En cada All-Star Game, siempre hay un momento para recordar.
Quizás, por nostalgia, me he quedado con el enfrentamiento entre José Fernández y David Ortíz durante el All-Star Game de 2016, el año en que el “Big Papi” decía adiós… Y, sí, desafortunadamente, José Delfín Fernández perdió la vida en aquel trágico accidente de bote en la madrugada del 25 de septiembre de ese mismo año.
Fernández fue el primer relevista de la Liga Nacional en Petco Park, sustituyendo al abridor Johnny Cueto, quien admitió tres carreras y dos jonrones de Eric Hosmer y Salvador Pérez durante apenas 1 ⅔ innings. José entró al juego con un corredor en primera (Jackie Bradley Jr.) y dos outs durante el final de la segunda entrada. Su primer rival fue Mike Trout, MVP de la Liga Americana en 2014, y quien meses después se consolidó como el MVP de aquella temporada de 2016. Tras cinco picheos, Trout no atacó ningún lanzamiento de Fernández, pero el astro de los Marlins finalmente lo ponchó con una curveball de 84.6 mph, que se hundió en el centro de la zona de strike.
En la entrada siguiente, Fernández dominó a Manny Machado, y en un inolvidable duelo para la historia, terminó lanzándole una base por bolas a David Ortíz. Tras siete intensos picheos, el “Big Papi” dejó pasar una curveball de 82.6 mph que casi lo golpea, pero ambos terminaron sonriendo después de aquel duelo entre dos grandes competidores. Cuando pisó la almohadilla de primera base en San Diego y el Big Papi dejó ver su icónico número “34”, fue despedido de su décimo All-Star Game por todos sus compañeros, quienes salieron a recibirlo delante del dugout de la inicial.
Al final, el inolvidable as de los Marlins de Miami admitió una carrera por doble de Xander Bogaerts y sencillo de Eric Hosmer, que quebró la marca de 12 años y cinco apariciones consecutivas de lanzadores cubanos sin permitir anotaciones*.
*Por cierto, cuatro de esas apariciones fueron relevos de Aroldis Chapman, y un inning casi perfecto de José Fernández—con dos ponches ante tres rivales—en 2013, meses antes de ganar el premio de Novato del Año de la Liga Nacional.
Con la aparición de Néstor Cortés Jr. lanzando por la Liga Americana esta noche en Dodger Stadium, se archivará en los libros de récords un nombre diferente al de Aroldis Chapman y José Fernández, los únicos pícheres cubanos que han lanzado en Clásicos de Verano durante la última década. Desde el debut de Sandy Consuegra en 1954, hace 68 años, “Nasty” Cortés Jr. podría convertirse esta noche en apenas el décimo lanzador cubano con participación en un Juego de las Estrellas, y su presencia sin dudas hará recordar incontables historias.
Seis de esos 10 lanzadores fueron elegidos en más de una ocasión para lanzar en el All—Star Game:
Aroldis Chapman—7
Camilo Pascual—7
Luis Tiant—6
Mike Cuellar—4
José Fernández—2
Liván Hernández—2
Rolando Arrojo—1
Mike Fornieles—1
Sandy Consuegra—1
Néstor Cortés Jr.—1
Stats: Baseball-Reference
Así pues, luego de una fascinante primera mitad de temporada, donde el efecto combinado de su slider y cutter, las impredecibles versiones de wind up y el zigzagueante comando de Nasty se tornaron indescifrables para la oposición, se apertura otra cita con la historia.
Sin dudas, cuando se trata de Nasty, no te asombres si en apenas una entrada el zurdo del Surgidero de Batabanó deja su huella junto al legado que rubricaron otros brazos cubanos en la historia del Clásico de Mitad de temporada.
Cortés Jr., una vez más, simplemente espera disfrutar cada wind up en Dodgers Stadium, viviendo un sueño que se hará realidad como principal representante del talento cubano en el All-Star Game 2022.
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