadas del empate o la ventaja, tendrá una sola baja considerable: El caso del estelar jardinero Yoelvis Fis.
Si el resto de los jugadores logran estar saludables para el Opening Day, el team avileño volverá a contar con bateadores probados en la liga como el versátil infielder Raúl González, el torpedero Yorbis Borroto, el outfielder Addel Civil, el cátcher Alfredo Fadraga, el inicialista Humberto Morales, Rubén Valdéz, y el veloz leadoff Alexander Jiménez, entre los más veteranos. Junto a ellos estarán además los prometedores Jonathan Bridón, el camagüeyano Danny Luaces, Yuddiel González, Jorge Luis Contreras y Héctor Labrada, figuras jóvenes en ascenso.
Si el pitcheo le responde a los Tigres y no se ven afectados por bajas o lesiones como les ocurrió al inicio de la pasada campaña, será difícil no verlos luchando el regreso a los playoffs.
Desafíos que deben superar: La inestabilidad del pitcheo. Independientemente de que la situación de la COVID-19 golpeó seriamente el desempeño de los Tigres durante el primer tercio de la 60 Serie Nacional, las deficiencias del pitcheo en los últimos dos años han sido evidentes. ¿Dicen que los números no mienten, verdad? Bueno, digamos que eso es cierto, y este es un ejemplo irrefutable:
Temporada, ERA general, ERA de los abridores, ERA del bullpen:
2016-17: 4.23, 4.20, 4.26
2017-18: 4.43, 4.24, 4.69
2018-19: 4.54, 4.27, 5.20
2019-20: 5.08, 4.26, 7.11
2020-21: 5.17, 4.76, 5.97
Sí, 5.20, 7.11 y 5.97, han sido los ERA del bullpen de los Tigres durante las últimas tres temporadas. Sin embargo, lo más complicado aquí, no sólo parte de los relevistas disponibles para defender las posibles ventajas en el score. No tan así. Al menos en la pasada 60 Serie Nacional, uno de los grandes problemas de los Tigres llegaron debido al descenso en la durabilidad de sus abridores. De un 71.2% de garantía en la temporada de 2019-20, los abridores avileños bajaron peligrosamente a 65.9%.
Una parte considerable de esa situación fue provocada porque, abridores establecidos como Dachel Duquesne (6.11 ERA) y Arnaldo Rodríguez (7.08 ERA), admitieron .789 OPS combinado y menos de 5.0 innings de durabilidad. A diferencia de ellos, Vladimir García (12 aperturas), Yander Guevara (15) y Luis Alberto Marrero (12) promediaron más de 6 ⅔ inning por cada juego iniciado, pero el manager Yorelvis Charles necesitaba la contribución de tres abridores más. Del trío anterior, Marrero fue la gran sorpresa del pitcheo, arrojando marca de 6-3, 3.06 ERA, un “No-hitter” de cinco innings ante Artemisa y apenas 7.8 H/9 (hits soportados por cada nueve entradas), la tasa más baja entre lanzadores calificados.
En todo el agónico proceso inicial que comenzó con un mes de gira fuera de casa, los Tigres de Ciego de Ávila perdieron el camino a la clasificación. Su marca negativa de 13-22 luego se convirtió en 20-17, pero ya era demasiado tarde. Aun así, los resultados demostraron que los Tigres pudieron dar zarpazos de recuperación, y para la venidera campaña las proyecciones pueden ser bien diferentes.
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